* DEBATE POR LA PRESIDENCIA
Seis a las siete. El tercer encuentro entre candidatos presidenciales en la historia del país -el primero se efectuó en mayo de 1994- será la ventana para que los aspirantes expliquen al electorado sus programas y, también, sus promesas de cara a los comicios del 2 de julio próximo. De los seis competidores, tres son, de acuerdo con la vox populi, los que más posibilidades tienen de llegar a Los Pinos. No se descarta que alguno de los otros tres decline en el camino. Todos dispondrán del mismo tiempo -14 minutos- para exponer sus propuestas, intercambiar y responder ataques y, por supuesto, tratar de ganar puntos en la contienda. Cuauhtémoc Cárdenas, de la Alianza por México, va por tercera vez; Vicente Fox, de la Alianza por el Cambio, se esfuerza por presentarse como candidato más allá de su partido, el PAN; Francisco Labastida Ochoa cuenta con la fuerza del sistema que ha gobernado el país desde hace 70 años; Manuel Camacho Solís apuesta por el centro político; y Porfirio Muñoz Ledo y Gilberto Rincón Gallardo, quienes tras haber renunciado al PRD, abanderan hoy las opciones del PARM y del PDS.
* Ya tiene experiencia en el terreno, dice un colaborador
Presentar propuestas y eludir ataques, fines de Cárdenas
* Descansa el candidato en el terreno de la simulación, afirma
Juan Antonio Zúñiga M. * El debate frente a las cámaras de televisión, para Cuauhtémoc Cárdenas no será otra cosa que la prolongación del que ya se ha dado a lo largo de la campaña. Pero con un formato rígido, el candidato presidencial de la Alianza por México enfrentará el reto de presentar sus propuestas, eludir ataques y deslindarse con nitidez de sus adversarios, en un tiempo equivalente a 1.8 por ciento del que ha empleado en 38 entrevistas televisivas que se le han hecho hasta ahora.
Ingeniero civil de profesión, pero de oficio político, Cuauhtémoc Cárdenas parece haber encontrado la fórmula para realizar en 24 horas una cantidad de actividades que normalmente se harían en 48 y, en no pocos casos, hasta en tres días, incluidas comidas y descansos, lo que implica una disciplina adquirida en una práctica de la que carecen todos sus adversarios.
En espera del debate, la casa de campaña de la Alianza por México permaneció casi vacía durante la pasada Semana Santa. "Hay confianza", comentó uno de sus más cercanos colaboradores.
Como nadie, dijo, Cuauhtémoc Cárdenas he enfrentado un hostigamiento continuo desde que asumió el cargo de jefe de Gobierno del DF, y ahora, como candidato presidencial, ha estado frente a auditorios de todo tipo y ha salido bien librado. "Mejor entrenamiento no hay".
Y explicó: "Por eso se decidió descansar, lo que no significa que nuestro candidato no se prepare. Sólo que lo hace en el terreno de la simulación, no de las propuestas, porque Cuauhtémoc Cárdenas es de una sola pieza".
En el transcurso de este año, en efecto, el candidato presidencial de la Alianza por México ha mantenido la serenidad frente a la rijosidad con la que estudiantes de escuelas de educación superior privadas han formulado comentarios en visitas realizadas por Cárdenas a invitación expresa.
La experiencia más reciente ocurrió el pasado 4 de abril en la Universidad Iberoamericana, donde ante una audiencia, que al inicio del acto mostró reticencias, Cuauhtémoc Cárdenas salió ovacionado después de exponer sus propuestas sobre educación y responder, con amabilidad y firmeza, a todo tipo de preguntas que le fueron hechas.
Como si fuera parte de un entrenamiento impuesto por las circunstancias en el reposo acordado, previo al debate, la apacibilidad de la casa de campaña se rompió al inicio de la Semana Santa cuando el candidato presidencial de la Alianza por México recibió y dio respuesta a la carta de uno de los cuatro hijos de Heberto Castillo, quien le solicitó declinar a favor de su contrincante Vicente Fox.
Cárdenas aprovechó para rechazar la petición, fundamentar los motivos de su contienda, repasar las características que lo enfrentan al candidato panista y confirmar su determinación de triunfo, en sólo seis párrafos que hablados consumen menos de un minuto.
Después de al menos 152 actos públicos de campaña durante este año, más de 30 conferencias de prensa y unas 139 entrevistas en prensa, radio y televisión, el candidato presidencial de la Alianza por México está propiamente en forma para exponer, responder y debatir sobre cualquier tema en el transcurso de los 14 minutos en los que hará uso de la palabra, por etapas, mañana martes. Reposo fue lo indicado. "Para evitar sobreentrenamientos", acotó su colaborador.
