LUNES 24 DE ABRIL DE 2000
* San Luis Potosí
La Procesión del Silencio, antiguo y bizarro espectáculo
Juan José Olivares, enviado, S L P* La noche del jueves, como desde 1954, las calles adoquinadas del Centro Histórico de San Luis Potosí fueron testigos del lento andar en silencio de nazarenos, damas y penitentes, quienes llevaron en andas y a hombros las imágenes de Cristo Crucificado, del Santo del Entierro y de la Señora de la Soldedad, en la tradicional Procesión del Silencio.
Fueron cuatro horas de tamborazos y ocasionales trompetas que acompañaron el andar, a pasos cortos (diez metros por minuto, que asemejan el encadenamiento de los pies) de nazarenos, que van disfrazados con máscaras tipo Ku Klux Klan en colores negro, blanco, grana, azul y oro, que son símbolo de los estados de agonía en la cruz, además que representan a las cofradías, como la de Nuestra Señora de la Soledad, la de Nazarenitos, la de San Agustín, la de Montecillo, la del Señor de la humildad y la de la Guadalupe, que mostraron su pena ficticia; además de las diversas generaciones de damas, que cargaron velas y sirios, sin contar con los penitentes ųalgunos encadenados de verdadų, que aguantaron las mencionadas andas (plataformas que soportan las figuras religiosas más importantes, con un peso aproximado de 200 y 500 kilos). Su recorrido, en un marco de luz, color y sabor a fiesta mortuoria pasó por los más importantes templos (carmelitas, agustinos y franciscanos) y plazas de la ciudad. Fue una muestra incomprendida por muchos, pero la realidad es que solamente fue la necesidad imperiosa del sentir cristiano por mostrar el dolor y arrepentimiento de la muerte de Jesús, en una noche de consuelo, desagravio, pero sobre todo de crear todo un fandango: pretexto que se volvió festividad, de la que carecen los habitantes de esta árida ciudad.
Procesión del Silencio en San Luis: bizarro y antiguo espectáculo para llorar en la clandestinidad, la muerte de la efigie del espíritu católico.