La Jornada martes 9 de mayo de 2000

ASTILLERO Ť Julio Hernández López

A las dotes que ha mostrado Francisco Labastida en materia deportiva (hoy haciendo maravillas en el futbol y el motociclismo; meses atrás en el tenis, cuando fue capaz de ganarle a jugadores del equipo nacional de Copa Davis), habrá que agregar las literarias, pues ayer anunció que en dos semanas más estará a la venta un texto de su autoría, llamado La gente hace el cambio, editado por Océano, con 45 mil ejemplares en su primer tiraje, cuyas regalías serán donadas a favor de la lucha contra el sida.

Pero no son sólo esas las aportaciones que el labastidismo está haciendo a marchas forzadas para el enriquecimiento de la vida pública de la nación, pues ayer mismo la esposa del candidato priísta, la señora Teresa Uriarte, llegó a la conclusión científica de que Vicente Fox está llevando a México a riesgos parecidos a los que con Antonio López de Santa Anna significaron la pérdida de tierra patria.

Las palabras de la consorte

Qué pasa si Fox pierde las elecciones de manera legal?", se preguntó Uriarte en un desayuno organizado a nombre de Redes, proyecto político personal de la esposa del candidato cuyo financiamiento y encuadre partidista son poco claros. "ƑLe va a pedir ayuda a Estados Unidos para que México haga valer una presidencia que no fue legalmente electa?", siguió preguntándose, para soltar luego una hipótesis insidiosa: "Me preocupa esto, porque la última vez que nos sucedió algo similar, perdimos la mitad de nuestro territorio".

Cuando algún oyente preguntó si tenía pruebas de que Fox estaría invitando a fuerzas estadunidenses a incidir en la política nacional, Uriarte recurrió a un estratagema verbal que a su vez podría ser aplicado al propio Labastida: dijo que no tenía tales pruebas, pero que sí era notable que el panista estaba en Estados Unidos difundiendo a los medios de comunicación que va arriba en las encuestas nacionales de opinión, con lo cual estaría tratando de inmiscuir a aquella nación en la elección mexicana. Eso sí, la señora de Labastida tuvo el cuidado de deslindar de tales actitudes apátridas a Cuauhtémoc Cárdenas, quien al igual que el panista, viaja por tierras estadunidenses, pues consideró que el michoacano en realidad sólo busca apoyar a los mexicanos migrantes.

Los enredos de las redes

Uriarte de Labastida, como es sabido, no sólo es la esposa del candidato que la acompaña al mercado a comprar el mandado, sino que además es la directora, con licencia, del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, y creadora y directora del programa denominado Redes que, a la manera del salinista Solidaridad pretende complementar y suplantar las funciones propias del partido que postula a su marido, llegando inclusive a imponerse la meta de allegarle por sí misma más de tres millones de votos el 2 de julio, cifra que da idea no sólo de la imaginación sin límites que se puede tener cuando el crecimiento político depende de circunstancias familiares, sino también del tamaño de las ambiciones políticas de las citadas Redes.

El desbordado protagonismo de la esposa del candidato priísta la ha colocado, en esta ocasión, en una línea de fuego delicada. Ya el panista ha logrado hacer escarnio de su rival priísta mediante motes que éste mismo se ha encargado de recordar (mariquita y mandilón, entre otros), y ahora aparece su cónyuge haciendo las tareas de guerra sucia que se suponía reservadas para personajes como, por ejemplo, Manuel Bartlett.

El seductor de la patria

Por lo demás, tampoco es muy afortunada la cita con pretensiones de efectismo patriotero relacionada con López de Santa Anna. Ha comenzado a ganar lectores la obra de 500 páginas que, editada por Joaquín Mortiz, narra con excelente prosa y ritmo las glorias y desventuras no sólo del polémico caudillo mexicano del siglo XIX, sino las de la política y la sociedad mexicanas de aquella época; glorias y desventuras que, en realidad, siguen siendo muy parecidas a las actuales. El seductor de la patria, escrita por Enrique Serna (nacido en 1959 en la ciudad de México), es una novela escrita con libertad literaria a partir de una abundante investigación histórica. López de Santa Anna, Salinas de Gortari o Fox o Labastida, lo que El seductor de la patria enseña, como lo dice en su contraportada, es que "si este barco se hundió, no fue sólo por los errores del timonel, sino por la desidia y la torpeza de los remeros".

