DOMINGO 16 DE ABRIL DE 2000

Ť Tiran estiércol frente a la casa de Wolfensohn


Arrestan casi a la mitad de los manifestantes contra FMI y BM

Ť Desde hace una semana la FBI emitió una alerta contra protestas

Jim Cason y David Brooks, corresponsales; Roberto González Amador, enviado, Washington, 15 de abril Ť Alrededor de mil activistas marcharon afuera de la sede del FMI y el Banco Mundial. Cientos de estudiantes, acompañados por sindicalistas y ambientalistas, se movilizaron frente a tiendas que venden productos hechos con mano de obra del Tercer Mundo. Representantes de la sociedad civil visitaron en su casa al presidente del Banco Mundial, James Wolfensohn, cuando desayunaba, para denunciar las prácticas de su institución y una carga de estiércol fue depositada frente a la entrada de su domicilio y se le entregó una carta donde se anuncia un boicot a los bonos del BM.

Por la tarde, la policía detuvo a unos 400 manifestantes -según calculó el subjefe de la policía Terry Gainer- cuando tres mujeres vestidas de rojo leían algunos párrafos del Manifiesto comunista. El cargo fue marchar sin permiso.

A las 6:45 de la mañana apenas comenzaban las protestas contra las reuniones anuales del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional y el gobierno de Estados Unidos impuso un virtual estado de sitio en el centro de esta capital. Bloqueó el paso en una zona de unas 50 cuadras; colocó triplay en las vitrinas de varios negocios, barreras alrededor de la Casa Blanca y las sedes de los dos organismos finacieros internacionales, y desplegó policías en la mayoría de los cruces clave del centro.

Temprano, un gran contingente policial llegó al centro operativo de los activistas que se congregan aquí para manifestarse contra el FMI y el BM, y después de un cateo, el edificio fue clausurado por peligro de incendio.

La policía expulsó a cientos de activistas sin permitirles llevarse títeres, mantas y otros materiales -que los manifestantes habían preparado para sus acciones- y cerraron el acceso a toda la calle. Más tarde, la corporación informó haber encontrado elementos para preparar cocteles Molotov y materiales "peligrosos" ahí y en otro edificio más que fue cateado.

Uno de los activistas comentó que "con uno de los índices más altos de homicidio del país, la policía de Washington está vigilando a nuestros peligrosos títeres". Jim Drew, abogado del Gremio Nacional de Abogados, que representa a los activistas, dijo que la policía ingresó al edificio sin orden de cateo bajo el pretexto de detectar peligros de incendio.

"Son cargos completamente espurios, es un golpe preventivo que no funcionará, no nos desalentará. Continuaremos nuestra lucha en nuestros términos contra el FMI y el BM", declaró a este diario John Sellers, líder de la organización activista Ruckus Society. "Somos una estructura descentralizada, y todo esto nos fortalecerá", agregó Patrick Reinsborough, vocero de Movilización por la Justicia Global -nombre de esta serie de acciones en Washington. Varios activistas señalaron que esta represión permite que la gente "se dé cuenta del tipo de país en que viven", donde se intenta violar los derechos fundamentales de la libre expresión.

La policía le hace el favor a la oposición

En efecto, lo que la policía logró hacer hoy es precisamente lo que los activistas habían declarado como su objetivo: cerrar la ciudad. El propósito de la oposición es "clausurar la reunión del FMI y el BM, y hoy la policía clausuró gran parte del centro de Washington. Ahora, la zona entre la Casa Blanca y los edificios de las instituciones multilaterales está cerrada a todos y desierta, sólo con la presencia de policías, patrullas y cámaras de televisión, que según el Washington Post conforman una área de acceso restringido de 50 cuadras. Esto recordará las 40 cuadras que fueron declaradas como "zona de no protesta" en Seattle.

Delegados a las reuniones del BM y el FMI que comenzaron a llegar este fin de semana han tenido que abandonar sus limosinas a cambio de camionetas escoltadas por la policía. Un grupo de empleados de cafeterías y de limpieza de las dos instituciones deberá dormir en esos edificios hoy y mañana porque la policía no puede garantizarles el acceso, y agentes de la FBI y del Servicio Secreto han sustituido a los guardias privados que usualmente se encargan de vigilar las entradas.

Empleados federales fueron notificados desde el viernes que existe la posibilidad de que los edificios federales puedan permanecer cerrados el lunes por la amenaza a la seguridad presentada por los activistas.

Una "alerta de amenaza a la seguridad nacional" fue emitida por la FBI a principios de esta semana, copia de la cual fue obtenida por La Jornada, donde se advierte que "anarquistas, ambientalistas, defensores de los derechos de los animales, extremistas derechistas, activistas de derechos humanos y posiblemente sindicatos" podrían intentar irrumpir en las negociaciones, hostigar e impedir el movimiento de delegados del BM y el FMI, y "clausurar" las reuniones. "Una extensa lista de objetivos ha sido identificada por la seguridad pública de Washington", afirma la alerta de la FBI.

La estrategia de la policía parece ser la intimidación y actos para intervenir en las actividades de protesta antes de que éstas se desarrollen para debilitar su organización y coordinación, y evitar las acciones de desobediencia civil como las que se realizaron en Seattle. Helicópteros policiacos sobrevolaron la ciudad durante todo el día y los policías llegaron a sus trabajos con sus equipos antimotines y máscaras antigás. Esta noche la policía desplegó una tanqueta blindada antimotines cerca del FMI.