La Jornada lunes 17 de abril de 2000

Gabriela Rodríguez
Joven sacrificada por el PAN

Contra su libertad y violando el derecho a decidir, así como a recibir información y servicios seguros de salud, en territorios panistas se negó el aborto legal a una joven de 14 años. Se trata de sacrificarla para que ella viva un embarazo, un parto y sea madre sin desearlo, al quedar preñada, víctima de la violación de un delincuente. Junto con sus padres y después de denunciar el acto, Paulina toma la decisión y recibe autorización para interrumpir el embarazo de acuerdo con las leyes vigentes. Pero en un hospital público de Mexicali, lejos de cumplir la obligación de informar, respetar la autonomía y proveer los servicios que soliciten los usuarios, le mintieron respecto a riesgos de muerte, desangramiento y esterilidad "inevitables" de un aborto, la expusieron a imágenes violentas de fetos destrozados y la llevaron ante un párroco que la amenazó con excomulgarla. Conclusión: este sábado fue madre..., aunque en reciente conversación ella estaba más ilusionada por organizar su fiesta de 15 años. La situación es en extremo dolorosa e injusta. ƑEn aras de qué intereses se sacrifica la felicidad a una menor?

De acuerdo con lo notificado, el ejercicio del derecho fue perturbado por diversas instancias. Sobre la joven impusieron su voluntad médicos y directivos del hospital, señoras de Pro Vida y del DIF de Mexicali, párrocos católicos y funcionarios públicos del PAN, incluyendo al propio gobernador.

ƑA qué obedece este despliegue de fuerzas tan brutal? Entre los principales factores está la desigualdad social, el abuso del poder público y eclesiástico, así como las ideas de sometimiento cristiano y la violencia cultural hacia las mujeres.

En los países pobres de América Latina, Asia y Africa germina 80 por ciento de los nacimientos de madres menores de 19 años; 60 por ciento son embarazos no deseados. Entre las menores de 16 años, de 20 a 90 por ciento son resultado de una violación. En el mundo, tres de cada cinco abortos ocurren en condiciones seguras y sin riesgo (ni de muerte ni esterilidad); se trata de los servicios legales existentes en los países industrializados. La despenalización del aborto ha tenido un efecto directo en la reducción de las tasas de mortalidad materna, mientras que en 1990 en toda Europa morían 100 mujeres por esta causa, en América Latina mueren seis mil.

Es un hecho que en México la doctrina panista nunca ha reconocido el derecho de la mujer a interrumpir un embarazo en ninguna circunstancia y, aunque sin éxito, ese partido ha promovido iniciativas para eliminar las excepciones en que se puede ofrecer un servicio de aborto legal, como es el caso del producto de un acto de violación. Su plataforma tiene una influencia sustantiva de la doctrina social de la Iglesia católica, a la cual el actual candidato Vicente Fox se adscribe. El sugiere como mejor salida ante un embarazo no deseado "darlo en adopción", con lo cual desconoce los dolorosos procesos psicológicos en la decisión de la mujer involucrada en tales actos.

Su opinión se apega a las encíclicas más recientes y se despega un tanto del pensamiento tomista que dominó en la Iglesia hasta antes de terminar el siglo XIX, según la cual el embrión masculino no recibía el alma sino hasta los 40 días y el embrión femenino hasta el octogésimo día de su concepción, así que era lícito y moral practicar el aborto en un feto no animado, es decir, antes de los 80 días. No sabemos si él preferiría la opción sugerida por Tomás Sánchez, autoridad entre los teólogos desde el siglo XVII: "...Al descubrir un embarazo, a una muchacha violada tan sólo se le permite buscar rápidamente un marido... ella puede silenciar ese incidente a su marido, de forma que éste suponga erróneamente que es suyo el hijo que pudo haber sido engendrado en la violación...".

Lo común en los casos de las doctrinas panistas y católicas es que no les preocupan los efectos psicológicos, económicos, ni el futuro de la mujer preñada, que la suerte "del futuro ser" siempre tiene preferencia sobre la madre que ya existe, que la decisión debe estar en manos de los médicos y teólogos y en ningún caso de las madres. Ellas deben ser sacrificadas para salvar a un ser potencial a quien poder bautizar y librar del pecado original. Así que mientras no mejoremos las condiciones de vida y la balanza del poder entre hombres/mujeres, ricos/pobres, funcionarios/pacientes y ministros/feligreses, muchas mujeres, como Paulina, seguirán siendo injustamente "presas del pánico" ante la violencia y el embarazo e impotentes frente a su cuerpo y responsabilidad materna*.

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* GIRE y Alaide Foppa dirigen campaña de donativos para Paulina que se pueden depositar a la cuenta 85489713 de Banamex, sucursal 202 de Mexicali, BC, a nombre de María Elena Jacinta Raúz