La Jornada martes 2 de mayo de 2000

ALEBRIJES Ť Patricia Vega
Gatopardo

Por la escritora Rosa Beltrán llegué a conocer la existencia de una ambiciosa revista cultural, dirigida por Rafael Molano, y que al ser distribuida simultáneamente en Argentina, Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, EU, México, Panamá, Paraguay, Uruguay y Venezuela, se plantea el reto de incluir en cada número textos cuya temática pueda ser de interés tanto para América Latina como para los residentes originarios de la región en Estados Unidos.

Si la idea es recuperar la entrevista, la crónica y el reportaje como los grandes géneros periodísticos que llegan a hermanarse con la literatura, Gatopardo reúne en su primer número -abril de 2000- un puñado de textos que dan cuenta de lo que se quiere alcanzar.

Y para muestra un botón: en una carta desde Buenos Aires, el escritor Ernesto Sábato describe algunas de las cosas que le han dado felicidad en la vida; el italiano Carlo Bizio entrevistó a Penélope Cruz, actriz española a la que se dedica la portada, en los momentos que causa sensación en Hollywood; del ex presidente de Colombia Ernesto Samper -acusado de financiar su campaña con dinero del narcotráfico-, se publica del libro Aquí estoy y aquí me quedo el capítulo inédito ''El día que me quitaron la visa", en el que relata su versión del veto que le impuso Estados Unidos; el periodista Jon Lee Anderson, colaborador habitual de The New Yorker, ofrece en exclusiva para América Latina un perfil del dirigente cubano Fidel Castro; Julio Villanueva recoge anécdotas en las que Fernando Savater recuerda su amistad con el pensador rumano E.M. Cioran; en ''El regreso del fugitivo", Frank Kuznik se ocupa de la historia de Sam Reese Sheppard, quien a 50 años de los hechos busca limpiar el nombre de la familia al probar la inocencia de su padre, acusado de asesinar a su madre; Eduardo Mendoza de la Torre recorre la turbulenta vida y la misteriosa desaparición de Antoine de Saint-Exupéry, creador de El principito; y Fernando Butazzoni recrea los encuentros de Julio César Elizága -uno de los exorcistas oficiales del Vaticano- con el diablo.

Impresa con gran calidad y a todo color, Gatopardo confiere a la fotografía un papel destacado en su primer número al desplegar a lo largo de más de 20 páginas un reportaje con imágenes captadas por Juan Manuel García, quien retrata a cada uno de los catorce asesores estadunidenses que tienen influencia en muchas de las campañas políticas que se efectúan en Latinoamérica.

Desde el nuevo disco de Shakira hasta las cabecitas teotihuacanas de Jesusa Rodríguez, la revista propone un amplio abanico de posibilidades informativas que incluyen, como un gusto por la trivia, indicadores comparativos -nacimientos al año, automóviles, páginas del directorio, líneas del Metro, McDonald's- entre las capitales de los países en los que se distribuye Gatopardo.

Sin caer en el ánimo de las comparaciones, porque cada revista tiene su propio perfil y estilo, podemos afirmar que el proyecto más cercano a Gatopardo lo encontramos en una publicación a escala nacional: la revista Equis, cultura y sociedad, dirigida por Braulio Peralta y que, por cierto, acaba de cumplir un saludable segundo año de vida. Ambas publicaciones reúnen características que, sin duda, las vuelven coleccionables.

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