SABADO 29 DE ABRIL DE 2000

Ť Manuel Lapuente permaneció impasible durante el partido


Otro fracaso en futbol; la Sub-23 cayó ante Honduras y no irá a JO

Ť Los centroamericanos se impusieron 5-4 en penales, tras de mantenerse el empate a cero

Heshey, Pennsylvania, 27 de abril Ť Viernes negro para el futbol mexicano. Con una vergonzosa derrota por 4-5 en la ronda de penales a manos de Honduras, en el estadio Hershey Park, el Tricolor continuó su pésimo desempeño en lo que va del año y pagará una costosa factura, pues no estará en Sydney 2000, mientras que los centroamericanos hicieron historia al calificar por primera vez a unos Juegos Olímpicos.

México exhibió un juego temeroso, sin personalidad ni conjunción. Con su alineación inicial y los relevos dispuestos por el técnico Gustavo Vargas, la Sub-23 mostró un exagerado respeto hacia los robustos y ordenados rivales. Pero, sobre todo, fue incapaz de hacer valer su jerarquía de supuesto equipo grande.

Esta vez ni siquiera quedó el pretexto de haber enfrentado a un conjunto golpeador, pues los recursos ilegales fueron más usados por los mexicanos, que concluyeron con cinco amonestados, mientras que los hondureños sólo recibieron dos cartones amarillos por parte del silbante costarricense William Matus.

MEXICO_HONDURAS_G72 En la víspera del decisivo cotejo, en la capital mexicana corrió el rumor sobre la renuncia del seleccionador Manuel Lapuente, quien se negó a hablar con la prensa para desmentir la versión. No obstante, durante el juego nadie estuvo más divorciado de la Sub-23 que el propio estratega, quien se hundió en una silla detrás de una de las porterías y desde ahí presenció impasible la debacle de su equipo.

En la ronda de penales, con los jugadores tricolores transpirando nerviosismo y tensión, Juan Pablo Rodríguez fue el primer designado, y falló al estrellar su tiro en el poste derecho. Acertaron Rafael Márquez, Luis Pérez, Jorge Collazo y Héctor Altamirano. El portero Adrián Zermeño no pudo contener ninguno de los envíos rivales. Todos los tiradores hondureños fueron certeros, empezando por su estelar David Suazo, y le siguieron Francisco Pavón, Maynor Suazo, Junior Izaguirre y Héctor Gutiérrez.

Durante el partido, el Tri tuvo contadas aproximaciones; la primera ocurrió al minuto 3 con un disparo de Adrián Sánchez que pasó rozando el travesaño del marco defendido por Noel Valladares, quien fue el hombre más destacado de los hondureños. Estos replicaron al 13 por conducto de Phillips, pero el portero mexicano Zermeño desvió a tiro de esquina con atinado lance.

Los mexicanos se adueñaron del balón y avanzaron con holgura hasta tres cuartos de cancha, donde se toparon siempre con la bien parada defensa, y pese a las incorporaciones de Hierro y Torrado, evidenciaron su carencia de variantes, imaginación y de un jugador desequilibrante. Honduras aguantó con orden no sólo las ofensivas de México, sino que se sobrepuso a la temprana baja por lesión de Mario Chirinos.

En el complemento la historia se repitió, con un control inútil del balón, mientras la desesperación crecía conforme avanzaba el tiempo. Al minuto 59 el técnico de Honduras, Ramón Madariaga, ingresó a David Suazo, quien milita en el Cagliari de Italia, y que ya era reclamado por los aficionados hondureños, que también superaron en número a los mexicanos. Vargas, más preocupado por los movimientos del rival, hizo ingresar a Héctor Altamirano para buscar nulificar a Suazo.

Al 84 Honduras estuvo cerca de adelantar su momento de gloria con un trallazo potente de Suazo, que congeló Hierro con un cruce providencial. En los tiempos extra, Osorno dejó ir la mejor opción de todo el partido, cuando al minuto 111 cruzó de más su disparo y dejó escapar el gol de oro.


Ť Desafortunadamente no quiso entrar la pelota, comentó Gustavo Vargas


No hubo ningún sistema, se quejó Rafael Márquez

Hershey, Pennsylvania, 28 de abril Ť En un ambiente de funeral, Gustavo Vargas, entrenador de la Sub-23, asumió la responsabilidad por el fracaso de la selección, "porque yo escogí a los jugadores... Jugamos bien, tuvimos llegada, pero faltó el gol. Le buscamos por los costados, por el centro, con tiros de media distancia; tuvimos varias posibilidades, desafortunadamente no quiso entrar la pelota", comentó.

El zaguero Rafael Márquez también lamentó la falta de gol en el partido y luego en los tiempos extra, y agregó contundente: "Ustedes vieron, las jugadas de peligro que tuvimos fueron de táctica fija, contragolpe, tiros fuera del área. No hubo ningún sistema", dijo lacónico.

La debacle ocurre en medio de una total desorganización en la Federación Mexicana de Futbol, cuyos directivos no pudieron hacer valer desde un inicio la historia ganadora del Tri en la región, para obtener el beneficio de la sede. El trayecto hacia este gigantesco tropiezo pasó por una serie de habladurías entre el titular de la Primera División, Rafael Lebrija, y Manuel Lapuente, seleccionador nacional, así como la falta de liderazgo de Enrique Borja, quien sólo se ha parado en cuatro ocasiones en el inmueble de la FMF en el último mes, según palabras de uno de los miembros del Consejo Nacional.

Lapuente, quien ha cosechado derrotas en los torneos y cotejos internacionales en que México ha participado en el 2000, había declarado, como justificante, que todo era una suma de ensayos y observaciones para lo importante: la eliminatoria olímpica, en la que hoy fracasó. En su descargo está el poco tiempo que tuvo para preparar al equipo y la renuencia de los clubes a prestar a sus jugadores, entre ellos el Atlas, de Juan Pablo Rodríguez, que además de jugar en el torneo local, participa en la Copa Libertadores.

En el vestidor de Honduras inició la fiesta que se desbordó por las calles de Tegucigalpa. Los catrachos se erigieron en la gran sorpresa después de que estuvieron a punto de no participar por problemas de económicos.

"Hemos escrito la historia, estamos en las páginas gloriosas de Honduras. Contra todo y contra todos ganamos la clasificación a los Juegos Olímpicos, vamos a Sydney", dijo eufórico el técnico Ramón Madariaga.