DOMINGO 16 DE ABRIL DE 2000

* Concierto de despedida, antes de su gira por Europa


Pese a la imprudente seguridad, Molotov produjo la histeria

Juan José Olivares * Una bomba molotov explotó la noche del viernes en el bar Bulldog. En concierto de despedida, antes de su gira por Europa ųque comienza el 5 de mayo en Alemania y continúa en Rusia, donde por cierto, tocará por primera vez un banda mexicanaų, el grupo Molotov impactó sus cristales acústicos en las nocheriegas almas que llegaron al antro de la colonia Mixcoac.

Una vez más el local morisco se retacó con los fieles seguidores del grupo, así como de los que llegaron por costumbre al lugar sin saber quién tocaba; no obstante, éstos al saber que los molo tocarían, su ánimo se elevó más allá del segundo nivel de la casa porfiriana. Euforia que se tradujo en sesiones desmesuradas de chupe.

Dio la una de la mañana y aparecieron en el elevado proscenio las irreverentes figurillas de Tito (Ismael Fuentes), Paco (Francisco Ayala), Micki Huidos (Miguel Angel Huidobro) y El gringo naco (Randy Ebrigth), que con agresivos riffs, densos bajos, pulsantes batacazos y rabiosas voces encendieron la histeria de manera colectiva, que en ocasiones era apagada por un intolerante grupo de seguridad que al menor signo de lozanía (natural en los recitales de Molotov, donde todo es brinco y salto patrás) sacaba a la gente que le parecía "desatada", sobre todo un joven security obeso y bastante grande, que en vez de deleitar sus oídos con el poder de Molotov, la hacía de pilmama.

Lo cierto es que no importaban las mojadas con cubas y chelas, los pisotones, los vulgares raspados entre ellas y ellos, y los aventones; sólo existió la prendidez del ambiente. Y llegaba a nuestra médula Voto latino, RastaMaldita, Parásito, Gimme tha power (con el acompañamiento del perdido caifán Alejandro Markovich), y la potencia continuaba con la semiapología a la banda Queen con su Rap, soda y bohemia, ahora con el acompañamiento de la lira de Rafael Villafán.

Una fugaz despedida y otro tributo, ahora a los Sex Pistols con la rolototota Anarchy in the UK, himno de las generaciones contestatarias del punk. Pero no pudo faltar la canción que más adeptos les dio y por la cual muchos se desgañitaron: Puto, que se escuchó casi hasta el más viejo de los continentes, Europa, el cual seguramente retumbará con los potentes y arrabaleros decibeles de los molo.