José Blanco
Somos mucho más que dos
A una semana del debate las cosas van adquiriendo su peso real.
Las intervenciones más pobres en propuestas fueron, oh paradoja, las de Fox y Labastida. Frente a la nación y su complejo e incierto futuro, el candidato del PRI nos repite una vez más que como gobernador de Sinaloa metió a la cárcel a 40 por ciento de los policías. Propone un cambio con rumbo, pero nada dijo sobre cuál es ese rumbo para la nación. Y el inmenso cambio que Fox propone: él mismo en lugar del PRI.
Ofertas demagógicas, las de Fox: hacer crecer la economía a una tasa de 7 por ciento anual, generar un millón 350 mil empleos anuales, duplicar el presupuesto de la educación, abrir en Los Pinos una oficina para asuntos indígenas, designar secretario de educación a un miembro de ANUIES, y lo que usted guste y mande, al cabo que usted no entiende nada de nada; como muchos mexicanos hartos de realidades quieren promesas, ahí están las de Fox que generosamente las surte sin cuento. Usted pida y la promesa le será concedida.
Manuel Camacho repite sin piedad su obsesión, ahí está su énfasis: someter al Presidente a control constitucional. Está bien, pero Ƒtiene esta propuesta algo que ver con el bienestar de la gente según la propia percepción de la inmensa mayoría de los electores?
Ante la real posibilidad de un cambio en la orientación del gobierno, gran parte de los electores querrían oír algo concreto acerca del cotidiano aplastamiento inminente de sus vidas; Ƒcómo tendrán algún alivio?, Ƒsaben los candidatos cuáles son las demandas sentidas de la gente en cada espacio social y territorial de este país?
Para muchos, oír un diagnóstico básico sobre la nación, social, económico y político, vinculado al movimiento histórico real de la sociedad, habría sido necesario. Nadie lo tuvo. Un diagnóstico, no una asignación de culpas, que es nuestro vicio católico permanente, del que hicieron gala los candidatos de oposición, con excepción de Gilberto Rincón Gallardo. Sin ese diagnóstico ninguna propuesta de futuro tiene asidero cierto. Pero el futuro apenas estuvo presente entre los candidatos: Ƒcómo es una sociedad civilizada para todos?, Ƒcómo se imagina el señor candidato una ruta para pensarla y construirla?, Ƒcómo se arriba a una modernidad incluyente?
ƑAlguna propuesta que nos dé algún indicio acerca de un futuro verosímil y esperanzador para México?
Porfirio habló de una política para las generaciones venideras, pero su propuesta de nueva República se constriñe a un nuevo diseño constitucional en lo que hace a la institucionalidad política. ƑTiene esta propuesta algo que ver con el bienestar de la gente, según la propia percepción de la inmensa mayoría de los electores? Doce años de instrucción obligatoria no está mal, si no es, como parece, una "meta" constitucional más. Su propuesta salarial resulta simplista; extraño en un hombre que conoce el pensamiento complejo. Cárdenas sonó una vez más como una voz genuina. Pero su futuro sólo es inmediato: la corrupción, los acuerdos de San Andrés, un gobierno honrado. Para Cárdenas el futuro de la sociedad, en sentido estricto, es pasado: la nostalgia nacionalista ("un país donde decidamos los mexicanos"), la "restitución de los derechos de los campesinos" (el viejo 27 constitucional, el ejido cardenista).
En lo de Gilberto hay una hipótesis: este país puede tener una gran franja social de alma socialdemócrata. Falta descubrir, para México, la ruta de la construcción política de esta opción histórica, en el marco de la globalización. Falta también una representación para las muchas minorías. El programa del partido de la rosa se propone como el prolegómeno de esa búsqueda.
Esta es, por lo pronto, nuestra diversidad. La historia pronto hará su depuración porque no todas las formaciones políticas corresponden a configuraciones sociales auténticas. Por eso no hay más voto útil que la efectiva construcción de las representaciones políticas de la real pluralidad social existente en México.
La de Fox es una broma negra: voto útil es votar por Fox. Por eso, supongo, Porfirio fustiga a quienes "hostigan" con el voto útil. Que Fox gane, si puede, su mayoría, y que cada uno tenga su espacio propio. Este es el mundo real. Es inútil negar lo que nombra Mario/Gilberto: somos mucho más que dos.