Ficha del debate entre los presidenciables
Lugar: World Trade Center
Horario: 19 a 20:30 horas de mañana martes
Transmisión: canales 5, 7 y MAS de Multivisión, así como en diversas radiodifusoras nacionales y regionales.
Costo: alrededor de un millón de pesos (400 mil pesos de gastos de producción y entre 500 y 600 mil de alquiler de los espacios reservados en el WTC)
Tiempo para cada participante: 14 minutos, divididos en presentación, tres rondas temáticas y un mensaje final.
Formato: Los candidatos contarán con podium individual, ubicados en semicírculo, y podrán verse unos a otros; la cámara realizará movimientos y encuadres idénticos para cada candidato, quienes contarán con una mesa de apoyo para colocar sus tarjetas. El comité organizador del debate -integrado por dos representantes de cada aspirante- estableció que los candidatos asistirán sin acompañantes al salón del acto y no podrán comunicarse con sus asesores por ninguna vía. En un salón alterno estarán los invitados especiales entre los que se incluye al consejero presidente del IFE, José Woldenberg y representantes de la Cámara Nacional de la Industria de Radio y Televisión. Cada candidato tendrá a su disposición un salón en el que estarán los presidentes de los partidos que los postulan y sus equipos de campaña.
Soy un hombre de convicciones firmes, dice
Juan Antonio Zúñiga M. * A lo largo de un recorrido por 25 estados de la República y casi 160 municipios, Cuauhtémoc Cárdenas llegará al debate de mañana con la misma imagen con la que irrumpió al escenario político nacional hace 12 años: "Soy el mismo, en la misma lucha, con la misma vestimenta y con los mismos propósitos. Soy un hombre de convicciones firmes".
Este año ha participado en unos 152 actos públicos en los que invariablemente ha hecho uso de la palabra, y salvo uno -en la ciudad de Salamanca, Guanajuato el pasado 16 de abril-, en el que caracterizó a su oponente Vicente Fox como "vaquero americano", se ha referido a sus adversarios sin alusiones a rasgos físicos de su persona, y ha centrado sus críticas en el campo ideológico por lo que representan: "más de lo mismo", "PAN y PRI los dos partidos del régimen", "antipatriotas", "integrantes del salinato", "frívolos", "oportunistas" y de "doble lenguaje" -en el caso de Fox- y "distantes de la población".
A Francisco Labastida lo identifica como una especie de cómplice de lo que llama "contrarreformas salinistas" al artículo 27 de la Constitución y del desastre que vive el agro y los campesinos mexicanos. A Fox lo responsabiliza de haber apoyado esas contrarreformas cuando fue diputado.
Y a ambos les critica "que no quieran establecer contacto directo con la gente, que no estén dispuestos a escuchar y que sólo se presenten rodeados de prepotencia, de centenares de personas que supuestamente les protegen, sin dejar que la gente se les acerque".
En el terreno de las autodefiniciones, Cuauhtémoc Cárdenas ha sido insistente en que él y la Alianza por México "somos la única oposición real al régimen, la única que enfrenta con decisión y valentía al sistema que hoy contiende con dos partidos y dos candidatos, el PRI y el PAN, Fox y Labastida, que lo mismo significan y lo mismo ofrecen".
Subraya la diferencia de su campaña con la del candidato priísta."Yo voy a la gente, a conocer sus problemas, a escuchar sus demandas, a proponer soluciones y atención (...) a él le llevan la gente".
Lo que más se le critica y se reconoce es que la imagen de Cuauhtémoc Cárdenas candidato presidencial coincide con la de Cuauhtémoc Cárdenas en persona.
* El priísta realiza rounds de sombra bajo el ring
Labastida ensaya respuestas a diversos escenarios y ataques
* Comportarse como hombre de Estado, le recomiendan
José Gil Olmos * Frente a un adversario posible, con cinco rostros diferentes, el candidato presidencial del PRI esgrime sus defensas, ataques o réplicas. Debajo del ring, Francisco Labastida realiza rounds de sombra camino al debate y, recomendado por miembros de su equipo, tomó como primer sparring al periodista Joaquín López Dóriga.
Aconsejado por los estadunidenses James Carville y Stanley Greenberg -que alguna vez trabajaron con Bill Clinton-, ahora Labastida vuelve a prepararse para el debate con ensayos de respuestas para diversos escenarios y ataques, principalmente de su adversario panista, Vicente Fox Quesada.
En el equipo labastidista hay preocupación por un resultado que favorezca al guanajuatense y ya consideran el debate un "parteaguas" para lo que resta de la campaña. Incluso, prevén, a partir del desenlace de este encuentro se aceptará o no continuar con el segundo encuentro, previsto para el 23 de mayo entre los tres candidatos que encabecen las encuestas.
