LUNES 24 DE ABRIL DE 2000
* Advierte el Cespedes sobre los peligros del cambio climático en el planeta
Aumentaría la superficie no apta para cultivo de maíz
David Zúñiga * La superficie no apta para cultivo de maíz en México podría aumentar de 60 a 75 por ciento del territorio nacional debido al calentamiento del planeta, advierte el Centro de Estudios del Sector Privado para el Desarrollo Sustentable (Cespedes) en un documento titulado Economía, instituciones y cambio climático. Asimismo, señala que el país deberá definir su postura ante los convenios internacionales sobre reducción de emisiones, cuyo cumplimiento podría repercutir en los precios del petróleo y en las industrias del vidrio, el acero y el cemento, entre otras.
A finales de este año se efectuará una reunión en La Haya para llegar a acuerdos sobre el control de la emisión de gases de efecto invernadero. Según diversos estudios, el cambio climático podría provocar problemas de salud, escasez de agua y de alimentos, pérdida de viviendas y degradación de ecosistemas en todo el mundo. La temperatura promedio de la Tierra aumentaría entre uno y 3.5 grados centígrados para el año 2100 y el nivel del mar subiría entre 15 y 95 centímetros en el mismo lapso.
El Cespedes cita un estudio elaborado por el Instituto Nacional de Ecología, la UNAM, el Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias y Forestales (Inifap) y el Instituto Mexicano del Petróleo, según el cual el cambio del clima podría modificar 50 por ciento de la vegetación del país. Asimismo, más de 68 por ciento de la superficie de Baja California, Coahuila, Jalisco, Colima, Nayarit Querétaro, Guanajuato, Michoacán, Sonora e Hidalgo podría desertificarse y la sequía se extendería en los estados del norte, la costa del Pacífico y el centro del país.
Entre las medidas que el Cespedes propone para tratar de evitar estos daños destacan: aumentar la eficiencia de los automóviles y la calidad de los combustibles, dar incentivos al transporte público, fijar a las empresas generadoras de electricidad una cuota mínima de uso de fuentes renovables de energía, promover la inversión privada en plantas termoeléctricas de ciclo combinado y aprovechar plenamente el potencial de generación hidoeléctrica.
También plantea normas de eficiencia energética en la industria de la construcción, ofrecer estímulos a las empresas que utilicen equipos eficientes y eliminar las quemas agrícolas, ganaderas y forestales.
Destaca que México debe acordar con Canadá y EU un impulso al mercado internacional de certificados de reducción de emisiones, sistema propuesto en 1997 para financiar proyectos ecológicos.