VIERNES 7 DE ABRIL DE 2000
* El gobierno debe inducir una desaceleración
Alerta el presidente del IMEF sobre inestabilidad económica
* Reducción del gasto público y del corto monetario, las medidas
David Zúñiga * La economía mexicana no podrá mantener su actual ritmo de crecimiento sin generar inestabilidad; por ello, las autoridades tendrán que inducir una desaceleración mediante medidas restrictivas como una reducción del gasto público y un nuevo corto monetario, pues de lo contrario crecerá el peligro de un repunte de la inflación, advirtió el presidente del Instituto Mexicano de Ejecutivos en Finanzas (IMEF), Francisco Avila Heredia.
Según el especialista, es necesario "moderar" el crecimiento de la economía, especialmente en el segundo semestre del año, ya que mantiene un impulso creciente desde el primer trimestre de 1999 (cuando se incrementó 1.9 por ciento) hasta 5.5 por ciento del primer trimestre de este año. Varios analistas ya han anticipado que el producto interno bruto podría crecer 5.5 por ciento o más este año, cuando la meta oficial es de 4.5 por ciento.
Uno de los factores que ha favorecido la reactivación del mercado interno, según Avila Heredia, es la baja de las tasas de interés. Desde el último trimestre de 1999, agregó, ha habido un fuerte repunte del mercado interno. De persistir esta tendencia "corremos el riesgo de que la inflación crezca más de lo previsto, a niveles de 13 o 14 por ciento.
"En primera instancia, pensamos que la base monetaria debe irse reduciendo a una mayor velocidad. También pudiera analizarse un ajuste fiscal, reducir el gasto público y mayor restricción fiscal", explicó.
Rechaza que la inflación pueda ser conciliable con un tipo de cambio de 10.40 pesos por dólar, ya que implicaría una devaluación de 13 por ciento a finales de este año. La mejor forma de vigilar el tipo de cambio, sostiene, es evitar que la inflación repunte.
No obstante, confía en que las autoridades harán lo necesario para mantener la estabilidad y ajustarse a las metas iniciales, a pesar de ser año electoral. "Serán momentos muy importantes los que el país vivirá entre las elecciones y el cambio de gobierno, pues los mercados estarán muy atentos a las señales que se manden. Lo recomendable es apegarnos a la meta oficial de crecimiento de 4.5 con inflación de 10 por ciento o menos".
Avila Heredia descarta que mantener las actuales tasas de crecimiento pueda provocar una crisis de fin de sexenio, "pero sí enturbiaría las cosas" porque "no estaríamos aprendiendo de las lecciones del pasado. Debemos actuar con prudencia y aprovechar estos momentos favorables para crear una plataforma que nos lleve a la estabilidad".