MIERCOLES 12 DE ABRIL DE 2000
Ť Carlos Montemayor analiza la matanza del 2 de octubre en Tlatelolco
Monolítica e indestructible, la voz oficial que enfrentó mi generación
Ť Autor de Rehacer la historia, libro que incluye una amplia revisión a casi 32 años de esos hechos
Ť El movimiento estudiantil actual presenta muchos sectores y fronteras oscuros, afirma
César Güemes Ť La oscuridad que reinó sin tregua a lo largo de 32 años respecto de lo realmente sucedido el 2 de octubre de 1968, en la Plaza de las Tres Culturas, comienza por fin a teñirse con la sencilla pero aguda luz de la información seguida del análisis. Los partes militares del general Marcelino García Barragán, dados a conocer el año pasado por Julio Scherer y Carlos Monsiváis; los documentos ''desclasificados" de inteligencia militar estadunidense en torno del hecho y el trabajo fílmico que consiguió obtener el Canal 6 de Julio, son los tres elementos que permiten a Carlos Montemayor practicar una extensa revisión para, como lo dice el título de su libro, Rehacer la historia, publicado por Planeta.
Reseña que se prolongó
Primero, es preciso preguntarse, Ƒdónde estaba Carlos Montemayor el 2 de octubre de 1968? Su respuesta es inmediata: "En Parral, Chihuahua".
Y existe una explicación para ello:
-Mi padre se había preocupado muy seriamente dos semanas antes de los hechos por la situación en el centro del país. Así que entre argumentos y autoridad me había convencido de pasar una temporada en Chihuahua, mientras disminuía la tensión política en la ciudad de México.
''Suponíamos que con el acercamiento de la fecha de las Olimpiadas habría una distensión de las presiones. Y por motivos que no viene al caso contar ahora, varios de mis amigos muy cercanos habían fallecido o fueron aprehendidos por esos días luego de participar en los movimientos guerrilleros de Chihuahua, que en ese momento aún se desconocían en gran parte del país. Estos acontecimientos también influyeron para que yo regresara a Parral por una breve temporada.''
-A 32 años del 2 de octubre, más que rehacer la historia, quizá es preciso hacerla, llenar el vacío de información que se padeció en este prolongado lapso.
-Durante 32 años mi generación se enfrentó a una versión oficial que parecía monolítica e indestructible. Esta versión se sustentaba en tres principales datos: uno, identificar a los francotiradores como estudiantes; dos, afirmar que las armas habían sido proporcionadas por países pertenecientes a la órbita de la Unión Soviética; y, tres, asegurar que el movimiento había sido promovido y apoyado financieramente por el bloque soviético en ese periodo clave de la guerra fría.
''Contra esa versión oficial poco podía hacerse, y ese poco representaba una tarea testimonial, periodística, de resistencia política o de militancia cívica.
''Pero no había posibilidades ciertas de encontrar, documentalmente hablando, una salida más o menos fidedigna para oponerla a la oficial.''
Montemayor habló con Scherer varias veces y lo consultó para verificar datos de los documentos dados a conocer por el periodista. Y prácticamente ahí nace Rehacer la historia, porque Montemayor quiso hacer sólo una reseña de la publicación de esos textos, ''pero en cuanto empecé a escribir la primer cuartilla me fui dando cuenta que el análisis necesitaba ser más extenso, más dilatado y que exigía una concentración mayor. De tal manera que se prolongó esta reseña a 15 artículos, aparecidos en Proceso.
''Una vez que terminé ese análisis de los documentos del general García Barragán y del material fílmico, obtuve los 30 documentos desclasificados por el gobierno estadunidense de inteligencia militar relacionados con el 68. Esto ya no lo hice en México, sino que estaba en Francia, y allá un amigo especialista en programas de cómputo bajó de la red los documentos y me los dio.
''Esos materiales los fui leyendo a lo largo de mi estancia en Francia y en Italia, junto con otro material que no había revisado concienzudamente, que eran los partes militares de los generales Mazón Pineda y Hernández Toledo."
El análisis desde luego es político y social, pero también lo es de orden criminalístico. Hay datos, apreciaciones y fotografías que dan cuenta de un trabajo casi de balística. Este enfoque técnico ciertamente no ocupa la mayor parte del volumen, pero aporta datos también significativos para esclarecer los hechos de aquella tarde. Así lo explica Carlos Montemayor:
-Las versiones que cada uno de los tres cuerpos documentales menciona son suficientes para reconstruir los hechos del 2 de octubre en el plano que me interesaba. Es decir, el periplo que siguió la emboscada de los francotiradores contra los estudiantes y el Ejército Mexicano.
''Hay una inferencia que en cuanto a balística es muy importante: la herida, que pudo haber sido mortal, recibida por el general Hernández Toledo, que tuvo una trayectoria casi vertical de arriba hacia abajo. Eso fue descrito con lujo de detalles desde el primer día por las versiones oficiales.''
En el plano que aparece en el libro, contenido entre los papeles del general Hernández Toledo, hay un cruce del triángulo donde fue herido, por líneas que salen del techo del templo de Tlatelolco. Deduzco que esa herida fue ocasionada por el disparo de un francotirador situado en esa zona.
''Por los materiales fílmicos disponibles, podemos inferir que el disparo lo produjo un francotirador del Estado Mayor Presidencial, cuyo grupo se ve después, en varias escenas, salir del interior del templo.''
Dos movimientos sin paralelismos
En el periodo de Semana Santa, según se comenta en los corredores de Ciudad Universitaria, es posible que se vuelvan a tomar las instalaciones por parte del CGH.
-A 32 años del 68, cuáles son las similutudes, si las hay, entre un movimiento y otro.
-No veo ninguna relación, ningún paralelo entre ambos movimientos. Creo que se parecen en el término ''universitario", pero nada más. Las condiciones políticas, universitarias y del país en general, en 1968 eran totalmente distintas de lo que son ahora.
''La participación del Ejército en el 68 fue muy temprana y se prolongó después del 2 de octubre. Sabemos ahora que la decisión de la masacre se tomó entre el presidente de la República y su jefe del Estado Mayor Presidencial, dado el contexto de la guerra fría.''
Hoy el estado de cosas es muy otro y Carlos Montemayor cierra la plática con el acento en la distinta repercusión social de ambos casos:
''En este momento creo que el actual movimiento estudiantil presenta muchos sectores y fronteras oscuras. No existe una uniformidad clara como la que permitió convertir a la gesta estudiantil del 68 prácticamente en un movimiento de carácter ciudadano."