DOMINGO 16 DE ABRIL DE 2000

* El gobierno incumple preceptos de la Constitución


Pierde el salario 47.6% de su valor durante gestión zedillista

* Informe anual del Cereal sobre violaciones a derechos laborales

Fabiola Martínez * El gobierno mexicano ha incumplido todos los preceptos que establece la Constitución y los convenios internacionales relativos a un salario suficiente y derecho a trabajo digno, "situación que ha generado una deuda social no sólo de una o dos décadas perdidas en desarrollo humano, sino una regresión de medio siglo", advirtió el Centro de Reflexión y Acción Laboral (Cereal).

En su informe anual de las violaciones a los derechos humanos laborales en México, titulado Precarización e Inestabilidad en el Empleo ƑNueva Cultura Laboral?, el Cereal destaca que en 1999 un asalariado apenas compraba 7 por ciento de lo que podía adquirir en 1976, es decir, en 22 años ha perdido 93 por ciento de su poder adquisitivo.

El salario mínimo debería aumentar 290 por ciento para poder adquirir los productos alimenticios básicos, sin contar los gastos derivados de educación, salud, vivienda, recreación y cultura que señala la Carta Magna del país.

Durante los primeros cuatro años del gobierno de Ernesto Zedillo, el salario había perdido 47.6 por ciento de su valor y, sólo en los primeros ocho meses de 1999, experimentó un retroceso de 9.7 por ciento en su poder de compra, "por lo que los diez puntos de incremento al minisalario aprobado para este año resultan insuficientes y confirman la política que busca el control de la inflación, mediante la contención salarial y la reducción del consumo".

Lo anterior se deriva del análisis del organismo sustentado en información oficial e investigaciones de académicos de la UNAM y la Universidad Obrera, entre otras fuentes, con base en lo cual afirma que los efectos de la pérdida del poder adquisitivo, en lo que va de la presente administración, "han sido de enorme dureza" porque sólo dan acceso a 40.46 por ciento de la canasta básica, a diferencia de diciembre de 1994, cuando con un minisalario era posible comprar 62 por ciento de esa canasta.

Además, se afirma que México está ubicado entre los países latinoamericanos con mayor deterioro salarial, y en el lugar 10 entre las naciones más pobres. De igual forma, el número de trabajadores que perciben actualmente el equivalente a un salario mínimo al día (alrededor de 37 pesos) aumentó considerablemente, mientras que la población ocupada que obtiene menos de un ingreso mínimo legal se incrementó de 4.4 a 5.7 millones.

Sin embargo, agrega, en vez de utilizar la política salarial como una herramienta para distribuir equitativamente los costos de la crisis de los últimos años, elevar paulatinamente el nivel de vida de los trabajadores y mejorar sistemáticamente la distribución del ingreso, el gobierno sigue utilizándola como instrumento antinflacionario, "palanca contraccionista" de la demanda interna y como factor de competitividad internacional, es decir, a partir de bajos costos laborales.

"Por eso, nos inclinamos a pensar que esta política salarial contraviene las indicaciones de la recomendación 135 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT)".

En las conclusiones del estudio, el centro señala que es urgente la asistencia técnica de la OIT al gobierno de México ante la precarización, inestabilidad y las cíclicas pérdidas de plazas de trabajo.

Indica que al deterioro imparable del salario se agrega el incumplimiento del gobierno respecto a las metas anuales de empleo que los mismos funcionarios fijaron; no se supera el impacto negativo y rezago de creación de empleos desde la crisis de 1994-1995 ni se responde a la demanda del año que concluye.

Tampoco se logra salir adelante en cuanto al retraso estructural de la economía mexicana que permita "mejorar las condiciones de trabajo y los niveles de vida", como lo establece el Acuerdo de Cooperación Laboral de América del Norte, documento firmado de manera paralela al Tratado de Libre Comercio entre Canadá, Estados Unidos y México.

"Los trabajadores y trabajadoras del país sufren actualmente una enorme deuda social acumulada en 18 años de experimento neoliberal contra el cual nadie los blinda".

Esa política económica contrasta también con los compromisos adquiridos por México en la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social (Copenhague 1995), en el sentido de "promover el objetivo del pleno empleo como prioridad básica de nuestras políticas económicas y sociales".

Al final de su informe anual, el Cereal ųorganización no gubernamentalų recomienda al gobierno federal y al secretario del Trabajo y Previsión Social ratificar el convenio 44 de la OIT, con el fin de mantener un sistema que garantice a los desempleados involuntarios una indemnización o subsidio (similar al esquema de seguro de desempleo aplicado en otros países).

De igual forma, implementar las disposiciones relativas a la contratación y a las condiciones de empleo contenidas en el convenio 169 sobre Pueblos Indígenas y Tribales, observando los aspectos específicos de los acuerdos de San Andrés Larráinzar.