MARTES 25 DE ABRIL DE 2000
Ť AMUCSS: faltan formas equitativas de ahorro
México, cuarto país con mayor desigualdad en acceso financiero
Ť Sólo tiene acceso 20% de la población y la de mejores ingresos
Mayela Delgadillo Ť México es el cuarto país en el mundo con mayor desigualdad en ingresos así como en el acceso de su población a servicios financieros, a pesar de que los bancos afirman que se está reactivando el crédito.
La cobertura se limita a 20 por ciento de la población total de país y a las personas de mayores ingresos, por lo cual hablar de financiamiento y de su acceso constituye para la mayoría de los mexicanos tocar uno de los aspectos más sensibles de la desigualdad, indicó Isabel Cruz Hernández, representante de la Asociación Mexicana de Uniones de Crédito del Sector Social (AMUCSS).
En el documento Por una política social en el financiamiento rural, la especialista menciona que la concentración de los beneficios que otorgan los servicios financieros alcanzan a pocos y además ''el sistema financiero mexicano es, además de oligopólico, terriblemente ineficiente''.
No obstante esas características, añade, ha concentrado los beneficios de una política de fortalecimiento hacia las ciudades de mayor concentración urbana por parte del gobierno en los últimos ocho años, mientras en contraste, el campo mexicano sufre los efectos de una doble combinación: por un lado la liberalización financiera, la disminución de la inversión pública en los últimos 15 años, el desmantelamiento de los instrumentos de subsidio y compensación, y la desarticulación de la banca de desarrollo. Y, por el otro, padece los efectos de una acelerada apertura comercial que ha dejado muy restringidas las posibilidades de desarrollo de la agricultura, pero también para los medianos y pequeños empresarios en general.
Cruz Hernández apunta que el acceso al financiamiento y a las diversas modalidades de capital determinarán ''fuertemente'' el futuro de la agricultura campesina en el país, pero también aplica para el desarrollo de todos los sectores que han dejado de ser apoyados para su subsistencia y expansión.
Es necesario que se tenga un acceso a los servicios financieros, no sólo al crédito, y que se promuevan formas prioritarias seguras y equitativas de ahorro, de reinversión de esos ahorros en el ámbito local y a diversas formas de transferencias de fondos, señala.
La necesidad de que se regulen las cajas de ahorro popular y todos los sistemas alternativos que la población ha establecido ante la escasez del crédito se hace urgente, sobre todo ante el número de quebrantos que se han gestado en este subsector financiero en los últimos meses.
La participante de la Asociación Mexicana de Uniones de Crédito del Sector Social ejemplifica con la situación que prevalece en el campo y expresa que frecuentemente se piensa que el problema financiero es de montos, por lo que el derivado es una constante demanda por mayor presupuesto para el sector, más inversión pública, mayores subsidios, y más crédito en la banca de desarrollo, entre las principales demandas.
Y aunque efectivamente son necesarios, el asunto medular se centra en la distribución de los fondos y de las inversiones, por lo que sin una capacidad real de permear los recursos, sólo contribuirá a garantizar y perpetuar la actual polarización social.