MARTES 28 DE MARZO DE 2000

Ť Pueden los estados decidir soberanamente sobre su aplicación, afirman


El horario de verano, asunto político y sin sustento jurídico: especialistas

Ť Da la pauta para abrir una discusión jurídica que sería resuelta por la Suprema Corte

Jesús Aranda Ť La aplicación del horario de verano es una consideración política de la Federación que difícilmente tiene sustento jurídico basado en la Constitución de la República, afirmaron fuentes del Poder Judicial federal, las cuales agregaron que los estados que soberanamente decidan mantener su horario sin cambio están en su derecho de hacerlo.

En todo caso, comentaron, si la Federación considerara que tiene facultades legales para obligar a las entidades a acatar el horario de verano, entonces el Ejecutivo tendría que recurrir a una controversia constitucional ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, para que ésta dictamine de una vez si la Carta Magna le atribuye el derecho de establecer horarios en el país o no.

Para los especialistas es fundamental el hecho de que la Constitución General de la República no precisa en ninguno de sus artículos que el presidente tenga la facultad de alterar horarios; y sí, en cambio, precisa que el país es una república federal y representativa, en la que los estados son soberanos, situación que debilita la postura del gobierno sobre el tema.

Si se habla de que México es una Federación, habría que determinar qué asuntos son del interés de los estados federados para que participen activamente en la toma de decisiones.

El razonamiento de los juristas se fundamenta en lo establecido por el artículo 124 constitucional, que estipula: "Las facultades que no están expresamente concedidas por esta Constitución a los funcionarios federales, se entienden reservadas a los estados". Y en ninguno de los artículos constitucionales se faculta expresamente al Ejecutivo para que modifique el horario, indicaron.

Ante esa situación, los estados lo único que deben hacer es informarle al Ejecutivo federal que no aceptan el horario de verano, porque esa es la opinión mayoritaria de sus ciudadanos.

Ante la imposibilidad de que los gobiernos locales -particularmente el del Distrito Federal- soliciten amparo en contra del decreto presidencial que establece el horario de verano -las autoridades no pueden alegar la violación de sus garantías individuales-, lo más sencillo es que soberanamente rechacen la decisión del gobierno federal y continúen con su horario habitual, dijeron.

En el decreto oficial de la Secretaría de Energía, que establece los horarios estacionales en el país, el presidente Ernesto Zedillo afirmó que en ejercicio de la facultad que le confiere la fracción I del artículo 89 de la Constitución, y con fundamento en el artículo 33 de la Ley Orgánica de la Administración Federal, estableció el horario de verano como una medida para el periodo de mayor insolación durante el año, y consiste en adelantar una hora del horario local al comienzo de dicho periodo y retrocederlo también una hora una vez transcurrido el ciclo.

Y se agrega: "Los estudios realizados por diversos organismos especializados del gobierno federal, y la experiencia de numerosos países que aplican los horarios estacionales, dan cuenta de los beneficios económicos y sociales que esa medida implica, y en tal virtud, diversos sectores sociales han solicitado que se adopten medidas similares en nuestro país".

Sin embargo, en el artículo 89 constitucional, que establece las atribuciones y obligaciones del presidente, se menciona su facultad de promulgar y ejecutar leyes que expida el Congreso; nombrar y remover libremente a sus secretarios de despacho; dirigir la política exterior; declarar la guerra; convocar al Congreso a sesiones extraordinarias; conceder indultos a reos; conceder privilegios exclusivos temporales a descubridores o inventores, y "las demás que confiera expresamente la Constitución".

En tanto, el artículo 33 de la Ley Orgánica de la Administración Publica Federal establece que a la Secretaría de Energía le corresponde conducir la política energética; ejercer los derechos de la nación en materia de petróleo y todos los hidrocarburos sólidos, líquidos y gaseosos; el aprovechamiento de los recursos naturales; conducir la actividad de las entidades paraestatales en la materia; participar en foros internacionales para la celebración de convenios y tratados internacionales de su competencia; promover la participación de los particulares en la generación y aprovechamiento de energía, con apego a la ley; llevar a cabo la planeación energética a mediano y largo plazos; realizar y promover estudios sobre ahorro de energía y proponer, en su caso, las acciones conducentes, y "los demás que le encomienden expresamente las leyes y reglamentos".

De acuerdo con las fuentes consultadas, la falta de un señalamiento expreso en la Constitución y en la ley que fundamente el decreto presidencial sobre el horario de verano, da lugar a que los estados decidan soberanamente sobre su aplicación o no -porque se trata de un asunto político-, y da lugar a que se abra una discusión jurídica en la materia, que podría ser resuelta en última instancia por la Suprema Corte.


Ť Mínimos, los beneficios, dicen grupos sociales y diputados locales


Piden "amplia consulta nacional" sobre el cambio

La controversia por la entrada en vigor del horario de verano se situó ayer en diversos planos.

Mientras en la Cámara de Diputados, durante un foro sobre el tema, se aseguró que los beneficios de adelantar una hora el reloj son "mínimos" para el ahorro de electricidad, la Cámara Nacional de Aerotransportes advirtió que suspender la aplicación de la medida "desquiciaría'' las operaciones aéreas.

