MIERCOLES 12 DE ABRIL DE 2000
Ť Con 90.2% de los votos escrutados, la ONPE da 49.76% a Fujimori
Toledo se declara "en resistencia pacífica" contra el abuso en Perú
Ť El aspirante opositor dice que aceptará los resultados "si se admite que habrá segunda vuelta"
Ap, Afp, Dpa, Reuters y Pl, Lima, 11 de abril Ť El candidato presidencial opositor peruano Alejandro Toledo se declaró esta noche "en resistencia pacífica contra el abuso y la ruptura de la institucionalidad democrática", luego que la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) anunció que el presidente Alberto Fujimori se aseguró 49.76 por ciento de los votos en las elecciones del domingo pasado, contra 40.39 de Toledo, según 90.2 por ciento del escrutinio.
Por lo pronto, más de 30 mil personas, según estimaciones de la policía, se congregaron esta noche de manera espontánea frente al hotel Sheraton, en el cual Toledo instaló su cuartel de campaña, a una distancia de kilómetro y medio de la Plaza Mayor de Lima, donde se encuentra el Palacio de Gobierno.
Unas 10 mil personas se volcaron a las calles en Iquitos para protestar también contra el "fraude". Movilizaciones similares se realizaban además en Arequipa, Cusco, Iquitos, Huaraz, Piura, Chimbote y Ayacucho.
Jorge Recavarren, funcionario de la ONPE, indicó que los resultados oficiales se darán a conocer hasta este miércoles, sin especificar la hora. Un reporte anterior del organismo, con 86.7 por ciento del escrutinio, otorgaba a Fujimori 49.96 por ciento de los sufragios, y a Toledo 40.28 por ciento.
Horas antes, Toledo dio marcha atrás en su decisión de no reconocer los resultados independientemente de cuales fueran, y aclaró que los reconocería siempre que éstos admitieran la segunda vuelta.
Al hablar ante unas 10 mil personas -en su mayoría estudiantes que al grito de "y va a caer, y va a caer, la dictadura va a caer", se congregaron frente al hotel citado-, Toledo les pidió que esperaran hasta las siete de la noche en que estaba previsto que la ONPE emitiera un nuevo boletín, que fue el que otorgó a Fujimori 49.76 por ciento de los sufragios.
Poco después de las 21 horas, Toledo sostuvo que fue informado que la ONPE habría asignado ya a Fujimori 49.9 por ciento de los votos, colocándolo a una centésima del mínimo legal (50 por ciento más un voto) para lograr un tercer mandato consecutivo.
"Creen (los de la ONPE) ser muy astutos, y lo que tratan de hacer es dilatar hasta la medianoche, porque piensan que ya estaremos descansando, para consumar el fraude", agregó Toledo en medio de un indescriptible frenesí de las casi 25 mil personas que se habían congregado ya para esa hora.
Rodeado de cinco candidatos presidenciales opositores y de la ex esposa de Fujimori, Susana Higuchi, no precisó cuáles serán las modalidades de sus "resistencia pacífica" porque, expuso, aún debe discutirla con otros líderes, pero explicó que promoverá un "paro nacional pacífico", y que recorrerá "cada rincón del país".
Instó a sus seguidores a reunirse de nuevo en el lugar a las 10 de la mañana de este miércoles, a lo que la multitud respondió que se quedarían ahí toda la noche, mientras se reportaba que unos 10 mil toledistas llegaron a la Plaza Mayor de Lima coreando: "y va a caer, y va a caer, la dictadura va a caer", sin que al cierre de esta edición se hubieran reportado incidentes, aunque unos 150 policías redoblaron la vigilancia de la llamada Casa de Pizarro, sede del Ejecutivo.
En la tarde, Toledo había advertido que "los ánimos están absolutamente caldeados y el país está al filo de la navaja", para después solicitar una reunión con el "candidato" Fujimori para que "con altura y visión de intereses podamos encontrar alguna solución para evitar que se produzca un desborde popular".
