MARTES 28 DE MARZO DE 2000

Ť Seguir su función evangelizadora, pide Burgoa


La Iglesia se entromete en política en su Carta Pastoral

Ť La concurrencia con el Estado podría ser en otros ámbitos, agrega

Guadalupe López Espinosa, corresponsal, Jalapa, Ver., 27 de marzo Ť Con su Carta Pastoral en la que habla del fraude electoral como un pecado grave, la Iglesia se entromete en asuntos políticos, "traicionando las enseñanzas de nuestro Señor", opinó hoy Ignacio Burgoa Orihuela, presidente del Instituto Mexicano del Amparo, quien hizo alusión al refrán popular: "Zapatero a tus zapatos".

Entrevistado en Jalapa, donde encabezó la Asamblea Nacional Extraordinaria de Amparo, en la que 25 tratadistas del país plantearon propuestas para la reforma integral a la Ley de Amparo, Burgoa Orihuela dijo también estar de acuerdo en la propuesta que plantea el candidato presidencial de la Alianza por México, Cuauhtémoc Cárdenas, en el sentido de revisar el artículo 27 constitucional, siempre y cuando no sea un acto populista, ya que, dijo, es una reforma regresiva que abre otra vez la puerta al latifundismo.

Respecto de la Carta Pastoral que recientemente presentó el Episcopado Mexicano, en la cual aborda el electoral y otros asuntos políticos, así como un planteamiento de la necesidad de contar con una Carta Magna actualizada, el jurista respondió: "Como cristiano debo decir que cuando la Iglesia se entromete en cuestiones políticas traiciona las enseñanzas de nuestro Señor".

Indicó que si los obispos critican los procesos políticos y a los candidatos se salen de su función evangelizadora y apostólica

Puntualizó que hay varios ámbitos en donde pueden concurrir la Iglesia y el Estado, que no tienen que ver con los asuntos internos de las iglesias ni con lo político, como cooperar para la solución de los grandes problemas de la población, como la educación y el económico, además de colaborar para solucionar la pobreza extrema que afecta a grandes mayorías de la población.

En otro orden, Ignacio Burgoa consideró que México no necesita una nueva Constitución, lo que sí es imperioso es renovarla y quitarle los parches "mal pegados" que le han puesto durante muchos años, mediante reformas muchas veces inconsistentes y regresivas, como, ejemplificó, la hecha por el ex presidente Carlos Salinas de Gortari al artículo 27, porque se abrió la puerta a las inversiones extranjeras de compañías que pudieron apoderarse de los ejidos, so pretexto de impulsar su productividad. Se trata, de una reforma regresiva, de un retorno al latifundismo.

Al preguntarle si entonces estaría de acuerdo con la propuesta que plantea Cuauhtémoc Cárdenas respecto de revisar ese artículo, Ignacio Burgoa respondió que si la ha hecho desde luego que coincide con él, pero sin llegar al populismo extremo.