A su vez, la Secretaría de Educación Pública (SEP) consideró "positiva" esa disposición, sobre todo para los estudiantes del turno vespertino, pues éstos termina-rían su jornada cuando todavía hay luz natural, lo que reduce los riesgos por la inseguridad callejera.

Por su parte, el diputado panista Javier Paz Zarza anunció que en la sesión de hoy presentará ante el pleno de la Cámara baja un proyecto de punto de acuerdo para que se cancele temporalmente la aplicación del horario de verano, hasta que los Congresos locales discutan la pertinencia o no de aplicarlo.

En el foro legislativo se aseguró que los beneficios de la medida "no son perceptibles por la ciudadanía y no compensan los efectos negativos que ese programa ocasiona en la salud, la seguridad pública, la reducción en la eficiencia del trabajo y las incomodidades de la vida cotidiana''.

Organizaciones sociales y legisladores locales de cinco estados -Chihuahua, Sinaloa, Baja California Sur, Colima y San Luis Potosí- propusieron realizar una "amplia consulta nacional" para que la población pueda manifestar su respaldo u oposición a esa medida.

En los resolutivos del foro, que encabezó el legislador perredista y presidente de la Comisión de Energéticos, Sergio Benito Osorio, se discute el relieve que se da a la reducción en la emisión de contaminantes por el empleo del horario de verano, mientras que, por otra parte, los programas del sector eléctrico "postergan y abandonan" proyectos de generación de electricidad a partir de energéticos primarios renovables como los hidráulicos y los eólicos.

Además, los legisladores de estados fronterizos destacaron que las coincidencias del horario de verano con las altas tarifas en el consumo eléctrico generan un gran descontento entre la población.

Allí mismo, el diputado priísta Héctor Castañeda Jiménez reconoció que existen "lagunas" en la Constitución y en las leyes reglamentarias, pues no establecen con claridad la facultad del Ejecutivo federal para decretar el uso del horario de verano como una medida de ahorro de energía. Incluso propuso un anteproyecto de iniciativa de reformas al sistema de pesas y medidas en México, para aclarar ese diferendo.

Planteó integrar el artículo 9 bis a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, mediante el cual se faculte al presidente de la República para determinar los horarios en el país, y que sea la Secretaría de Energía, a través del artículo 33, la instancia competente para proponer los distintos horarios y las medidas de ahorro de energía.

El diputado perredista Israel Cantú Nájera manifestó que las atribuciones del Poder Ejecutivo respecto a los cambios de horario se fundamentan en la supuesta firma de la Convención del Meridiano de Greenwich, con la que México se comprometía a aplicarlo en materia de husos horarios, y que a partir de ese hecho el Ejecutivo deriva su facultad para aplicar el horario de verano.

Sin embargo, destacó que de tal convenio no ha demostrado su plena "consecuencia jurídica" ni que se cumpliera con el procedimiento de ratificación del Senado de la República, "de tal suerte que los decretos subsecuentes, mediante los cuales se ha implantado el horario de verano como una medida de ahorro energético, no son constitucionales".

A su vez, el secretario de Educación Pública, Miguel Limón Rojas, apoyó la aplicación del horario de verano, pues dijo que aquellos alumnos que estudian en el turno vespertino, al salir de sus planteles con luz de día, tienen mayores posibilidades de proteger su integridad física. Además, comentó que la medida conviene a la visibilidad de los niños, pues estudian mejor con luz natural que con iluminación artificial.

El subsecretario de Servicios Educativos para el Distrito Federal, Benjamín González Roaro, también apoyó la disposición, y aseguró: "En los años que lleva en vigor la medida, no hemos tenido problemas; al contrario, los beneficios han sido innumerables en relación con la gran seguridad que tienen los niños de las escuelas vespertinas y con aquellos que hacen sus tareas en las tardes con luz natural''.

Finalmente, el presidente de la Cámara Nacional del Aerotransporte, Juan Ignacio Steta, aclaró que ese organismo -que agrupa a 45 líneas aéreas- no tiene la intención de juzgar la bondad o el perjuicio del horario de verano, pero sí la de exponer que revertirla a menos de una semana de su aplicación "descalabraría'' la planificación de los vuelos y sus conexiones.

Explicó que para las líneas aéreas nacionales e internacionales sería imposible "a estas alturas" hacer una readecuación de sus itinerarios, pues éstos se programan con casi seis meses de anticipación debido a su complejidad.

También consideró que desistir del horario de verano generaría descrédito para México y sus aerolíneas en el exterior, porque sería poco entendible que después de cuatro años de aplicarlo se decidiera, por presiones, no hacerlo.

En este punto destacó que todas las aerolíneas extranjeras planean sus itinerarios hacia México tomando en cuenta que el país, así como otros de sus 75 socios comerciales, tienen horarios de verano e invierno.

Juan Ignacio Steta abundó que en el caso hipotético de que el horario no cambiara, miles de pasajeros, "en el mejor de los casos", tendrían que esperar una hora adicional para hacer efectivas sus conexiones, y en el peor, las perderían, dejándolos varados en las terminales aéreas. (Ciro Pérez Silva, Rosa Elvira Vargas, Carolina Gómez y María Esther Ibarra)