DOMINGO 16 DE ABRIL DE 2000
* Durante seis horas, fans recordaron al actor en su 43 aniversario luctuoso
Sin mariachis, la gente refrendó su admiración a Pedro Infante
* Asistieron el cineasta Ismael Rodríguez, los hijos del cantante y la presidenta de su club
Jorge Caballero * Con devoción que rayó en delirio, cientos de admiradores recordaron durante más de seis horas, con oraciones, porras, cantos y las tradicionales Mañanitas, al ídolo del cine mexicano Pedro Infante, en su 43 aniversario luctuoso.
En esta ocasión no hubo misa, porque "el padre no llegó", informó América Infante, hija de Pepe El Toro; tampoco llegaron mariachis.
Entre los asistentes se encontraba el cineasta Ismael Rodríguez, al que se le preguntó sobre sus experiencias con Pedro Infante fuera del ámbito cinematográfico: "Nos gustaban las mismas mujeres, compartíamos muchas parrandas y, además, teníamos el mismo gusto para vestir".
Cruz Infante, con bigote ralo y vestido de policía de tránsito, emulando al protagonista de la película A toda máquina, agradeció el amor profesado a su abuelo en tantos años.
También estuvo la presidenta del club de
A la entrada del Panteón Jardín había una potente bocina de la cual emanaban las pistas de sus canciones. Mientras sonaba Di que no, el comerciante anunciaba: "Para que cante como Pedro Infante". Había también otros productos relacionados con el ídolo: puestos con fotografías,
Adentro, las coronas y los arreglos florales atestaban la tumba del cantante. Una manta decía: "Recordamos al ídolo del pueblo en su 43 aniversario. Asimismo festejamos el 50 aniversario de su película Sobre las olas, realizada por el gran director Ismael Rodríguez". Firmaban los hermanos Briones Martínez.
"Queremos mariachis, queremos mariachis", gritaba una parte del público. Los asistentes, personas maduras en su mayoría, mostraban a reporteros gráficos y camarógrafos sus antiguas fotos enmarcadas de Pedro Infante.
Deambulaban por el lugar, por lo menos, 40 personajes vestidos como el actor, la mayoría con camisa y sombrero, como Martín Corona; otros portaban sus elegantes trajes de charro en blanco y en negro, e incluso se vio uno vestido de manta como el indio Tizoc.
Una treintena de ellos se animó y subieron a entonar sus canciones preferidas: Yo te quise, Copetín, Mi Tenampa, Mía, No volveré, Ella y Por qué volviste a mí, entre otras. Todas las voces de los improvisados cantantes tenían un color parecido al de Pedro Infante, algunos se parecían mucho y otros no tanto, pero igual la gente agradeció su participación con aplausos.
Otros admiradores, más macizos, sacaban su pachita y la mezclaban con coca cola. Una señora mostraba una manta bordada a mano con la Virgen de Guadalupe y rostros de Pedro Infante alrededor.
Tarde de festejo en la cual la gente recordó, bailó, cantó, platicó en torno a Pedro Infante, el ídolo que el pueblo no deja morir.