VIERNES 21 DE ABRIL DE 2000
* Demanda al próximo gobierno apoyar al sector
La política industrial favoreció a una minoría, dice Concamin
* En este sexenio, programas dispersos y sin recursos, lamenta
David Zúñiga * La política industrial de este sexenio se ha limitado a programas dispersos, sin continuidad ni recursos suficientes, que sólo han favorecido a una minoría, señala José Brogeras Oliva, presidente de la Comisión de Pequeña y Mediana Industria de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin). ''Las micro, pequeñas y medianas empresas han estado en boca de todos y en manos de nadie'', lamenta.
En entrevista, señala que el próximo gobierno deberá hacer del apoyo a este sector una verdadera política de Estado, para lo cual será necesario aumentar el presupuesto de la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial --que es el tercero más bajo del gobierno-- y encargar a esa dependencia el manejo de la banca de fomento.
A la falta de créditos de la banca comercial, detalla, se han sumado las fallas operativas de las instituciones de fomento. Desde que desapareció la banca de primer piso de Nacional Financiera (Nafin) y sus funciones se transfirieron a la banca comercial, la obtención de préstamos se ha vuelto más complicada y costosa porque las instituciones privadas no están convencidas del sistema de recuperación de créditos.
En aras de la rentabilidad, sostiene Brogeras, Nafin ha relegado a segundo plano su objetivo principal, que es el fomento de las empresas mediante el otorgamiento de créditos a tasas preferenciales; se requiere una decisión ''de primer nivel'' para que Nafin vuelva a ser una verdadera banca de fomento, con suficientes recursos y apoyo.
Sin embargo, reconoce que para ello hace falta mucho dinero y crear una institución como la Small Business Administration (SBA), de Estados Unidos, que destina 95 por ciento de su presupuesto al otorgamiento de garantías, o la Japan Small Business Corporation, de Japón, o el Cebrae, de Brasil. ''Si nos ponen a pelear con los demás tienen que apoyarnos con las mismas medidas; si no, es como poner a un peso mosca contra Mike Tyson'', dice.
Brogeras afirma que el mercado interno está debilitado porque el gobierno da prioridad a las exportaciones. Más de 90 por ciento de las ventas al exterior las realizan 3 mil maquiladoras y 300 empresas nacionales grandes.
''La exportación nos ha enseñado a mejorar la calidad del trabajo, pero no podemos olvidar el mercado interno ni podemos esperar a que empiecen a bajar los beneficios a México porque va a pasar mucho tiempo'' y además estará supeditado a que las condiciones en Estados Unidos sigan siendo favorables, advierte.
En Secofi, asegura, existen ''muy buenos'' programas de apoyo que no prosperan por falta de presupuesto, instrumentos y personal. Por ejemplo, la red Cetro-Crece (un conjunto de fideicomisos integrado con recursos públicos y administrado por organismos empresariales) atiende a menos de uno por ciento de las empresas a las que está dirigido. ''Son cifras raquíticas. Si queremos un futuro promisorio para el país deberíamos estar apoyando cuando menos a 10 por ciento de las empresas cada año. En los últimos años ha habido programas ''excelentes'' que ''tienen acta de nacimiento, pero no acta de defunción'': quedan relegados o simplemente desaparecen por falta de voluntad para mantenerlos.
El presupuesto de la Secofi es ''impresionantemente bajo'' y la mayor parte se gasta en nómina y en reparaciones a su edificio, cuando debería ser ''la secretaría más importante, junto con la de Agricultura, pues son las que deberían impulsar el bienestar del país.
''A la hora de repartir los recursos, resulta que para las pequeñas y medianas empresas había muy poco, pero cuando se dijo que tenía que apoyarse al Instituto de Protección al Ahorro Bancario (IPAB), salió el dinero'', concluyó.