SABADO 29 DE ABRIL DE 2000
* Realiza compras masivas de granos básicos: expertos
Creció la dependencia de México hacia EU en cuestión alimentaria
* Washington, gran ganador en seis años de TLCAN, afirman
Angélica Enciso L. * A raíz del Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN), la dependencia alimentaria de México creció drásticamente, con el riesgo de que la mayor parte de las compras las hace a un solo país: Estados Unidos, en el caso de granos y oleaginosas, mientras que las exportaciones de México tienen como mercado principal el de esa nación, señala el análisis Impacto del TLCAN en el sector agroalimentario, presentado por la Comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados.
En los seis años que tiene de vigencia dicho tratado, las compras de estos productos a Estados Unidos crecieron más de ciento por ciento, al pasar de mil 830 millones a 3 mil 946 millones, explicó Ana de Ita, del Centro de Estudios para el Cambio en el Campo Mexicano (Ceccam), al exponer el estudio que realizó por encargo de los legisladores.
La especialista dio datos de la dependencia alimentaria del país en productos básicos para la población: 25 por ciento del consumo nacional de maíz depende de las importaciones; del trigo depende en 48 por ciento; del frijol en 12 por ciento, y de la soya en 97 por ciento. "Más de las cuatro quintas partes de las importaciones agrícolas totales de México son de granos básicos, oleaginosas y productos derivados", explicó.
Para Estados Unidos, el mercado mexicano es uno de los más importantes. Antes del TLC absorbía 6.7 y 5.7 por ciento de las exportaciones estadunidenses de granos y oleaginosas, respectivamente, pero en 1998 ese porcentaje casi se había duplicado, al pasar a ser 11.7 por ciento y 12.2 por ciento. Además, en 1998, Estados Unidos cubrió 90 por ciento de las importaciones mexicanas de esos productos, Canadá no participa porque excluyó del TLCAN al sector agropecuario.
Indicó que aunque el gobierno mexicano confió en la reconversión de cultivos, la preferencia de los productores se ha mantenido en los granos básicos. En promedio, 71 por ciento de la superficie agrícola ų13 millones de hectáreasų se dedica a la producción de granos y oleaginosas, en los cuales el país no tiene ventajas comparativas con Estados Unidos y Canadá, debido a sus bajos rendimientos.
En el caso del frijol, agregó, a partir de 1996 las cuotas de importación se rebasaron y en el caso del trigo, las políticas agropecuarias han sacrificado esta producción, ya que entre 1992 y 1997 los precios que se pagaron a los productores fueron menores a los internacionales que se utilizan como referencia, y aunque México tiene altos rendimientos en este cultivo, la actividad ha disminuido.
En lo que lleva de vigencia el TLCAN, los estadunidenses han sido los "grandes ganadores en la relación comercial con México, gracias al crecimiento de sus exportaciones". Los "perdedores netos" de la negociación del TLCAN han sido granos y oleaginosas, concluyó Ana de Ita.
Mercado lucrativo y en expansión
Por su parte, Rita Rinderman, de la Universidad Autónoma de Chapingo, que presentó el análisis correspondiente a frutas y hortalizas, dijo que Estados Unidos ve a México como "un mercado lucrativo y en expansión, sobre todo en granos, oleaginosas, cárnicos y frutas de clima templado".
Para ese país, añadió, los mexicanos representan el tercer mercado en importancia, después de Canadá y Japón. En los últimos años México ha sido el principal consumidor para Estados Unidos en productos como algodón, frutas frescas, aceite vegetal y hongos; el segundo comprador en granos forrajeros, carnes rojas, soya, productos lácteos, animales vivos y arroz, y el tercero en carne de pollo, pieles, frutas y hortalizas procesadas.
Rinderman aseveró que Estados Unidos ha desplazado a otros países en el mercado mexicano, y hasta ahora ha aprovechado mejor que México el acuerdo comercial.
Consideró que aunque las exportaciones hortícolas mexicanas a Estados Unidos han sido dinámicas en los últimos diez años, al duplicarse los volúmenes introducidos de 2.4 millones de toneladas en 1989 a 4.6 millones en 1999, México ha perdido presencia, ya que el volumen total de las compras estadunidenses disminuyó de 65 por ciento a 58 por ciento. En cuanto a valor, estimó que la caída está más acentuada, ya que pasó de 70.7 por ciento a 60.8 por ciento en el mismo periodo. La investigadora señaló que países como Holanda y Canadá superan a México en el mercado estadunidense.
Estimó que el dinamismo de las exportaciones de hortalizas se debe a que se presentó una contracción del mercado doméstico, y los agricultores debieron buscar la forma de colocar su producción en el comercio internacional. Como ejemplo de esta situación, advirtió que el consumo per cápita de jitomate en 1980 era de 18 kilos y el año pasado fue de 15 kilos.
En México se apostó a la producción de frutas y hortalizas como el rubro más competitivo del sector, aunque estos alimentos se trabajan en tan sólo 2 millones de hectáreas. Sin embargo, son pocos los productos que tienen presencia en Estados Unidos: jitomate y limón persa.
El hecho de que la dependencia de México hacia EU en cuestión alimentaria se haya profundizado ha vulnerado aún más la soberanía en la materia;"el predominio de esas importaciones se convierte en una amenaza mayor para los productores, quienes son el último competidor por vencer para los exportadores del vecino país".
Las especialistas concluyen que "la situación de los exportadores es distinta, no sólo por la poca importancia en el mercado de EU, sino que en vez de que el tratado les dé una ventaja, enfrentan una mayor competencia con otros países".