JUEVES 13 DE ABRIL DE 2000

* Fueron arrojados en su vehículo a un barranco en la región de La Rumorosa


Asesinados cerca de Tijuana, tres agentes antinarcóticos de la PGR

* Investigaban a los hermanos Arellano Félix y Campos Salcido, informa Herrán Salvatti

* Participaban en las pesquisas sobre la muerte de Gustavo Gálvez, abogado de El Chuy Labra

Jorge Alberto Cornejo, corresponsal; José Galán * Tres agentes de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos contra la Salud (FEADS), dependiente de la Procuraduría General de la República, fueron asesinados a golpes y luego arrojados a un barranco de más de 100 metros de profundidad en la región bajacaliforniana de La Rumorosa, informaron las autoridades. Los tres, según precisó Mariano Herrán Salvatti, fiscal antidrogas de la PGR, investigaban a los cárteles de los hermanos Arellano Félix, en Tijuana, y de los Campos Salcido, en Mexicali.

Las víctimas son Luis Patiño Morales, que era director general del Ministerio Público Federal Especializado Antidrogas; el capitán Rafael Torres Bernal, primer subcomandante de la Policía Judicial Federal, y Oscar Pompa Plaza, agente del Ministerio Público Federal, quienes habían sido reportados como desaparecidos desde la tarde del pasado lunes, cuando al parecer salían de su domicilio en la ciudad de San Antonio (California).

Los cadáveres de los tres agentes fueron encontrados en el interior del vehículo oficial a ellos asignado, un Chevrolet Lumina color blanco, con placas 3KZF428 del vecino estado de California. Hasta el cierre de la edición, la PGR sólo determinó que los tres funcionarios fueron torturados y luego seguramente colocados en el vehículo que, posteriormente, fue desbarrancado a la altura del kilómetro 59 de la carretera Tijuana-Mexicali. En las próximas horas será dado a conocer el resultado de las necropsias.

Los agentes formaban parte de un grupo de la Fiscalía Especial que investigaba en la frontera norte las actividades de los Arellano Félix, así como las circunstancias del asesinato del abogado Gustavo Gálvez Reyes, defensor de Jesús Labra, El Chuy, considerado como el cerebro de las finanzas del citado cártel, arraigado en la ciudad de México después de haber sido detenido en Tijuana en marzo pasado. De acuerdo con la versión de las autoridades de la Procuraduría, el asesinato de los tres agentes antidrogas es una respuesta directa de los Arellano Félix por la detenciones de Labra.

 

Versión confusa sobre la

detención de El Mayel

 

Mientras tanto, el comandante de la segunda Región Militar, con base en Mexicali, general Rigoberto Castillejos Adriano, confirmó la aprehensión de El Mayel, si bien no se precisó la fecha del operativo. ''Hasta donde tengo entendido, sí fue detenido por agentes de la PGR'', manifestó el militar en un acto público realizado en Mexicali. El pasado 3 de abril un diario de Mazatlán publicó que El Mayel había sido detenido y trasladado al Distrito Federal, pero dos días después la Procuraduría General de la República desmintió la versión periodística.

En conferencia de prensa realizada en la ciudad de México, Herrán Salvatti informó que la dependencia a su cargo reforzará las investigaciones en torno a los hermanos Arellano Félix y Campos Salcido, en Tijuana y Mexicali, respectivamente, donde hasta el momento se encuentran comisionados 73 elementos dedicados específicamente al asunto. El funcionario agregó que el triple asesinato ''no nos arredrará en nuestra lucha contra los narcotraficantes en la zona norte del país''. Los tres agentes se encontraban destacados en la zona desde el pasado marzo. ''No nos vamos a dar por vencidos, la muerte de los compañeros no será en vano'', afirmó el fiscal antidrogas.

Al cártel de los Arellano Félix se le atribuyen por lo menos 300 asesinatos, entre los que se cuentan un centenar de policías y militares, así como delincuentes antagónicos a su organización criminal. Las muertes de funcionarios de la PGR que combaten al cártel de Tijuana datan de marzo de 1994, cuando Javier Arellano, El Tigrillo, escapó de un arresto seguro gracias al apoyo de algunos agentes de la Policía Judicial de Baja California.

Ese día, 3 de marzo, junto a Javier Arellano Félix viajaba El Mayel, quien se inició en la organización llevando pequeños bultos de cocaína a la ciudad de Los Angeles, California.

Después fue adquiriendo mayor grado dentro de la organización delictiva, gracias a su estrecha amistad con Benjamín Arellano Félix y llegó a ser encargado de controlar la flotilla de burreros, como se les denomina a quienes se encargan del contrabando hormiga de estupefacientes hacia el vecino país del norte. La experiencia adquirida y su fidelidad a los Arellano Félix convirtieron a El Mayel en un hombre económicamente poderoso y temido. Según datos de la PGR, ese individuo era hasta el momento de su presunta detención el de mayor confianza de los Arellano Félix.

El Mayel había creado un grupo de colaboradores de máxima confianza, entre los que se contaba su propio hijo, Ismael Higuera Flores, de 19 años de edad, quien fue arrestado en mayo de 1998 por la PGR en posesión de armas y drogas, trasladado al penal de Almoloya de Juárez y luego regresado al estado de Baja California, donde con el apoyo de sus abogados alcanzó la libertad tras el pago de una multa.

Higuera Flores fue detenido junto con Fernando León y Carlos González Félix, este último ex director de la penitenciaría del estado y ex escolta del que fuera gobernador panista, Ernesto Ruffo Appel.