JUEVES 4 DE MAYO DE 2000

* Planean asignarle las principales tareas de Estado


La Oficina de Presidencia rusa será un "super centro de poder"

* Fuerte actividad en el Kremlin; preparan la toma de posesión

* Megapuente de primavera en la ex URSS, del 1o. al 9 de mayo

Juan Pablo Duch, corresponsal, Moscú, 3 de mayo * En Rusia, donde de unos años para acá se celebra ampliamente la Pascua ortodoxa, no ha arraigado la costumbre de vacacionar en Semana Santa, pero ųen cambioų suele decretarse un descomunal "puente" primaveral que va del festejo del 1o. de mayo, a la conmemoración del Día de la Victoria, el 9 de mayo.

Por esta época del año, los rusos disfrutan de ocho días feriados, casi seguidos, interrumpidos sólo por tres jornadas nominalmente laborales. La agenda política, desde luego, se reduce a su mínima expresión y esta vez no ha sido la excepción.

Sin embargo, intramuros, en los despachos del Kremlin impera en estos días una actividad febril. El equipo de colaboradores más cercanos de Putin ultima los detalles de la ceremonia de su toma de posesión, el próximo domingo, y los distintos grupos de interés que rodean al presidente electo, ante la inevitable redistribución de las cuotas de poder, preparan el asalto definitivo para posicionarse mejor.

En este sentido, es muy significativo que el único diario que salió hoy haya publicado que gente muy cercana a Putin incuba planes para convertir la Oficina de la Presidencia en un super centro de toma de decisiones, con funciones acaso mayores que las que llegó a tener su similar mexicana en tiempos de la sombra de Salinas, José Córdoba.

"La Oficina de la Presidencia ųse lee en la versión No. 6 del borrador de reorganización de esa instancia que resume Kommersantų debe ser un órgano capaz de asumir las principales tareas de Estado y políticas, en materia interior y exterior, así como de influir en todos los órganos de Estado y descentralizados de la Federación Rusa con el propósito de aplicar y verificar que se cumplan todas las directrices del Presidente".

El gobierno, de llevarse a la práctica este plan, devendría un instrumento en manos del Kremlin, donde se tomarían todas las decisiones relevantes.

Al dar a conocer este borrador, Kommersant concluye que los promotores de la reorganización de la Oficina de la Presidencia, a quienes ubica sin nombrar en el llamado grupo de San Petersburgo, antiguos amigos y subordinados de Putin, originarios como él de aquella ciudad, y en el de la Lubyanka (sede del FSB), están convencidos de que el Estado ruso, debilitado y corrompido, no puede cumplir ni siquiera sus funciones básicas.

La filtración del documento, en principio secreto, es un episodio más de la lucha bajo el tapete que se sigue dando en el entorno de Putin. No es claro qué fin persigue, pero no pasó inadvertido que se haya producido en un periódico del magnate financiero Boris Berezovsky.

Este hecho hace pensar que Berezovsky y su grupo tratan de revertir el proyecto de reorganización revelado. Podría deberse a que los cambios están pensados para un nuevo titular de la Oficina de la Presidencia y, de ser el caso, Vladimir Voloshin, personero de los intereses de la Familia enclavada en el Kremlin al amparo de Boris Yeltsin, dejará pronto el cargo.

De igual manera, pudo haber influido en la publicación que Berezovsky y compañía temen perder sus posiciones en el gobierno, justo cuando parece encabezar la carrera su candidato a primer ministro, Mijail Kasianov, que de nada les serviría como figura decorativa.

Mientras, salvo esporádicas apariciones en actos públicos como la ceremonia de hoy, conmemorativa de una de las principales batallas de la Segunda Guerra Mundial, que también contó con la participación de los presidentes de Ucrania y Bielorrusia, Putin se fue a esquiar a las montañas de Sochi.

En el contexto de la guerra en Chechenia, los promotores de imagen de Putin no encontraron nada más apropiado que elevar su afición al esquí de montaña casi a categoría de noticia en la televisión local y, con ello, flaco favor le hicieron. El contrapunto resultó grotesco, sobre todo después de transmitir un extenso reportaje sobre el entierro de cuatro soldados rusos muertos en una emboscada en Chechenia y cuyos cuerpos fueron encontrados sólo hasta ahora.