JUEVES 6 DE ABRIL DE 2000
* Janet Kaplan disertó en un simposio acerca de la artista de origen español
El estilo de Varo, fácil invitación a subestimarlo en el modernismo
* Se ubica a una distancia significativa de los centros de poder, sostiene la especialista
* ''Su trabajo es aclamado como parte del resurgimiento triunfante de la pintura mexicana''
Merry Mac Masters, enviada, Washington, DC * Acerca de por qué la pintora surrealista Remedios Varo no es mejor conocida existen muchas explicaciones, pero una muy concreta radica en que su trabajo pertenece a colecciones privadas y por ello son escasas las oportunidades para admirarlo. Al respecto, Janet Kaplan ųautora del libro Remedios Varo. Viajes inesperados, editado por vez primera en 1988ų dice que es un ''enorme cambio" el hecho de que en fecha próxima se exhibirán, de manera permanente, unas 25 de sus obras en el Museo de Arte Moderno (MAM) de la ciudad de México (La Jornada, 08/XI/99).
De acuerdo con la historiadora del arte, ocurre que una obra artística cuando está junto a otra ''se comunica"; sin embargo, la de Varo ''nunca ha estado junto a la de nadie". Cada vez que se hace una exposición de su pintura, al finalizar ''ya no hay más obra que ver". Ahora, esa conversación se dará en el contexto del modernismo mexicano.
Repetitivo, el estilo de cuento de hadas
Como actividad paralela a La magia de Remedios Varo, primera gran retrospectiva de la artista en Estados Unidos que culminará el 29 de mayo en el Museo Nacional de Mujeres en las Artes, de esta ciudad, se efectuó un simposio internacional sobre la pintora de origen español, exiliada en México en 1941, país donde desarrolló un estilo distintivo y maduro, y falleció en 1963. Aquí, su viudo Walter Gruen reiteró que una vez finalizada la estancia de la exhibición en el Mexican Fine Arts Center Museum, de Chicago (16 de junio al 20 de agosto), la mayor parte de su colección personal, integrada casi en su totalidad después de la muerte de Varo, será exhibida en el MAM. El museo washingtoniano también le ha pedido en préstamo un cuadro representativo para su exhibición durante un año, informó.
Kaplan, coordinadora ųcon Luis-Martín Lozano, curador de la muestraų, del foro realizado con el Instituto Cultural Mexicano, dictó el pasado fin de semana la ponencia ''Estrategias de desplazamiento" y afirmó que el estilo pictórico de Varo es una ''fácil invitación a tipificarlo de marginal dentro del idioma modernista". Al final de su libro confiesa cierta incomodidad en cuanto a la marginalidad que el espectador-autor ''tal vez tendría que aceptar" acerca del trabajo de Varo: ''Buscando validar su adhesión a un lenguaje ilustrativo, argumenté que de esta manera Varo contribuyó a su propia marginalidad al escoger un estilo de cuento de hadas repetitivo, miniaturizado y fabulista, demasiado vulnerable al rechazo superficial". Con el tiempo, Kaplan advirtió que ese estilo sirvió a Varo para su sobrevivencia.
La entrevistada abundó: ''No sé si (Varo) lo escogió como estrategia, sin embargo se vuelve una manera de manipular a los espectadores, es decir, los mantiene en un solo nivel. Si en lo intelectual intriga, en lo emocional los mantiene a una distancia. Es parte de esa superficie virtuosa, ya que utiliza una técnica antigua al pintar con un pincel de dos pelos. Hay una cantidad increíble de detalle y mucho en qué ocuparse pero no es una pintura emocional. Empecé a ver eso como algo que reconocer en vez de criticar".
Para la editora de Art Journal, el trabajo de Varo es ejemplar en relación con la diáspora de surrealismo europeo enraizado en América Latina durante la Segunda Guerra Mundial y suscita aspectos múltiples sobre negociaciones del exilio y estrategias de desplazamiento. Varo, afirmó Kaplan, mantiene una posición anómala dentro del movimiento surrealista en la cultura mexicana de la posguerra.
Ahora, opina, ''su trabajo es aclamado como parte del resurgimiento triunfante de la pintura mexicana en el mercado internacional, y multitudes entusiastas rompen registros de asistencia en cada exposición suya en México. Sin embargo dentro del proyecto modernista, el canon surrealista y la comunidad artística de México, Varo permanece en los márgenes, su trabajo siempre está ubicado a una distancia significativa de los centros del poder definitorial. Por esta razón es de tanta relevancia tener su obra aquí en Washington".
Asirse con estrategia a la vida del exilio
Reconocida en México ų''un país inmerso en los márgenes de las tradiciones del canon modernista"ų, Kaplan recordó que Varo ''no era mexicana en un momento de enfoque xenofóbico en la herencia indígena cultural, y era una pintora de caballete de escenas de fantasía íntima frente al machismo didáctico puesto en el andamio por los murales mito-heroicos de México. Es considerada un exponente menor en los márgenes de la historia del arte de la corriente principal. Sin embargo, es dentro de esta marginalidad que el estilo y el contenido de su obra funcionan como lugares subversivos de resistencia, al abrazar de manera estratégica la realidad del exilio".
En Washington, Varo es presentada como artista mexicana. Para la catedrática esto tiene especial importancia debido a ''como EU trata a México", y agrega: ''Eso no es más justo de cómo ella (Varo) es tratada. Realizó su obra en México, en ese sentido es mexicana, aunque ella no lo es. Si eso importa, espero que cambiará. Pienso que sí ha importado en México que ella no es mexicana. Pienso que en EU ha importado que es mexicana. Se pueden invocar todos los prejuicios que existen. En España importa si es madrileña o catalana. También es una mujer en un país que mientras de cierta manera tenía muchos espacios para las féminas, también era famosamente machista. Existen muchas posibilidades de por qué su trabajo no es más conocido a pesar de que todo el mundo está de acuerdo que al verlo es abrumador".
El libro de Kaplan, traducido al español y que acaba de publicarse en un formato de bolsillo en inglés, ha contribuido al creciente interés por Varo y ahora la pintora es incluida con regularidad en muestras colectivas afines a su persona. Ya no se le ''pasa por alto".