Toledo agregó que mantuvo contactos personales con miembros de las fuerzas armadas, "que han expresado su descontento, pero no puedo decir que se cuente con el apoyo de la institución", admitió.
La Iglesia católica instó por su parte a la población a la calma y el organismo electoral a actuar "con altura".
El jefe de la misión de observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA), Eduardo Stein, reiteró denuncias de irregularidades en la forma en que se han divulgado los resultados oficiales y en declaraciones a la televisora CNN calificó de "muy grave" la situación en el país andino.
Rompe el silencio
Fue hasta después de las 22 horas del lunes cuando Fujimori rompió el silencio sobre el proceso electoral. Hizo un llamado a sus compatriotas a esperar en calma los resultados, y descartó hablar en torno a la posibilidad de una segunda vuelta pues, sostuvo, "no hago especulaciones".
"Si se gana en primera vuelta de acuerdo con el conteo oficial, se tiene que respetar la voluntad del pueblo", señaló el mandatario-candidato, quien subrayó que el proceso ha sido "normal, justo y libre".
Criticó a Toledo, quien, dijo, "empujó" a manifestantes la medianoche del domingo hacia la Plaza Mayor de Lima, en una "marcha que pudo tener consecuencias impredecibles", en alusión a la concentración en defensa de la democracia y contra el fraude reprimida por policías antimotines con gases lacrimógenos.
Minimizó las proyecciones de observadores, en especial las de Transparencia, al insistir en varias ocasiones que una proyección de 700 mesas sobre 89 mil no es decisiva, pero el secretario general de Transparencia, Rafael Rocanglio, aclaró hoy que el margen de error de sus estimaciones es de .06 por ciento.
Rocanglio reiteró que Fujimori obtuvo 48.7 por ciento mientras Toledo 41 por ciento, por lo que es necesaria una segunda ronda, y recordó que hace cinco años, con el mismo método de ahora, anticipó la arrolladora victoria de Fujimori, quien entonces lo elogió.
Advertencia de EU
Horas antes Estados Unidos había cuestionado la legalidad del proceso comicial peruano. "Esperamos que haya una segunda vuelta, y creo que habrá serios problemas si el escrutinio indica cualquier otra cosa", dijo el vocero de la Casa Blanca, Joe Lockhart.
La secretaria de Estado estadunidense, Madeleine Albright, afirmó que "lo que nos preocupa es que parece haber informaciones contradictorias sobre los resultados" que dan los observadores y el conteo oficial. Advirtió que si estas "inconsistencias" no se aclaran podría ponerse en duda la legitimidad del proceso.
Recuento de irregularidades
Las transparencia del proceso electoral estuvo marcada desde en un principio por una serie de irregularidades y una guerra sucia contra potenciales rivales para que Fujimori lograra su tercer mandato consecutivo, como los ataques lanzados desde periódicos fujimoristas contra el alcalde Lima, Alberto Andrade, y el ex funcionario Luis Castañeda.
El turno tocó después a Toledo, a quien relacionaron con un estafador financiero, le adjudicaron la existencia de una hija fuera de matrimonio, y aseguraron que su hija Chantal era fruto de una infidelidad de su esposa, Eliane Karp.
Un par de semanas antes de los comicios salió a la luz pública que uno de los movimientos que integran Perú 2000 logró su registro con un millón de firmas falsificadas.
Más aún, la nueva ley electoral establece que se queman los votos después de computados, lo que permite a los miembros de la mesa de votación agregar a discreción cierta cantidad de sufragios en la actas, aunque no mayor al número de sufragantes.
Entre otras de las irregularidades documentadas por observadores tanto nacionales como extranjeros figura la demora en la entrega de resultados de las mesas electorales, la suplantación de personas a la hora del voto, y hasta cédulas ya marcadas a favor de Fujimori, mutiladas o con cera para no poder marcar el voto sobre el símbolo de Toledo, que tampoco apareció en boletas en 14 de los 24 departamentos del país.