JUEVES 20 DE ABRIL DE 2000

* Advierten los sin tierras que invadirán 500 fincas para el fin de semana


Destruyen una aldea indígena en el sur de Bahía

Ap, Afp y Dpa, Porto Seguro, Brasil, 19 de abril * La noticia de la destrucción de una aldea pataxó a manos de un grupo de pistoleros aumentó hoy la tensión en esta localidad, donde unos 2 mil 500 indígenas celebran una conferencia la víspera del quinto centenario de la llegada de los portugueses a Brasil.

Los representantes indígenas manifestaron este miércoles, día en que oficialmente se celebra el Día Nacional del Indio, su indignación por la destrucción de una aldea pataxó la víspera, a manos de unos 30 hombres armados.

"La brutalidad contra nosotros continúa igual y el gobierno está dando el visto bueno a estos actos violentos", dijo un líder pataxó presente en la conferencia, a la que asisten representantes de los 330 mil indígenas brasileños, entre una población de 160 millones.

La aldea destruida, en el sur del estado de Bahía, y en tierra sagrada de los pataxós, se creó después de que el 2 de abril pasado más de cien indios invadieron una hacienda. En esta región, considerada tierra indígena pero no legalmente demarcada aún, la llegada de los indígenas provocó el malestar de los terratenientes locales.

"No existen pruebas de que haya indios desaparecidos, heridos o asesinados, sólo tenemos constancia de que hubo una aldea destruída y que sus miembros huyeron aterrorizados", informó el fiscal general de Bahía, Paulo Fontes.

La conferencia indígena que se celebra en Porto Seguro, donde el gobierno programa para el sábado los principales actos del quinto centenario, es apoyada por organizaciones negras, partidos de izquierda y por el Movimiento de los campesinos Sin Tierra (MST).

El MST, por su lado, advirtió hoy que invadirá 500 fincas hasta el final de esta semana como forma de "festejar" el quinto centenario. La ola de ocupaciones se inició el lunes, cuando se cumplieron cuatro años de la matanza de 19 agricultores a manos de policías militares.

El jefe de gabinete, subordinado de la presidencia, general Alberto Cardoso, consideró que "todos los brasileños deberían estar inquieitos con esta radicalización", mientras que el ministro de Política Agraria, Raúl Jungmann, amenazó con excluir a los invasores de fincas de los beneficios de la reforma agraria y con suspender la expropiación de haciendas ociosas.

Además, los terratenientes agrupados en la Unión Democrática Ruralista advirtió que a las 500 ocupaciones de haciendas responderán con "500 reacciones".