JUEVES 30 DE MARZO DE 2000
Ť Ofrecerá un concierto en el Centro de las Artes
Soy un artista que procura libertad e improvisación: Salis
Ť El jazz, género cuyas distinciones las hacen los intérpretes
Angel Vargas Ť Lo que Antonello Salis es capaz de hacer con su acordeón resulta prácticamente indescriptible. La imagen más cercana podría ser la de un star del heavy metal -del heavy metal de culto, por supuesto-, sólo que en el jazz. Intensidad y pasión, decibélicas y delirantes caricias al espíritu, desenfado y frenesí sonoro.
Originario de la isla de Ce rdeña, el también pianista es considerado uno de los principales puntales del jazz italiano contemporáneo, merced a su propuesta basada en el sincretismo entre la música tradicional popular de su lugar de origen y las expresiones clásicas y contemporáneas universales.
Ahora se encuentra en México para ofrecer este viernes (a las 20:30 horas) un concierto dentro del ciclo Eurojazz, que culminará el 2 de abril en el Centro Nacional de las Artes.
Abrevar en el eclecticismo
De 50 años, Salis define que su formación, además de ser autodidacta, está caracterizada por un eclecticismo musical, que lo condujo a incursionar también en el rock y el pop.
Asume que su raíz jazzística se ubica en Estados Unidos, aunque refuta que ello signifique estar alejado de la línea europea:
''Inevitablemente un primer enlace con el jazz estadunidense es imprescindible. Ello no implica que más adelante no me haya sumergido en las expresiones europeas.
''Mi experiencia me ha permitido constatar que en Estados Unidos es especialmente apreciada la libertad sobre las raíces, los cánones que aportan los músicos europeos al jazz.
''He comprobado que los músicos estadunidenses, incluso los muy dotados y talentosos, no pueden obviar una primera fase en la cual tienen que cimentarse con una tradición, que de hecho es de tipo académico. Es decir, son más ortodoxos y rigurosos, cuando menos en sus comienzos, por respeto a sus clásicos, desde Duke Ellington hasta George Gershwin".
No obstante esa diferenciación que hace entre las tradiciones estadunidense y europea, Salis se pronuncia en contra de identificar al jazz por origen geográfico o escuelas, ya que, dice, se trata de un género único cuyas distinciones y diferencias las hacen los intérpretes.
Platica que su acercamiento al acordeón, antes de ser un gusto, tuvo que ver con razones de carácter geográfico, ya que es un instrumento de uso común en Cerdeña: ''Hasta los 15 años lo tocaba por tradición, porque así se acostumbra. Es un instrumento popular, de músicas de baile y étnica, con unos cánones que la tradición fija con rigurosidad. A esa edad, de manera simultánea comencé a tocar el piano. El contacto con tipos de música que no eran clásicos del repertorio del acordeón me ayudaron a descubrir poco a poco que este es un instrumento muy completo, que permite tocar desde el rigor de Bach hasta el folclor del tango o de los bailes de taberna o populares; es un instrumento muy versátil".
Música de Rota, Jarret...
Cuando se le pide que ahonde en el programa que ofrecerá mañana, integrado por composiciones de Nino Rota, Pat Metheny y Keith Jarrett, entre otros, Antonello Salis aprovecha para definirse como un artista que procura la libertad y la improvisación.
''En mis actuaciones no hay una programación en el sentido clásico de la presentación de un repertorio, sino que tengo una técnica de improvisación sobre unos módulos de referencia. Prácticamente cada uno de mis conciertos es un acontecimiento único, pues se trata de un conjunto de improvisaciones sobre ciertos núcleos temáticos que, según la ambientación, el momento y la inspiración, entran o salen del núcleo musical", finaliza.