VIERNES 21 DE ABRIL DE 2000
* Dominación y destrucción, muestra en el Louvre
La obsesión sexual del arte occidental es la violación
* Incluye obras de Rembrandt, Degas y Picasso, entre otros
Beatrice Bretonniere/ Afp, París, 20 de abril * La representación del sexo en el arte de Occidente toma exclusivamente la forma de la violación y de la dominación. Tal es la tesis de la exposición Dominación y destrucción. Estrategias sexuales en el arte occidental, que se inauguró el pasado viernes en el Museo del Louvre.
''La obsesión sexual del arte occidental es la violación", afirma de entrada la exposición, que presenta como pruebas un centenar de obras de grandes pintores del Renacimiento al siglo XX.
''Quizá digan que exageramos. šError! Lo que ocurre es que el acostumbramiento nos enceguece", porque ''el arte es represivo" y el aparato del Estado piensa en nuestro lugar", recalca uno de los textos que acompaña la muestra.
El concepto de la exposición, de acuerdo con Regis Michel, conservador en jefe del departamento de Artes Gráficas del museo, es ''hacer del Louvre un peep-show del inconsciente".
Sin embargo no hay que confundirse, no se trata de pornografía. ''La exposición no está hecha para aprender, sino para mirar. Si el discurso te desagrada, cuestiónalo o no pienses en é1".
El pintor Miguel Angel,
Ƒnarcisista delirante?
El discurso, en efecto, puede desagradar. Los mayores pintores ųRembrandt, Miguel Angel, Nicolás Poussin, Edgar Degas y Pablo Picasso, entre otrosų son presentados, basándose en sus obras, como falócratas que imponen constantemente a la mujer el papel de sometida.
Más aún, Miguel Angel es presentado como narcisista delirante a causa de su representación de los hombres ''hipertrofiados por una práctica intensiva del body-building" y una ''estética del bíceps que produce sin cesar Hércules de feria". Como subtítulo del célebre dibujo de Leda, del artista italiano, se enuncia: ''Violación con circunstancias agravantes (zoofilia activa llamada también bestialidad)."
Poussin reduce a las mujeres, en general, ''al estatuto de comparsas, y cuando les otorga un papel mejor, es siempre para darles un destino funesto: mala madre, mala judía, mala cristiana, etcétera".
Greuze, a quien se considera el pintor de la familia, se convierte en el del incesto y de la dominación patriarcal. David representa la pederastia, Degas es el pintor del exhibicionismo y Bricault el del coito sádico.
El recorrido de la muestra, después de pasar por Picasso, Marcel Duchamp, Yves Klein y Antonin Artaud, se cierra con una ''acción" filmada en video del artista vienés Otto Mölh. Sobre el cuerpo de una joven se vierten materias espesas y violentamente coloridas, mientras se ven clavos en su vientre. Así, ''Mölh hace de la experiencia familiar, que es siempre política, un aprendizaje precoz del fascismo íntimo".
Son escasas las exposiciones donde pueden verse visitantes tan silenciosos y atentos a los textos, incisivos y sorprendentes, quizá más que a las obras, señalaron los organizadores.
La muestra, que permanecerá abierta hasta el 10 de julio, incluye obras de los museos franceses y de colecciones de Viena y de Nueva York.