LUNES 24 DE ABRIL DE 2000

Ť Formará parte de una exposición en el Antiguo Colegio de San Ildefonso


El autorretrato de Kahlo dedicado a Trotski, por primera vez en México

Ť Una segunda obra de la artista mexicana se subastará en la casa Sotheby's, de Nueva York

Merry Mac Masters Ť Dos autorretratos de Frida Kahlo son objeto de noticia. Uno porque se subastará en la casa Sotheby's, de Nueva York, y el otro, porque por primera vez se exhibirá en México.

El primer autorretrato, también conocido como El tiempo vuela, de 1929, con un valor estimado de entre tres y cuatro millones de dólares, será subastado por la casa neoyorquina Sotheby's el 31 de mayo, a las 19:00 horas. Como parte de una exposición itinerante, que ya estuvo en Seattle, Los Angeles, París y Lausana, los 27 y 28 de abril estará en Miami. A partir del 26 de mayo se mostrará en la gran manzana.

frida-pintura-2-jpg El segundo autorretrato, que la pintora dedicó a León Trotski en 1937, actualmente perteneciente al Museo Nacional de Mujeres en las Artes, de Washington, se exhibirá por vez primera vez en el país, como parte de la muestra Arte moderno de México. 1900-1950, que en julio llegará al Antiguo Colegio de San Ildefonso procedente de sus dos sedes anteriores, Montreal y Ottawa, Canadá.

De acuerdo con Sotheby's, el temprano Autorretrato, reproducido en la invitación de la subasta, significa una coyuntura seminal en el desarrollo de Kahlo como artista. ''Por primera vez -se escribe-, somos testigos de la persona de Frida Kahlo: los ojos penetrantes y la mirada directa, el uso de la indumentaria mexicana y la técnica deliberadamente ingenua. A pesar de que recién había sobrevivido a un accidente de camión que la dejó lisiada, esta imagen revela el espíritu indomable que transformará a Kahlo -en tanto artista y sujeto- en un icono del siglo XX''.

Autorretrato, un óleo sobre masonite de 77.5 por 61 centímetros, fue pintado para el ingeniero Eduardo Morillo Safa. Por diversas circunstancias, el cuadro acabó en una colección privada de Estados Unidos. Luis-Martín Lozano, historiador del arte que prepara un libro sobre Kahlo, explica la particular importancia de esa obra, porque Frida la creó cuando está justo en el proceso de alumbramiento artístico. Incluso, un reloj despertador, colocado sobre una columna salomónica y a punto de marcar las tres horas, anuncia ese abrir de ojos. Recién casada con Diego Rivera -la boda fue el 22 de agosto de 1929-, la joven de 22 años inició una carrera como artista independiente, no obstante su lazo con el gran muralista.

En 1926, Kahlo realizó un primer autorretrato para Alejandro Gómez Arias. El aludido, sin embargo, es ''el primer manifiesto de su imagen como una mujer adulta, como una artista que busca su definición, su propio estilo, aunque tiene elementos que recuerdan el proceso de las estéticas del arte moderno como influencias de las escuelas de pintura al aire libre en cierta frontalidad un tanto arcaica con la que se retrata'', dice Lozano. El pequeño avión que vuela sobre su cabeza, introducido como elemento de modernidad, se remite al dibujo de Adolfo Best Maugard.

Frida Kahlo Lo que se ve es una Frida "joven, bella, con sus cejas unidas, como le será característica, y haciendo alusión a sus dos tradiciones (su madre fue mexicana y su padre alemán), mediante el collar de jade precolombino en el pecho, con el símbolo de la vida, y unos pendientes de oro, muy barroco en su diseño". En su cara, señala Lozano, "no hay sufrimiento", al contrario, es una Frida "serena, ecuánime, imaginando lo que le depara el futuro". Respecto de otros autorretratos, es uno de los de mayor tamaño, sólo superado por Las dos Fridas.

Según el especialista, es una fortuna que la obra se subaste, en vez de que se hubiera hecho una venta privada, porque así "nos permite a todos reconocerla". Es una pieza que "sin duda" será de interés para los coleccionistas mexicanos.

Obra incómoda

Respecto del segundo cuadro, Autorretrato dedicado a León Trotski, también un óleo sobre masonite de 76.2 por 61 centímetros, se encuentra en exposición permanente en el Museo Nacional de Mujeres en las Artes, incluso, adorna la portada del libro Artistas mujeres, que reúne obras de sus colecciones y sólo se ha prestado en tres ocasiones.

En ella, entre dos pesadas cortinas, Kahlo se presenta de cuerpo entero, con una indumentaria muy mexicana. Entre las manos lleva la siguiente nota: "Para León Trotski con todo cariño, dedico esta pintura, el día 7 de noviembre de 1937. Frida Kahlo. En San Angel, México".

Según Lozano, también curador de Arte moderno de México, Natalia Sedova, esposa de Trotski, conciente de que la pareja había sobrepasado la relación platónica, el cuadro le recordaba la traición de su marido, pero sobre todo, "el cinismo de Frida de estar presente de manera permanente en su casa, por lo cual Trotski se vio en la necesidad de rechazarlo''. Kahlo acabó vendiéndolo a la diplomática estadunidense Claire Booth Luce, que posteriormente lo donó al museo de Washington.