BALANCE INTERNACIONAL Ť Gerardo Fujii
Desigualdad en México
México se caracteriza por enormes contrastes en diversos planos. Aquí se destacarán las desigualdades del país en cuanto a la distribución del ingreso y por regiones.
La distribución del ingreso en el país es una de las más desiguales del mundo. En 1995, según el Banco Mundial, sólo nueve países tenían un reparto del ingreso más concentrado que el de México. Cinco de ellos eran de América Latina (Brasil, Chile, Colombia, Panamá y Paraguay), y cuatro de Africa (Lesotho, Senegal, Sierra Leona y Sudáfrica). Por otra parte, en las últimas décadas, la distribución del ingreso ha tendido a hacerse aún más inequitativa. En el artículo de Julio Boltvinik "Debate, desigualdad y pobreza" (La Jornada, 28 de abril de 2000) se destaca que, entre 1984 y 1998, la participación en el ingreso de 60 por ciento más pobre de la población descendió en tres puntos porcentuales, mientras que, en el otro extremo, la parte correspondiente a 10 por ciento de los hogares más ricos de México se incrementó en cinco puntos porcentuales. Por otra parte, si entre 1994 y 1996 la distribución del ingreso se tornó levemente más equitativa, esta tendencia se revirtió entre 1996 y 1998.
Hay países, como Chile por ejemplo, en los cuales la tendencia hacia la mayor concentración en la distribución del ingreso ha ido acompañada por la reducción en la proporción de la población pobre. Esto se explica porque aunque los ingresos de los estratos ricos han crecido mas rápidamente que el de los pobres, los niveles de vida de éstos han ido mejorando. La situación de México es radicalmente diferente. Según Boltvinik, la tendencia hacia una distribución más inequitativa del ingreso ha ido acompañada por la caída en el ingreso mensual per cápita de los estratos pobres de la población. Según sus cálculos, entre 1994 y 1998, el ingreso por habitante de 60 por ciento de los hogares más pobres del país se redujo en 20 por ciento, de lo que se deriva la persistencia de la proporción de pobres en el país. En 1992, 15 por ciento de la población vivía con menos de un dólar, a paridad de poder de compra, diario y 40 por ciento lo hacía con menos de dos dólares al día, cuadro que se conserva sin modificaciones sustanciales en la actualidad.
Por otra parte, el país se caracteriza por sus notables desigualdades regionales. De acuerdo con Gerardo Esquivel, "Convergencia regional en México, 1940-1995", El Trimestre Económico, número 264, octubre-diciembre de 1999, en 1995, el ingreso por habitante del estado más rico, el Distrito Federal, equivalía a 5.4 veces el del estado más pobre del país, Oaxaca. Estas disparidades son notablemente más agudas que las de otros países. En 1990, la relación de ingresos por habitante del estado más rico y el más pobre era, en Colombia, de 3.3, y en Estados Unidos y Suecia, de 1.2. Según el mismo autor entre, 1940 y 1960 se fueron reduciendo las diferencias entre los ingresos por habitante de los diversos estados. Sin embargo, entre 1960 y 1995, esta tendencia se detuvo. Diversos indicadores estarían señalando que a partir de la firma del acuerdo comercial con Estados Unidos las disparidades regionales estarían ampliándose. De acuerdo con esto, el país estaría tendiendo a fracturarse aún más entre los estados dinámicos del norte, cada vez más integrados a la economía de Estados Unidos, los del centro, en los que se localiza la antigua base industrial de México que produce para el mercado interno y que crece lentamente por la contracción de éste, y los estados del sur que se rezagan relativamente cada vez más.