MARTES 25 DE ABRIL DE 2000
Ť BOGOTANAS
Renato Ravelo, enviado, Santafé de Bogotá, 24 de abril Ť El nombre de este festival permanece como Iberoamericano por una necedad supersticiosa de Fanny Mickey, que parece efectiva: se rebasaron los 200 mil boletos que debían venderse para no terminar mal las cuentas. Treinta mil espectadores de más Ť Ramiro Osorio, se confirma con la presencia del representante del gobierno de Quintana Roo, Jaime Muñoz, es el próximo director del Festival del Caribe Ť Entre las anécdotas de este encuentro quizá la más entrañable es la de la obra de Fabre, el polémico director belga que montó el monólogo de una actriz con tarántulas que recorrían el escenario: una de ellas se perdió una función porque le tocó el cambio de piel Ť De las presencias más revel adoras de la parte de conferencistas, fue la del diseñador de luz Richard Pilbrow, que fue el primer extranjero en iluminar un espectáculo de Broadway, y que con la certeza de que la ''luz es uno de los poderes más influyentes en las emociones" ha desarrollado una escuela importante y en la sede del Teatro Nacional ofreció una generosa muestra Ť Por las calles de Bogotá, como en ningún otro festival, circularon espectáculos y el que se llevó los corazones de la mayoría por la sencilla contundencia de su magia fue el de Australia: sobre unos flexible mastiles delgados, seis mimos disfrazados de traje, uno de ellos de ángel, se dedican a balancearse, primero de atrás para adelante, con las notas de Vivaldi, después en todas su variantes, causando a un tiempo vértigo y ternura Ť Amaranta, la hija de Cristina y Ramiro, vino para promover el proyecto de San Cayetano que dirige Luis de Tavira. Ella es la asistente en la conducción de esta suerte de retiro casi religioso que empezó hace año y tres meses; ''surge de todas las preguntas sobre para qué crear teatro". Tiene el objetivo de llegar a hacer, además de artistas, personas que logren formar entes comunitarios. En mayo se iniciarán en este país audiciones para algunos lugares reservados a Colombia Ť Si el brujo de Fanny le falló para el día de la presentación de Carmen en la plaza de toros, no le pasó así a los del espectáculo callejero español, que contaban con un paraguas mágico. Nunca les llovió, pese a que el cielo amenazaba. Paradojas: un paraguas como amuleto de la lluvia Ť En la fiesta final del festival en La Carpa, con el grupo de música de Trinidad y Tobago llegó un momento mágico en el que todo el mundo saltaba, como gente de teatro, como niños, a los que estaba por quedarles, con el final de este encuentro, marcada con fuego la duda esa que hace del teatro una vocación extraña de remar a contracorriente, porque pareciera que toda la realidad atenta para que el teatro no exista. Y el festival, sin embargo, contra todos los augurios, quedó en el sabor de boca de los bogotanos como uno de los más exitosos de su historia.