JUEVES 4 DE MAYO DE 2000

* Empero, dice que de no haber arreglo en Montes Azules se aplicará la ley


Niega Carabias haber pedido la intervención de la PFP

* Esa es responsabilidad de la Secretaría de Gobernación, precisa la titular de la Semarnap

Matilde Pérez U. * La secretaria de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca, Julia Carabias, aseguró que no ha solicitado la intervención de la Policía Federal Preventiva para que desaloje los asentamientos irregulares en la Reserva de la Biosfera de Montes Azules, ni ayude al combate de los incendios forestales en la selva Lacandona. Esa es responsabilidad de la Secretaría de Gobernación, dijo.

Sin embargo, aceptó que el gobierno federal analiza los diversos escenarios en caso de que no se resuelva, por la vía del diálogo y la concertación, la salida de las 640 familias distribuidas en 19 poblados irregulares. ''Si no aceptan una reubicación concertada se aplicará la ley, aunque no existe la intención de hacerlo por la vía de la fuerza. Permitir la presencia de esas comunidades es regularizar una situación de alto riesgo y consolidar la pérdida de la selva en 15 años'', enfatizó. Aclaró que el gobierno federal no entregará recursos a los pobladores de esas comunidades porque la reserva de Montes Azules está en alto riesgo; allí las familias nunca tendrán estabilidad ni tampoco se legalizarán, ya que eso ''no es una respuesta para los mexicanos''.

Advirtió que de continuar la tala en la selva Lacandona, que es tres veces mayor a la del resto del país, y las quemas agropecuarias, en 15 años ese bosque del trópico húmedo ya habrá desaparecido. En los últimos 14 años esa región perdió 41 por ciento del bosque y está en alto riesgo una de las cuencas más importantes del país. ''No es una alegría decir esto''. Mencionó que en los incendios de 1998 se destruyeron 25 mil hectáreas de Montes Azules; fue la pérdida más elevada después de Chimalapas.

En una reunión con ocho organizaciones conservacionistas y ecologistas, y en posterior conferencia de prensa, Carabias Lillo asentó: ''En la selva Lacandona y en Montes Azules hay una situación de emergencia; está en la antesala de un gran problema. Todavía faltan seis semanas de alto riesgo por los posibles incendios forestales y por eso con 300 brigadistas, 15 jefes de brigadas de la Sedena y dos helicópteros se trata de combatir los incendios provocados por las quemas agropecuarias. Hay una atención nunca antes desplegada''.

Después de escuchar la insistente exigencia de dichas organizaciones de que proteja esa selva, ''patrimonio de los mexicanos y no sólo de un grupo étnico'', del etnocidio e incluso la advertencia de que dejarían de canalizarse los apoyos económicos a Montes Azules, la titular de la Semarnap presentó un apretado resumen del programa de la institución para esa zona y lamentó no haberlo compartido antes ''para hacer un esfuerzo de comprensión colectiva''. Pero afirmó que es uno de los programas prioritarios, en el que se han invertido muchos esfuerzos económicos y de recursos humanos.

A Montes Azules se canalizan anualmente 12 millones de pesos ų7 millones del presupuesto federal, un millón 200 mil del GEF y 4 millones de Conservación Internacional, se explicó. Carabias comentó que desde hace cuatro años, la Semarnap y la Secretaría de la Reforma Agraria iniciaron una mesa agraria para resolver el problema de los asentamientos y hay una negociación con la Aric Independiente y Democrática ųen la que están organizados 12 de los 19 pobladosų, la cual en breve firmará el acuerdo de reubicación de cuatro comunidades, entre ellas Jardín (cercano a Najá y Nezabó) y Laguna Suspiro. Ello permitirá avanzar en los acuerdos agrarios. Este viernes saldrán los pobladores de Paraíso, Argentina y Taniperla (ambas segunda ampliación).

Mientras las organizaciones ecologistas afirmaron que hay entre 120 y 200 incendios en Montes Azules y la Lacandona, la titular de la Semarnap explicó que en Laguna Suspiro hay un incendio ya controlado, mientras que en Miramar se registraron 14 conflagraciones. También se refirió al peligro que representa el fuego que está destruyendo la selva del Petén, en Guatemala. México ya está colaborando con ese país para reforzar los trabajos de combate, pero ''cuesta mucho trabajo movilizar recursos humanos, cada país tendrá que hacer su respectivo esfuerzo para evitar una conflagración más grande''.