MIERCOLES 5 DE ABRIL DE 2000
Ť Autor de La afectividad colectiva, libro editado por Taurus
El talento de Marcos es que avanza con puro feeling: Fernández Christlieb
Ť Los integrantes del CGH sienten que tienen el poder, las razones y los argumentos, dice
Ť Ahora el único factor de interés comunitario es la estadística, no la persona, asevera
César Güemes Ť La afirmación de Pablo Fernández Christlieb, con todo conocimiento de causa, debería preocupar seriamente a cualquiera que llegue al poder público nacional cuando en breve cambie de manos: ''En el siglo XX la afectividad no ha sido estudiada no sólo en la sociedad mexicana sino en general. Como la ciencia decidió que sólo existe lo que es racional, entonces lo que no lo es, la afectividad, no existe para la ciencia, lo cual me parece muy estúpido". Lo dice durante la conversación sobre su más reciente libro, La afectividad colectiva, editado por Taurus, en el cual expone, primero, qué se entiende por el término, y luego el funcionamiento de ese concepto en México.
-Es muy distinto que no se estudie la afectividad social, Pablo, a que no exista.
-Lo que la sicología no puede entender, hace como que no existe; lo mismo la sociología y así de manera sucesiva. A medida que de manera oficial se va declarando la inexistencia de la afectividad social, se ve cómo emerge cada vez de forma más fragorosa o violenta o alegre. Este siglo es terriblemente afectivo, en el mejor sentido.
-Puede ser un problema de orden académico, entonces.
-Muchos de nuestros científicos nacionales ''leen muy bien inglés": todas las teorías que tenemos de sicología social son importadas de Estados Unidos o de Europa. Lo que hacen es describir una sociedad estadunidense dentro de México. Y lo que salta a la vista es que nuestro país es increíblemente afectivo: todavía se mueve por una estructura que está dada por siglos de tradición, sin saberlo. Por ejemplo, los reclamos del EZLN en cuanto a usos y costumbres. Esto no es racional, no entra en el mundo de la lógica sino al ámbito de lo afectivo. Hablo de la manera en que a ellos les funciona la idea de justicia, que no se parece en nada a la justicia legaloide que prevalece en occidente.
De la protesta a la soberbia
-Quizá por eso Marcos llega y comunica tan bien, porque se mueve en el terreno de la afectividad y a partir de ahí se acerca a la problemática social, económica o militar.
-Su enorme talento es que no se maneja con mercadotecnia ni con planes hechos a la manera científica. Es claro que avanza a partir de puro feeling, lo cual es un sistema de conocimiento descartado por el uso racionalista. Hasta la fecha creo que a Marcos le funciona muy bien esa manera de conducirse. En caso contrario estaría el movimiento del CGH, que entra con un conocimiento afectivo que no sabe que tiene, y camina. Es decir, no saben por qué protestan, que en realidad es contra un proyecto de país, pero ninguno de los chavitos de la organización lo saben argumentar. Avientan rollos que no tienen nada que ver, como lo de las cuotas. En el fondo es algo que no pueden decir con palabras porque no lo aprendieron en ningún libro, pero para su fortuna le atinan. Tocan lo fundamental de esta sociedad, sólo que llega un momento en que resultan desbordados, no reclaman saber nada sino sólo protestar porque les sale. Aunque a la mitad del movimiento el sentimiento se les volvió soberbio y se voltea: sienten que tienen el poder, las razones y los argumentos. Entonces el sentimiento de protesta pasa a ser de soberbia y los rebasa. Es entonces cuando el movimiento se echa a perder y no pueden determinar el momento en que ya habían ganado, algo que sucedió por ahí de agosto. En cambio, Marcos es más humilde, va más callado y por eso no se equivoca.
La afectividad colectiva busca solucionarse. Cuando no encuentra el camino adecuado, se rompe el equilibrio que guarda. Es posible que la figura del chat, del salón de charla, sirva como pequeño remedio a la problemática, pero no la solventa. Fernández Christlieb argumenta:
''El chat tiene un problema. Lo que sucede ahí es que en efecto son una buena válvula y una magnífica radiografía de la sociedad, pero ocurre que la afectividad colectiva se fracciona. Los problemas sociales se individualizan y se aislan. Todo lo que se platica cabe dentro del fenómeno social, pero como vivencia de lo que sucede se resuelve sólo de manera fragmentaria.''
-ƑNo podría haber una especie de política de la afectividad?
-En el país y en el resto del mundo se incrementan los niveles de suicidio y baja de manera significativa la edad de los participantes, como en las Olimpiadas. Ese no es un problema económico, sino de sentido social. A lo mejor muchos de esos problemas se disuelven con los chats o hablando a Locatel, que recibe una enorme cantidad de llamadas de personas que están sacadas de onda. El hecho es que se soluciona de forma individual, aunque el conflicto sea de salud social. Es decir, lo que a ti te pasa es tu bronca y vamos a resolvértela para no aumentar la estadística. Resulta que ahora el único factor de interés social es la estadística, no la persona.
Exito económico vs felicidad
-Es posible que los políticos piensen que todos los problemas de esta sociedad son económicos.
-Pero en nuestra sociedad no lo son, puede que lo sean en la estadunidense. Nos gusta el reventón y la flojera, lo cual genera otros intereses. ƑPor qué no una política de lo afectivo que ataque ese conflicto? Es preciso combatir, por ejemplo, la soledad, la falta de sentido de la vida, que es algo que les pasa a los jóvenes de 12 años. Eso es ''tener" 60 años más de los que en realidad han vivido. Parece que estos güeyes ya se acabaron el mundo a los 12 años.
-Pero es una falacia.
-Lo es aunque viven con esa idea. Como para las muy nuevas generaciones todo es superlativo, cuando lo que es macro, que es muy poco, se les agota, le pierden el sentido a la existencia. Entonces, hay que plantear una política que actúe de manera necesaria, aunque me queda claro que debe argumentarse en términos políticos; algo similar a lo que han hecho las organizaciones de madres de desaparecidos, que es una forma de política de afectividad social.
-ƑA qué atribuyes que no se formulen este tipo de acciones políticas?
-A que atentarían contra el sistema económico neoliberal. En el momento en que el objetivo de la vida y, por tanto, su más severo problema a resolver no sea el éxito económico y social, entonces las solicitudes no serán por el mejor puesto y el mayor ingreso, lo cual da al traste con el modelito.
La conclusión de Fernández Christlieb, uno de los sicólogos sociales de avanzada en el país, no es alentadora pero marca un camino inconfundible:
''No sé si se escuchará lapidario o cursi, pero es claro que la búsqueda del éxito económico atenta contra la felicidad de las personas."