El debate virtual comienza y de cara a un sparring trata de responder a las acusaciones de corrupción que le hace el sinodal ante las cámaras de televisión. Se toca el caso de su hermano Enrique, al que la diputada del PRD Dolores Padierna acusó haber sido beneficiado con una deuda de 800 millones de dólares en el Fobaproa. Después, las críticas de que en Gobernación no resolvió los conflicto de Chiapas y la UNAM. Luego, el asunto que más le duele: el narcotráfico.
"Hay que comportarse como hombre de Estado, mantener la serenidad y el control", recomiendan sus asesores y Labastida sigue las indicaciones.
El miércoles pasado por la noche, el sinaloense aprovechó el programa de López Dóriga para el primer round de entrenamiento, aceptan miembros de su equipo de campaña. Con el mismo formato utilizado con todos sus invitados, el conductor lo enfrentó virtualmente a su principal adversario, al presentarle la grabación de seis ataques de Fox, en los que es acusado de ser "más de lo mismo", "pedir chichi al g obierno", "mariqueta" y "chaparrito".
Allí, Labastida dio un adelanto de lo que hará en el debate del martes por la noche en el salón Olmeca 4 del World Trade Center: "Tengo muchos años como para perder la serenidad por las provocaciones que me hacen; tengo suficiente control sobre el carácter, lo uso fuerte cuando es necesario, pero me parece que si hay algo que me caracteriza, es tener control sobre mis decisiones, sobre mis emociones y manejar las cosas con el sentido, como lo debe manejar un hombre de Estado".
Entrenamiento de medios, pruebas, ejercicios de respuestas e incluso recordar cifras fue lo que hizo el aspirante presidencial del PRI las ultimas semanas. Para la memoria, usó la conclusión de su libro La hora del cambio, en el cual intenta expone sus tesis de campaña.
Sin embargo, lo que le quita el sueño al dream team es que todos ataquen al sinaloense y pueda perder la ventaja de al menos nueve puntos porcentuales que le dan 22 encuestas publicadas.
"Las manos limpias y la frente en alto"
José Gil Olmos * "Tengo las manos limpias y la frente en lo alto", repite sin cansancio, como tarjeta de presentación de candidato presidencial, cada vez que comienza sus actos. Luego, ante propios y extraños, Francisco Labastida lanza sus principales propuestas electorales: lucha contra la corrupción, mejores niveles económicos, más escuelas, computadoras e inglés, seguridad pública. Y antes de partir, pide el voto con la promesa de que al llegar a la presidencia hará "que el poder sirva a la gente".
Hacia los suyos es parte del nuevo PRI y el primer candidato presidencial electo por votación interna; ante los ciudadanos, "un hombre de palabra". Pero frente a sus adversarios se define como un priísta honesto y se deslinda sobre todo del ex presidente Carlos Salinas. "Yo sí te veo, yo sí te escucho", reza el eslogan de su más reciente spot de campaña, en contraposición a una famosa expresión salinista: "Ni los veo ni los oigo".
Político de 57 años -los mismos que Fox-, destaca siempre su experiencia de lucha contra algunos grupos de narcotraficantes, como los hermanos Arellano Félix, cuyas amenazas de muerte lo obligaron a trasladarse a Portugal como embajador. "No me temblará la mano", es su respuesta favorita cuando habla de justicia.
De los otros candidatos habla poco y sólo cuando se lo preguntan. De Cuauhtémoc Cárdenas siempre se refiere con respeto y reconoce la seriedad de su propuesta. A Fox, al contrario, lo define como "un vendedor de refrescos que hace frases llamativas". Aunque ha tratado de evitar el enfrentamiento, las constantes agresiones de éste lo llevaron a decir que "sólo los pendejos" hacían la señal de la "V" de la victoria, como la utiliza Fox en sus mitines.
A Camacho Solís -priísta hasta 1995- le ha dirigido sus principales ataques y acusaciones. "No es tema de entrevista", respondió primero a los reporteros, pero después lo acusó de ser "responsable moral" del asesinato de Colosio. En tanto, a Porfirio Muñoz Ledo y Gilberto Rincón Gallardo ninguna referencia les ha procurado.
LUNES 24 DE ABRIL DE 2000
* El panista, sin ideas, acusan diversos analistas
Honestidad, trabajo y ser poco pendejo, oferta central de Fox
* Diez cualidades lo hacen candidato idóneo, dice su publicidad
Juan Manuel Venegas * ƑQué ofrece Vicente Fox Quesada al país? En síntesis, "honestidad, trabajar un chingo y ser poco pendejo".
