MARTES 25 DE ABRIL DE 2000

Ť Grupos chechenos pro rusos luchan por el poder


Confirma Moscú la emboscada, pero sólo admite 15 muertos

Ť Fuerzas federales aseguran que la guerra "no ha terminado"

Ť Tres grupos aspiran a gobernar con reconocimiento del Kremlin

Juan Pablo Duch, corresponsal, Moscú, 24 de abril Ť El alto mando militar ruso confirmó este lunes la emboscada que tendieron el pasado domingo los independentistas chechenos, en la sureña región de Vedeno pero, según su versión, cuando mucho murieron15 efectivos del Ministerio del Interior de Rusia, y no 80 como afirmaron los rebeldes.

Veinticuatro horas después de los hechos, difundidos ampliamente por las agencias noticiosas internacionales en la versión del portavoz checheno, Movladi Udugov, el general Gennady Trochev, comandante en jefe de las tropas federales en Chechenia, trató de minimizar las pérdidas sufridas por las unidades de élite de la división de paracaidistas de Tula que cayeron en la emboscada.

Trochev afirmó que en el combate murieron 13 soldados y otros siete resultaron heridos, tras haber sido atacada una columna de 22 vehículos por cerca de 100 independentistas al mando de dos mercenarios árabes, Abu-Albalid y Abu-Dzhafar, lugartenientes del líder guerrillero jordano Jattab.

La columna estaba acompañada por cinco vehículos blindados, dos de los cuales fueron destruidos apenas comenzó la emboscada, y por cuatro helicópteros Mi-24 dotados de misiles aire-tierra.

El general ruso aseguró que, superada la desventaja que presupone el factor sorpresa, los paracaidistas rechazaron el ataque, apoyados por helicópteros y fuego de artillería.

Según Trochev, más de 20 independentistas murieron y 11 cayeron prisioneros. Los demás, tras dos horas y media de enfrentamiento ininterrumpido, lograron huir.

A diferencia de los políticos que se apresuran a hablar del fin de la guerra, el alto mando militar ruso tiene muy claro que no es así.

"Estamos en guerra, una auténtica guerra, y debemos estar preparados porque habrá más emboscadas", resumió Trochev.

En tanto, la lucha que se libra en grupos chechenos pro rusos por obtener la bendición del Kremlin está subiendo de intensidad, y por lo menos tres grupos leales a Moscú aspiran a ser reconocidos como eventual gobierno paralelo, con el cual se podrían iniciar negociaciones en torno a un arreglo político en Chechenia.

Ante la evidente negativa de Moscú a negociar con el presidente checheno, Aslan Masjadov, a quien no considera interlocutor válido mientras no cumpla varias condiciones, a sabiendas incumplibles, existen conflictos entre los grupos de los líderes pro Moscú de Malik Saidulaiev y Ahmed Kadyrov, los cuales no aceptan la autoridad de Ruslan Jasbulatov, también opuesto a los separatistas islámicos.

Ello ha dilatado el reconocimiento, por parte del gobierno ruso, de un líder checheno que encabece a los grupos pro-rusos, pues sin acuerdo previo entre los principales aspirantes existe el riesgo de tener que comenzar una tercera guerra ruso-chechena, cuando la segunda dista de haber terminado.

Además, estos grupos leales a Moscú tienen serias diferencias respecto del papel que está desempeñando en Chechenia, el representante del gobierno ruso con rango de vicepremier, Nikolai Koshman, partidario de trasladar la capital de Grozny a Gudermes, el feudo de Ahmed Kadyrov, quien está ligado al manejo de los flujos financieros que serán canalizados para la futura reconstrucción de Chechenia, motivó la renuncia del jefe de la milicia pro-rusa y representante adjunto del gobierno de Rusia, Bislan Gantamirov, ex alcalde de Grozny.

Sin embargo, su renuncia no fue aceptada por el presidente electo Vladimir Putin, quien ordenó el ascenso de Gantamirov a rango de teniente coronel del ejército ruso, y prometió recibirlo en Moscú esta semana.