DOMINGO 30 DE ABRIL DE 2000

* Se caracteriza por las grandes concentraciones


El juicio contra Microsoft, el primero de la era globalizadora

* La legislación antimonopolio se remonta a 1890

Afp, Washington, 29 de abril * El eventual desmantelamiento de Microsoft, pedido este viernes por el Departamento de Justicia estadunidense, sería, si el procedimiento de apelación lo confirmara, el primero de la era de la globalización, que desde hace dos años da lugar a grandes concentraciones en todos los sectores económicos.

La legislación antimonopolio de Estados Unidos, la Ley Sherman, en la cual el gobierno federal se basó para demandar al gigante de la informática por abuso de posición dominante, se remonta a 1890 y fue aplicada por primera vez en 1911 contra la compañía petrolera Standard Oil, el imperio del magnate John Rockefeller.

La última vez que esa ley se utilizó con éxito fue en 1974, contra AT&T, lo que provocó en 1984 la división de la telefónica en ocho compañías.

Mientras, los servicios antimonopolio la usaron contra el grupo de alumino Alcoa en 1945 y la informática IBM en 1969. Pero el gobierno abandonó las demandas 13 años más tarde después de que el gigante de los ordenadores perdiera su imperio con la revolución de la microinformática.

Desde hace dos años, la globalización de la economía provocó una multiplicación de las megafusiones en el mundo entero y en todos los sectores, pues las empresas intentan sobrevivir en mercados planetarios en los que sólo los grupos gigantes son competitivos.

Desde abril de 1998 se contabilizaron 16 grandes fusiones, en su mayoría entre firmas estadunidenses, y en todos los sectores.

En enero de 2000, el de los medios de comunicación e Internet se conmocionó con el proyecto de unión por 155 mil millones de dólares entre America Online, el primer servicio en la red del mundo, y Time Warner, número uno de la comunicación.

Tres meses antes, las compañías de teléfono MCI WorldCom y Sprint se fusionaron por 115 mil millones de dólares, y SBC y Ameritech por 62 mil millones en mayo de 1998, imitados dos meses más tarde por Bell Atlantic y GTE en una transacción de 53 mil millones.

Con esas fusiones, sólo quedan cuatro compañías regionales de teléfono de las siete llamadas "baby bell", que nacieron de la explosión de AT&T en 1984.

En el sector farmacéutico, los laboratorios Pfizer y Warner-Lambert se unieron en febrero de 2000 por 85 mil millones de dólares.

El sector petrolero tampoco se salva de la tendencia a la concentración, como lo muestra la fusión por 77 mil millones de dólares en 1998, de los gigantes Exxon y Mobil, ambos procedentes de la dislocación del imperio Standard Oil.

Entre los bancos, Citicorp y Travelers se fusionaron en abril de 1997 en una transacción de 70 mil millones de dólares, seguidos el mismo mes por Nations Bank y Bank America (60 mil millones de dólares).

Por último, en el sector automovilístico, el alemán Daimler absorbió al tercer constructor estadunidense Chrysler en mayo de 1998 por 41 mil millones de dólares.

Con más de 90 por ciento del mercado mundial de los sistemas de explotación de los micrordenadores y más de 50 por ciento de su cifra de negocios fuera de Estados Unidos, Microsoft es el paradigma de un grupo que aprovecha la globalización, señalan los analistas.

Su desmantelamiento en dos entidades privará al grupo de sus ventajas para seguir inovando, en detrimento de los consumidores, reiteró el cofundador de la sociedad, Bill Gates, ahora presidente del consejo de administración.

El presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, que se transformó en el campeón de la liberalización del comercio internacional, había señalado a finales de 1998 que "la globalización privilegia el tamaño de las empresas dándoles más medios para acceder a nuevos mercados".

Pero, había añadido refiriéndose a Microsoft, "es necesario determinar si esas fusiones permiten a los grupos ser globalmente más competitivos sin por ello aumentar de manera injusta sus precios o reducir la calidad de sus servicios en detrimento de los consumidores estadunidenses".

 

Alargar el juicio para lidiar con Bush

 

Microsoft Corp. quiere alargar la demanda antimonopolio introducida en su contra porque un presidente republicano, George W. Bush, podría ser más afín al gigante del software.

En campaña por Seattle, el patio trasero de Microsoft en febrero, Bush elogió claramente a la compañía durante una conferencia de prensa, describiéndola como "un motor de cambios, un motor de crecimiento" y declarándose "básicamente en contra de los litigios".

Posteriormente, el juez de la corte de distrito Thomas Penfield Jackson determinó en abril que el emporio violó la ley antimonopolio de Estados Unidos y cuando aumentaba la tensión por el caso, Bush comenzó a retroceder.