DOMINGO 30 DE ABRIL DE 2000

Ť Se busca un acuerdo sobre el botín: Naumann


Realizaron Alemania y Rusia canje simbólico de obras de arte

Ť Destacan bienes de la Cámara de Ambar y la Galería de Bremen

Juan Pablo Duch, corresponsal, Moscú, 29 de abril Ť Rusia y Alemania, en un gesto simbólico realizaron este sábado el primer intercambio de una ínfima parte del patrimonio artístico saqueado por ambos países durante la Segunda Guerra Mundial.

En San Petersburgo, el ministro alemán de Cultura, Michael Naumann, entregó a su homólogo ruso, Mijail Shvidkoi, un mosaico florentino, compuesto de cuatro dibujos, y una cómoda creada en 1775, que eran parte de la Cámara de Ambar, robada íntegramente por las tropas nazis de Zarskoye Sielo, el palacio de verano de los zares.

La Cámara de Ambar --hecha de 6 toneladas de ámbar y mosaicos italianos-- fue vista por última vez en Koenisgberg, actualmente Kalingrado, poco antes de que el Ejército Rojo tomara este puerto del Báltico. El mosaico reapareció en Alemania, en 1997, cuando el hijo de un soldado alemán intentó venderlo y fue confiscado por la policía. La cómoda, estaba expuesta en el Museo de Artes Decorativas de Berlín desde 1978.

Tras décadas de búsqueda de la cámara, Rusia comenzó a reconstruirla en 1979, tomando como modelo pinturas de la época y se prevé que el proyecto esté concluido en 2003. El consorcio alemán Ruhrgas aportó 3.5 millones dólares para crear la réplica de la Cámara de Ambar.

El gobierno ruso autorizó la salida del país de 101 dibujos, acuarelas y esbozos de Goya, Durero, Manet, Delacroix y Touluse-Lautrec, que formaban parte de la Galería de Bremen.

En 1945, fueron llevados a Rusia por un oficial soviético quien los guardó en su casa durante más de medio siglo y, en su testamento, pidió a sus descendientes que trataran de devolver el botín a Alemania.

Hace siete años, estas valiosas obras fueron entregadas por un desconocido a la embajada alemana en Moscú y, desde entonces, el gobierno de Alemania había gestionado sin éxito el permiso para sacarlas del país.

RUSSIA_GERMANY En el acto de entrega, Shvidkoi aclaró que Rusia no considera la concesión del permiso para sacar dichas obras como una restitución oficial, ni tampoco, un intercambio. "Llevamos a cabo dos acciones jurídicamente impecables, dado que entregamos uno al otro lo que no teníamos derecho de poseer. No estamos intercambiando obras de arte. Alemania entrega a Rusia lo que tomó ilegalmente durante la Segunda Guerra Mundial y un ciudadano de Rusia, como particular, devuelve a la Galería de Bremen lo que le arrebató hace muchos años", explicó el ministro ruso.

Aunque no lo afirmó, Shvidkoi dio a entender que Rusia no entregó obras reclamadas por Alemania y se limitó a legalizar una situación irreversible, desde el momento que los dibujos, acuarelas y esbozos fueron a dar a la embajada alemana en esta capital.

Por eso, Shvidkoi está convencido de que la decisión contraviene la reciente ley de la Duma que declara patrimonio nacional de Rusia las obras incautadas en Alemania, como compensación por daños de guerra.

Michael Naumann, su colega alemán, coincidió en que no se trató de un "intercambio" sino de dos actos independientes y destacó que el gesto denota una atmósfera más positiva entre ambos países para intentar alcanzar un acuerdo en el controvertido tema.

Subrayó, al mismo tiempo, que "no debe quedar la impresión de que el gobierno alemán da marcha atrás en su planteamiento legal y renuncia a sus derechos sobre el botín artístico".

A pesar de la ley aprobada por la Cámara Baja del Parlamento ruso, Alemania seguirá reclamando las 300 mil obras de arte, 2 millones de libros y decenas de millones de documentos de archivo sacados por el ejército soviético.

No obstante, el gesto simbólico de este sábado, es muy difícil que Rusia acepte devolver los cuadros que Alemania considera suyos de Van Gogh, Degas, Renoir, Gauguin, Rembrandt, Manet, Holbein, Watteau y Matisse, entre otros muchos grandes maestros de la pintura universal, así como el Tesoro de Priam, conocido como "Oro de Troya", las dos Biblias impresas por Gutenberg o la colección de incunables de Gotha.