MARTES 2 DE MAYO DE 2000
Otumba, escenario de la peculiar celebración
Festival del burro
Javier Salinas Cesáreo, corresponsal, e Ignacio Ortega Rivas, Otumba, Méx., 1o. de mayo Ť Desde hace 36 años el burro es festejado cada primero de mayo en este poblado. Aquí, en esta fecha, la bestia deja de ser un animal de carga y es disfrazado y consentido.
El Día del Trabajo en Otumba hay carreras de burros, partidos de polo y, sólo para los más audaces, competencias de rebuznos, actividades que forman parte de lo que ya es una tradición: rendir honor al animal que ha servido noblemente a la población en tareas de carga y transporte.
En este festejo no pueden participar los animales que carecen de calcomanía anticontaminante, los que tienen relación con las narcotumbas en Chi-huahua, los que hayan participado en la banda de El Mochaorejas o que tengan algún vínculo con los hermanos Amezcua... El buen humor caracteriza a esta fiesta, única en el país y quizá en todo el mundo.
Ya en el desfile, con las botas bien puestas caracterizando a Vicente Fox, o con un traje de Aventurera o un antifaz de El Zorro, y hasta con el "pelo suelto" de Gloria Trevi, los burros disfrazados fueron un agasajo para más de 10 mil personas que acudieron a este municipio a conmemorar la 36 versión del carnaval del Día del Burro.
Desde temprana hora, cientos de otumbenses, provenientes de nueve pueblos, se dieron cita para participar en peculiares competencias. Ante la emoción y rostros de angustia de los asistentes, en la gran final de polo sobre burro no hubo ganador: el marcador fue 5-5. La imaginación y la originalidad fueron lo que dio el triunfo el asno disfrazado de alebrije.
La explanada del palacio municipal fue el escenario para esta festividad. Con el Rey burro y la Reina Lorena Vianey Alfaro a la cabeza, desfilaron las bestias caracterizadas como Vicente Fox, Gloria Trevi, Pikachú y El Zorro, entre otros.
Al compás de la música de banda, los animales desfilaron primero, para dar paso a las tradicionales carreras "fórmula I y II". Sin mucha organización, los jinetes se habrían paso entre la multitud con el objetivo de ganar la competencia.
El mixiote, la barbacoa, el pulque, los escamoles y las tortillas de maíz hechas a mano son los alimentos que acompañan a esta tradicional festividad.
En años anteriores por este carnaval han desfilado jumentos disfrazados con trajes típicos mexicanos o caracterizados como los artistas del momento, personajes de telenovelas, políticos y hasta se ha dado el caso de un burro ataviado como el Popocatépetl, con todo y su fumarola. Cada primero de mayo se conmemora aquí el Día del Burro, que cobró auge a partir de 1972, cuando se rodaron en Otumba escenas de la película Tonta tonta pero no tanto, estelarizada por La India María.
Otumba, municipio de la zona oriente del estado de México, se ubica a unos 60 kilómetros del Distrito Federal. Durante la época colonial cruzababa aquí el camino real entre México y Veracruz, donde existían mesones para el descanso de los arrieros.
Sobre esta festividad se cuenta la siguiente anécdota: "Cierto día se encontraron dos compadres. Después de saludarse, uno le pregunta al otro: ƑAdónde vas, compadre? Voy a Tulancingo, a comprar burros. šPero compadre, para qué vas tan lejos, si ahí en Otumba hay muchos burros y muy buenos! Por eso, para burros los de Otumba".
A pesar de que los animales ya no abundan como antaño porque han sido remplazados por las máquinas, la tradición arriera se ha mantenido en el interés de las nuevas generaciones, que le brindan un cuidado especial a los burros, los entrenan y preparan para las competencias del primero de mayo. En esa fecha llegan delegaciones de países como Chile, Colombia y Argentina, con los que esta comunidad mantiene intercambio cultural. El comité organizador de la fiesta brinda premios por un monto cercano a los 30 mil pesos. La policía brinda seguridad a todos los visitantes.
El cronista municipal Ernesto Gómez Aco refiere que la anécdota de la plática de los compadres dio motivo para que a los nacidos en este municipio se les conociera como "burros". Agrega que durante diciembre de 1964, en una convivencia, Dolores Navarrete La China, Nicolás, Felipe, Pedro y Odilón Contla acordaron organizar, junto con el Club Deportivo Social Otumbense, la festividad en honor a los burros y fijaron la fecha del primero de mayo para las celebraciones.
La festividad se ha convertido en un símbolo para los habitantes de la localidad y de los municipios aledaños, quienes participan en ella con mucha alegría. La celebración tiene al menos dos características: es un homenaje a la bestia de carga, compañera de trabajo de los hombres del campo, pero además se convierte en ocasión para la convivencia comunitaria o simplemente para disfrutar de una buena barbacoa y un vaso de pulque.