Fox representa ciertamente el grave peligro para la soberanía nacional de que un proyecto de extrema derecha haga con rudeza y prontitud lo que los melindres tricolores no han permitido hacer al neoliberalismo de De la Madrid, Salinas y Zedillo (y Labastida, if). Pero tampoco es justo pretender convertir hoy a la derecha en un espantajo sin asumir que en el priismo ha habido una culpa histórica de siete décadas.

Fox, la derecha, el alto clero y Estados Unidos son una gran amenaza, ciertamente. Pero no parece que la entrega del cándido Pancho a los brazos del Gran Dinosaurio sea la mejor solución para impedir ese avance peligroso.

Astillas: Luego del famoso abrazo de Atlacomulco (geográficamente no fue allí, pero políticamente tal fue el resultado), entre el candidato Labastida y el profesor Hank, éste recayó de un viejo y grave mal, y fue llevado de nueva cuenta a un hospital de especialidades en Estados Unidos... Está dura la metralla contra Fox: ahora le ha salido un hermano incómodo, Juan Pablo, quien ha sido acusado por un banco estadunidense de fraude. Si la verdadera justicia llevara a encarcelar a todos los miembros de una familia porque hubiesen cometido agravios contra la sociedad, así debería hacerse sin contemplaciones ni atenuantes. Pero, sin duda, el tiempo escogido para soltar a los demonios judiciales contra la familia Fox no puede dejar de oler a maniobra electorera... Dura la advertencia del presidente de la Asociación de Maquiladoras Japonesas, Shinichi Takagi, quien dijo frente al presidente Zedillo que sus representados están pensando en dejar México por la creciente inseguridad. Takagi es alto directivo de Sony. El Presidente contestó tangencialmente, comprometiéndose a dar seguimiento a lo allí dicho... Como en las novelas de los peores dictadores tropicales, Napoleoncito ha quedado ya como suplente de papá Napoleón en la secretaría general del sindicato nacional minero. Napoleoncito había sido director general de la Casa de Moneda, y ahora pasará de ejecutivo empresarial a redentor del proletariado... La secretaría de Gobernación, por medio del subsecretario Humberto Lira Mora, emitió ayer un comunicado en el que, tratando de responder al reto público lanzado por la jerarquía católica el sábado reciente, al salir al Zócalo a dar misa y marchar por las calles del Centro Histórico, simplemente confirma que no hay fuerza ni capacidad para enfrentar al clero desatado. Norberto Rivera dijo que la mexicana no será la Iglesia del silencio. Gobernación, con esos boletines medrosos y rolleros, debería mejor convertirse en la Secretaría del Silencio... Siempre oportuno, el sargento Roberto Albores saltó con una propuesta a partir del asesinato de tres personas, y posterior emboscada a otros tres, en la zona zapatista de Chenalhó: que se haga una campaña de desarme, dijo, inteligentísimo, con sonoro chocar de tacones... Con amenazas de muerte de por medio, hoy chocarán rudos representantes de Cali y Tepito. No integran alguno de los cárteles que tan mala fama han dado a la ciudad colombiana y al barrio chilango, sino a los dos equipos llamados América que hoy se enfrentarán en octavos de final de la Copa Libertadores. El tepiteño Cuauhtémoc Blanco ha sido amenazado por algunos colombianos de que hoy, allá en Cali, le quitarán la vida en venganza por los agravios que profirió contra los sudamericanos en el Azteca la semana pasada. El sentido figurado de las apasionadas palabras de los futbolistas no deja, sin embargo, de dar cuenta de los niveles en los que anda la violencia social, entre narcos y deportistas...

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