La Jornada miércoles 29 de marzo de 2000

Fernando Ortiz Monasterio
Administración para el ecodesarrollo

HISTORICAMENTE, Y EN ESPECIAL en la actual administración de la Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca (Semarnap), el nivel jerárquico de la ecología en la administración pública ha ido subiendo y debe subir aún más.

Sin duda en los últimos 50 años la problemática ambiental se ha intensificado. Afrontar problemáticas como son la erosión, la pérdida de la biodiversidad, la escasez y contaminación del agua y la disposición de residuos peligrosos, entre otros, presenta retos formidables.

Es función de la ciudadanía, asegurar que los avances en la administración ambiental en México no den marcha atrás.

Lo ambiental no es sólo el sustento material de la producción, sino también la gran oportunidad de generar el empleo y la riqueza que el país necesita desesperadamente. Esto es el ecodesarrollo o desarrollo sustentable.

La Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente es un gran logro que debe ampliarse y fue el resultado de la inteligente concertación de intereses por parte del equipo de la Semarnap, hasta haber logrado el consenso de todos los partidos políticos, al grado que la actual Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente de Ecología fue aprobada por unanimidad en las cámaras.

El nuevo presidente de la República deberá poder llevar a cabo -con el apoyo de su gobierno, del sector académico, del empresarial y de toda la sociedad- una gran campaña nacional de restauración ambiental. Se deben asignar recursos financieros y pagar millones de jornales, primero para levantar la basura y, por los siguientes 30 años, recuperar el México que era y puede volver a ser: el cuerno de la abundancia.

No es posible que los candidatos a la Presidencia de la República, en especial del ''Partido Verde Ecologista'' estén al margen de lo que para cada vez más mexicanos es una alta prioridad.

Algunos tips o pistas: el punto clave en la administración del ecodesarrollo consiste en subir el nivel de las dependencias responsables de lograr el equilibrio entre la sociedad y la naturaleza.

Los elementos básicos para la administración del ecodesarrollo deben de considerar lo siguiente:

1. Formar un gabinete intersecretarial en el que el Presidente de la República instruya a sus secretarios de Estado sobre la política ambiental para el país, lo cual tendría implicaciones directas para secretarías como Hacienda, Agricultura, Comercio, etcétera. También deben formarse gabinetes a nivel estatal y municipal. El secretario de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca debe ser el o la responsable del seguimiento de los acuerdos a nivel nacional, y lo mismo en los estados y en los municipios.

2. Elevar al grado de subsecretarías, dentro de una Secretaría de Medio Ambiente, las tareas gubernamentales de la protección de la naturaleza. Sólo con la gente local y desde trincheras muy fuertes, se puede ganar la batalla contra el deterioro ambiental.

3. Concentrar en la Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca las tareas de protección y vigilancia ambiental de todos los elementos de los ecosistemas. (Actualmente, por ejemplo, la Comisión Nacional del Agua -CNA- realiza los actos de inspección y vigilancia de los cuerpos de agua).

4. Reforzar a la Procuraduría Federal de Protección el Ambiente (Profepa) asignándole, además de su actual función de asegurar el cumplimiento de la normatividad ambiental, la inspección del cumplimiento de todo lo ambiental, como son las descargas de agua, la caza, el impacto del sector agropecuario, la pesca, el cuidado de los mares, la disposición y el manejo de los materiales radiactivos y todo lo vinculado con la naturaleza.

5. Establecimiento de mecanismos transparentes en la autorización de nuevos proyectos. La base debe ser el ordenamiento del territorio de los estados, y los estudios de impacto ambiental y riesgo, cuya aprobación debe seguir reglas conocidas, claras y fijas tanto para los promoventes como para los diferentes niveles de gobierno que autorizan.

6. Complemento y actualización de la normatividad ambiental, en especial en áreas como son: pérdida de suelo, producción agrícola, biodiversidad, minería a cielo abierto reforestación, disposición de residuos peligrosos, emisión de compuestos orgánicos volátiles, entre otros.

El futuro próspero del país sólo se logrará con tres décadas de esfuerzos sostenidos, como los que se han visto en los últimos años.

Es imperioso que los candidatos a la Presidencia, de todos los partidos, incluyan en sus agendas políticas lo ambiental que, dicho sea de paso, es y será cada vez más determinante en la decisión ciudadana al emitir su voto.