JUEVES 13 DE ABRIL DE 2000

* Becket o el honor de Dios, obra mexicana aplaudida en el festival de Bogotá

Nueve canciones mezcla lo más clásico del Oriente con pinceladas de modernidad

* Espectáculo, con boletos agotados, a cargo de la compañía Cloud Gate Dance de Taiwán

* Cerca de mil velas, al final, hacen alusión a la matanza de la plaza de Tiananmen

Renato Ravelo, enviado, Santafé de Bogotá, 12 de abril * La suavidad reina en el escenario con el grupo Cloud Gate Dance de Taiwán, que mezcla lo más clásico del Oriente con algunas pinceladas de modernidad, sólo las suficientes para introducirse en la tradición finisecular de la memoria selectiva. El poeta Chu Yuang fue acusado de traición hace dos mil años y se le condenó al destierro, circunstancia desde la cual escribió nueve poemas que a la amargura del exilio le agregaban técnicamente la incorporación del criticismos metafóricos, es decir una forma elegante de estar sin estorbar. En el escenario, sin estorbar, un estanque con flores de loto, que es la imagen que da origen en la mente de Lin Hwai-min al espectaculo Nueve canciones.

ƑPor qué, se pregunta el coreógrafo, un estanque de flores no puede seren el escenario? Y aunque el capricho de Hwai-min nunca le agrega nada al discurso estético, pareciera imprescindible. A lo más en dos ocasiones tiene que ver con la trama dancística, que inicia con un pausado desnudar de pétalos, con un reverencial afán por celebrar la inmovilidad o, mejor dicho, la precisa y austera invasión del espacio, poco antes de estallarlo lentamente en giros que tienen algo de Tai Chi. Lin Hwai-min está convencido de que la danza es el arte que ''mejor expresa las necesidades más profundas de la vida moderna", por lo que traduce los poemas de Chu Yuang a su propio idioma conservando las imágenes chamánicas y las de dioses primitivos.

Opera que pinta frustraciones,

temores y esperanzas

Nueve canciones era una de las obras más esperadas por el público bogotano, al grado de que los boletos se agotaron e incluso la función de clausura fue adquirida por una empresa. Según los organizadores esto se debió a la gran cantidad de material promocional que se envió. No lo necesitó, cabe mencionarlo, la mexicana Becket o el honor de Dios, una de las más aplaudidas, por esa propuesta fresca y universal ųsin el chovinismo convencionalų que trae esa generación a la que lo mismo pertenece Claudio Valdés Kuri, que escritores como Jorge Volpi o Ignacio Padilla.

Para el caso de Taiwán, el resultado es una ópera de la naturaleza, que sobrecoge y pinta frustraciones, miedos y esperanza. De la violencia del rito de creer en los dioses a la tranquilidad de la fe que ampara. Del suave aleteo a la matanza de Tiananmen.

La propuesta oriental de que el movimiento es una voluntad razonada, una decisión codificada hace muchos años, en el principio de los tiempos, se expresa en el producto que propone el Cloud Gate Dance. Así lo expresa su director: ''ƑCuánto tiempo ha pasado desde que observamos por última vez una flor o una hoja durante un minuto completo?". Y sugiere una observación minuciosa de una hora con 40 minutos, con un plan de iluminación de más de 400 focos que llegó a Bogotá con más de un mes de anticipación. Por cierto que en el escenario, como un gesto inocente anti Made in Taiwan, aparece de repente, en medio de las coreografías, un hombre con una maleta, en bicicleta o en patines.

La propuesta combina los movimientos fuertes de cadera y dedos de las culturas asiáticas, con los de la danza Bali, híbrido como un atajo en los espacios que de pronto parece estar en medio de una manifestación el día de San Patricio, en Nueva York, para luego trasladarse al horror de la plaza china.

El público, ávido, digiere las propuestas plásticas más que escénicas de Nueve canciones. Por eso se conmueve al final con la puesta en escena de cerca de mil velas que ligadas al cuadro referido a Tiananmen, parecen una especie de perdón, de reconciliación con la vida y que, es fácil imaginar, sorprenden para la mayoría que nunca ha visto tantas luces fragmentadas que rasgan la oscuridad.