DOMINGO 9 DE ABRIL DE 2000

Ť Cualquier proyecto debe tener consenso: Miguel Soto


Superar la apatía, reforma más profunda en la UNAM: analista

Roberto Garduño y Alma E. Muñoz Ť La reforma más profunda en la UNAM será superar el escepticismo y la apatía de su comunidad, refirió el doctor Miguel Soto Estrada. Especialista en historia de México en el siglo XIX y participante activo del Colegio de Profesores de la Facultad de Filosofía y Letras, el académico puntualizó en la necesaria toma de conciencia de los universitarios:

"A raíz de la huelga quedó de manifiesto para muchos académicos que las estructuras de gobierno universitario requerían una revisión profunda, pues decisiones que afectan tan profundamente el funcionamiento mismo de nuestra institución no pueden ser tomadas de manera tan unilateral, y cualquier proyecto de transformación académica debe contar con el consenso de los miembros de la comunidad".

-ƑCómo debe organizarse el congreso?

-El problema que se presenta de manera inmediata es que hubiera un mínimo acuerdo de civilidad entre las autoridades y el CGH, para tratar de evitar que sucedan cosas muy lamentables para el funcionamiento de la universidad. No podemos seguir sosteniendo que se desconozcan una parte y otra.

-Para algunos funcionarios de la UNAM, en la institución no debe haber exceso de democracia.

-Es una visión muy generalizada entre los académicos, no es de ninguna manera por negar la capacidad de los estudiantes en cuanto a su posibilidad de análisis de los problemas de la UNAM, pero sí, tomar en cuenta que es una perspectiva limitada en cuanto al tiempo de la problemática de la máxima casa de estudios.

-ƑSe estaba omitiendo en el conflicto el papel de los profesores?

-Sí, y este es el momento de recuperarlo; no hay vuelta de hoja, pues había un vacío en el que las autoridades tomaban las decisiones por nosotros, ahora es el momento de que nos hagamos más partícipes.

-Pero habrá determinaciones en las que no necesariamente la comunidad pueda participar, como la elección de los directores.

-Considero que son cuestiones sobre el funcionamiento de la universidad que ameritan una discusión muy seria por parte de todos los sectores que la integran. Plantear las cosas más radicalmente, desde el punto de vista de elección democrática, es ciertamente contravenir un espíritu académico que tiene que prevalecer, pero debe haber mayor capilaridad y representatividad en los órganos colegiados.

-ƑSe nota una alejamiento entre el sector académico y el alumnado?

-Hubo momentos de cercanía; creo que si actualmente hay un alejamiento tiene que ver con el grado de atomización que han padecido los sectores estudiantiles, están muy divididos entre ellos. Hay que encontrar la fórmula para acercar a un sector con otro y tener nivel de participación en la UNAM.

-ƑCuál sería esa fórmula?

-Si la tuviera no estaría aquí (ríe). Se trata de diferentes alternativas: por una parte, la recuperación del funcionamiento de los cuerpos colegiados, pero el problema fundamental y decisivo es la toma de conciencia en los distintos sectores de la universidad sobre la necesidad de que participemos; es muy difícil superar el ecepticismo, la apatía y el rechazo al manejo que se ha hecho de la UNAM en las últimas décadas, pero debemos estar claros que nos va en esto la existencia misma de la institución.

-La toma de conciencia, Ƒserá la principal reforma en la UNAM?

-Creo que sí, es la más profunda por lo menos, lo otro me parece secundario si se piensa que el aspecto más importante es la falta de participación efectiva de la mayoría de la comunidad universitaria.