Así define el propio abanderado de la Alianza por el Cambio (PAN-PVEM) lo que sería como presidente de la República. Además, resume la publicidad que lo presenta como la alternativa del "cambio que a ti te conviene", Fox tiene diez cualidades que lo hacen "el candidato idóneo":
"Es un hombre franco, honesto y que habla con la verdad; empezó desde abajo, y es un líder auténtico que entiende a la gente; ha demostrado que sabe gobernar, pues tan sólo en cuatro años en Guanajuato aumentó los empleos, bajó la inseguridad y dio becas para que ningún joven o niño se quedara sin estudiar; no es parte del sistema priísta; lo que tiene es producto de su trabajo honrado y no del presupuesto público; es exitoso, sabe comprometerse y dar resultados; se preocupa por tus hijos y comparte los sueños de los jóvenes; cree en las mujeres y lucha con ellas; quiere hacer de México un país exitoso, y tiene experiencia en el campo, en la empresa y en el gobierno".
Como "futuro gobernante", en su carta de presentación ofrece en materia económica un crecimiento de 7 por ciento anual, fortalecer el ahorro interno y crear la banca social de desarrollo; en lo social, equidad en la distribución de los recursos públicos, dando prioridad a los 40 millones de mexicanos que viven en pobreza y pobreza extrema, y en lo político se compromete a combatir la corrupción que se genera desde el poder, consolidar la participación del municipio en las decisiones de gobierno, respetar la autonomía de los poderes Legislativo y Judicial y concluir el proceso de transición democrática.
En su "camino" a la Presidencia, Fox se ha visto combatiendo "víboras prietas, tepocatas, alacranes, sanguijuelas y chinches bravas"; ha dicho que venderá Pemex, pero no el petróleo; impuso su candidatura y mandó a la doctrina del Partido Acción Nacional (PAN) de vacaciones, y en la arenga a sus seguidores no ha escatimado en recurrir incluso a actos que rayan en el fanatismo.
En esta línea, ha ondeado el pendón guadalupano para convocar a seguir "la lucha independentista" que inició Miguel Hidalgo -acto que le valió una sanción por parte del IFE-, pues él, por supuesto, está "inspirado en el cura de Dolores".
Incluso, cuando arrancó de manera oficial su campaña el 18 de noviembre del año pasado, escogió como escenario la catedral del histórico pueblo guanajuatense, en donde hizo sonar la misma campana que en 1810 marcó el inicio de la guerra de Independencia.
Otras veces, como cuando presentó su libro A Los Pinos, a finales de 1999, se dijo seguidor de los principios revolucionarios de Francisco I. Madero y, desde entonces, acuñó una idea que repite hasta el cansancio: "Estamos siendo testigos, partícipes, de la revolución de la esperanza".
Muchos políticos y analistas, sin embargo, consideran que no representa más que un discurso "sin contenido, hueco, demagógico y populachero". Es hombre de frases, no de ideas, se le acusa.
"Construiremos un México triunfador"
Juan Manuel Venegas * Los coros de Carmina Burana se escuchan a todo volumen. Las pantallas gigantes se encienden y las luces ambientales se apagan. Los foxistas siguen cada imagen de su líder: a caballo, saludando gente, cargando "chiquillos", con multitudes, desde el autobús, subiendo las escalinatas del avión... al final, él, sólo él, alzando las manos en señal de la victoria y como gis que raspa la pantalla, en rojo escarlata, su nombre: Fox.
Por momentos, todo queda en penumbras, hasta que aparece la figura de dos metros. Entonces, los gritos de sus seguidores ensordecen, chillan en el oído: "šVicente, Vicente, Vicente!" El candidato recorre el escenario, lanza besos a diestra y siniestra, junta sus manos y ofrece, simbólicamente al respetable, un gran abrazo.
Sus frases excitan los auditorios: "šAquí estamos los triunfadores!", "šSomos el mejor equipo!", "šVamos a construir un México exitoso y triunfador!", "šTenemos en nuestras manos el futuro!", "šPartiremos en dos el curso de la historia nacional!", "šSeremos lo que soñamos!"
Cuando la multitud está en el éxtasis, invariablemente pide que si lo ven retroceder šlo maten!
ƑProducto de la mercadotecnia? ƑModelo trasnochado de caudillismo derechizante? La investigadora Soledad Loaeza, autora del libro El PAN, la larga marcha, lo definió así: "Es un populista de derecha... un riesgo para el país".
El sociólogo Alain Touraine, director del Instituto de Estudios Superiores de París, coincidió con Loaeza en su artículo "La debilidad del centro", publicado en El País el pasado primero de abril. Escribió el académico francés:
"En Chile, como en otros países, hemos asistido al avance de un populismo que descansa en la profunda indiferencia de su población -en especial de los jóvenes- hacia los partidos y la política en general. Un movimiento análogo se desarrolla hoy en México, donde no es tanto el Partido Acción Nacional como la personalidad de Vicente Fox, quien halla un apoyo inesperado en su campaña presidencial", fundamentada en "la idea del cambio necesario".