MIERCOLES 12 DE ABRIL DE 2000

Ť El presidente español exige adelantar elecciones


Insólita, la injerencia de Aznar en el País Vasco: líder del PNV

Ť Ni convocaremos ni pediremos moción de confianza: Ibarretxe

Ť Unica forma de salvar la crisis , dice el gobierno de Madrid

Armando G. Tejeda, corresponsal, Madrid, 11 de abril Ť El presidente del gobierno español, José María Aznar, exigió hoy elecciones anticipadas en el País Vasco, ya que consideró que "es la única solución para salir de la crisis institucional" que enfrenta el régimen del nacionalista moderado Juan José Ibarretxe, quien por su parte descartó dicha posibilidad.

Euskal Herritarrok (EH, marca electoral de Herri Batasuna, considerado brazo político de ETA) anunció hoy que en caso de que se materialice la posibilidad de nuevos comicios, "replanteará su actitud" frente a la administración de Ibarretxe, mientras el vocero del Partido Nacionalista Vasco (PNV, en el gobierno local), Iñaki Anasagasti, calificó la petición de Aznar como "una injerencia insólita" en la historia democrática de la región.

La posibilidad de celebrar elecciones anticipadas, a dos años de que termine la Legislatura, se dirimió hoy al más alto nivel del gobierno de Madrid y del País Vasco.

Aznar, quien realiza una gira por Eslovaquia, señaló que "hay que ir a las urnas" para que los ciudadanos decidan si abren o no "un proceso político nuevo" que modifique el actual "marco institucional en el País Vasco, que sigue dañando a las instituciones". A juicio del jefe de gobierno español, se debe "aplicar la lógica democrática" y desechar "las falsas componendas y los chanchullos sin sentido de que aquí no pasa nada y vamos a aguantar".

La exigencia de Aznar se produce en un momento delicado para el gobierno de Juan José Ibarretxe, quien, tras la ruptura de su pacto parlamentario con EH, en febrero pasado, y el atentado etarra que costó la vida al líder socialista Fernando Buesa, se quedó en minoría parlamentaria inédita, con apenas 25 por ciento del apoyo camaral a su administración.

Asimismo, el derechista Partido Popular (PP), de Aznar, se consolidó como la segunda fuerza política en la región, y por primera vez con posibilidades de ganar los hipotéticos comicios. Además, el Partido Socialista de Euskadi (PSE) se comprometió a votar una posible investidura de un candidato no nacionalista, en este caso del PP, y que sería el actual ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja.

Ibarretxe reiteró que su gobierno ni convocará a elecciones anticipadas ni pedirá la "moción de confianza" que le exigen el PP y el PSE, partidos llamados "españolistas". A juicio del lehendakari, "no cambiaría nada ni se resolvería nada", ya que sus apoyos son los mismos con que contaba al principio de la Legislatura, los del PNV y Eusko Alkartasuna (que tiene seis escaños), esto es, 27 diputados locales.

En todo caso, cabe la posibilidad de que el PP y el PSE aprueben en el Parlamento una "moción de censura" al gobierno de Ibarretxe, que abriría la puerta a las dichosas elecciones anticipadas.

Para Ibarretxe, en el escenario actual "no hay alternativas de gobierno, al margen de PNV y EA", y retó a la oposición a que "si las hay, dejen de meter ruido y de confundir a la gente y presenten legítimamente una moción de censura constructiva contra el lehendakari".

Por su parte, el vocero de EH, Arnaldo Otegi, convocó a la reunión de mañana del Pacto de Lizarra para dirimir esta y otras cuestiones. Adelantó que su formación no apoyará el documento del PNV y EA, en el que piden a ETA que pronuncie una nueva tregua, ya que según Otegi, esto "no conduce a la paz, pues se trata de viejos y falsos debates que no ayudan a recrear las situaciones que permitan a ETA una iniciativa de ese calado".

Otegi pidió "no dramatizar la situación, ya que la sociedad vasca da pasos innegables y va por delante de los políticos". A juicio de Otegi, hay dos obstáculos para la construcción nacional: el bloqueo de parte de Madrid a instituciones como Lizarra y la Asamblea de Municipios Vasco, y los ataques contra las plataformas y organizaciones que pugnan por los derechos de los presos vascos. Señaló también que el PP y al PSE han roto sólo en el País Vasco el diseño que mantienen en el resto del Estado español, arguyendo que hay que combatir "la amenaza nacionalista".