JUEVES 27 DE ABRIL DE 2000

* Llaman disidentes de la CGT a un paro el 5 de mayo


Reprimen en Argentina protesta contra la reforma laboral

* Cuestiona líder sindical a senadores por aceptar órdenes del FMI

* Intentaron trabajadores interrumpir la sesión en el Congreso

Stella Calloni, corresponsal, Buenos Aires, 26 de abril * Decenas de heridos de bala y golpeados fue el resultado de la represión de la policía montada y un grupo especial "antidisturbios" contra trabajadores que protestaban hoy en la provincia argentina del Chaco contra la polémica Ley de Reforma Laboral, al tiempo que Hugo Moyano, dirigente del sector disidente de la Confederación General del Trabajo (CGT), llamaba a un paro nacional para el 5 de mayo en rechazo a esa ley, impulsada por el gobierno socialdemócrata y aprobada hoy por el Senado con el apoyo de la oposición justicialista.

El sector de Moyano se manifestó contra la reforma laboral el pasado miércoles, pero los sindicalistas fueron también violentamente reprimidos. Miles de trabajadores se manifestaron nuevamente este miércoles ante el Congreso, para impedir infructuosamente el debate de la reforma, pero los senadores del opositor Partido Justicialista (peronista) dieron su apoyo al gobierno para aprobar el proyecto, que ahora debe volver a la Cámara baja para su sanción defintiva.

La represión en el Chaco, transmitida por la televisión, se destacó cuando los manifestantes intentaban llegar a la legislatura local donde se analizaba la ley de ajuste provincial, que prevé medidas como el congelamiento de las bonificaciones por antigüedad de los empleados estatales. Los manifestantes heridos debieron refugiarse en una iglesia, mientras otros montaron barricadas para resistir. ARGENTINA_LABOR_RALLY

Gremios estatales y otros podrían parar mañana en esa provincia, a unos mil kilómetros al noreste de la capital, en protesta contra el gobierno de Angel Rozas, de la Unión Cívica Radical (UCR), partido que junto al centroizquierdista Frente País Solidario forma la Alianza que gobierna a nivel nacional.

En esta capital, en tanto, las nutridas columnas de manifestantes comenzaron a llegar al mediodía ante el Congreso, para rechazar la nueva ley y también para protestar contra el Fondo Monetario Internacional (FMI), que la impulsa.

Al ritmo de la música de la "cuarteta", un tipo de cumbia original de la provincia de Córdoba, los sindicalistas gritaron fuertes consignas contra lo que consideran el "remanente" de la flexibilización laboral impuesta por el gobierno anterior del peronista Carlos Menem. Esa flexibilización se tradujo en el mayor índice de desempleo en la historia del país con entre 18.6 y 22 por ciento en 1995.

La ley, que considera ampliar el periodo de prueba de los trabajadores, entre otros puntos, "persigue reducir el salario a los trabajadores, y repudiamos también la actitud de los senadores porque lo único que hacen es aceptar las imposiciones del FMI... están desesperados por imponer una ley que exige el Fondo", dijo Moyano.

"Les decimos que la respuesta del pueblo es un paro nacional para el 5 de mayo, y convocamos a todos aquellos que comiencen a luchar por su dignidad", agregó el líder camionero.

Poco antes de la aprobación de la ley, el ex presidente Menem exhortó a los senadores justicialistas a lograr un "consenso" con el oficialismo y advirtió que si esta ley no era aprobada, al gobierno, pero también a la oposición y al país, "se le van a poner difíciles las cosas".

El gobierno del presidente Fernando de la Rúa, por su lado, no ha dado marcha atrás en el proyecto, pese al costo político que significó la represión del miércoles 19. La mayoría de los políticos advierten sobre la frágil situación social en las provincias y la lentitud del gobierno nacional, que asumió en diciembre, aun cuando no es responsable de la crisis.

Anoche hubo negociaciones entre la Alianza y lo senadores justicialistas para dejar sentado que el proyecto no puede ser utilizado para rebajar el salario, pero lo cierto es que todos admiten que no generará empleo y que los trabajadores quedarán indefensos, al quedar los sindicatos fuera de la negociación de los convenios colectivos de trabajo.

En otro orden, la presentación ante la justicia argentina del traficante de armas sirio Monzer Al Kassar, acusado aquí de diversos delitos, puso en dificultades a Menem, ya que el millonario residente en Marbella confirmó que obtuvo la ciudadanía argentina en horas, gracias a la ayuda del ex presidente en 1992. El entonces jefe de Migraciones, el ex militar represor Claudio Martínez, aprobó el trámite en 20 días, a pesar de los antecedentes del sirio. Al Kassar recordó también que cuando fue detenido en España, Menem dijo no conocerlo, a pesar de que le había prestado su propio traje para fotografiarse para el documento argentino. "Soy árabe y soy sirio aunque viva en Europa. Yo no cambio, el que cambia es Menem, que cambió su religión, su ropa, todo", sostuvo.