MARTES 9 DE MAYO DE 2000

Ť La actitud crítica de los grupos religiosos tiene un acotamiento definido


"Irreversible", el laicismo en la vida política y social del país: SG

Ť La dependencia fija su posición tras diversos actos públicos realizados por la Iglesia católica

procesion-eucaristica-jpg José Antonio Román Ť En respuesta directa a las declaraciones y a los actos públicos realizados por la Iglesia católica en días recientes, la Secretaría de Gobernación (SG) afirmó que el laicismo en la vida política y social del país es "irreversible", y que la "vocación social" y la "actitud crítica" de las agrupaciones religiosas tienen un "acotamiento definido", el cual se circunscribe a su propia naturaleza, exclusivamente.

"La historia y la ley le han dado a las instituciones religiosas el pleno dominio del único ámbito que les corresponde: el espiritual; es la ley, y no el dogma, la que rige la vida política y social."

En una declaración hecha pública por el subsecretario de Asuntos Religiosos de la SG, Humberto Lira Mora -luego de una semana en la que se multiplicaron las actividades de la jerarquía católica-, la dependencia recordó que el ejercicio de las libertades religiosas es posible gracias a la vigencia de los principios históricos de la separación del Estado mexicano y las iglesias y la condición laica del primero.

Tales principios, abundó, orientan el contenido de la legislación y la política del gobierno federal en materia de asuntos religiosos.

Durante la presentación del texto, en la cual no se permitió la formulación de preguntas por parte de los reporteros, el funcionario aclaró que el Estado respeta lo religioso, que pertenece a la conciencia individual, y también a las iglesias e instituciones religiosas, "puntualmente separadas" de los asuntos del Estado.

Eso no significa que las asociaciones religiosas sean impedidas en su "vocación social o en su actitud crítica", pero indudablemente hay un "acotamiento definido" por su propia naturaleza; la política no es su ámbito, porque ésta no puede tener reglas ni dogmas religiosos.

Riesgo de confundir lo público con lo privado

Lira Mora advirtió que en caso de que las asociaciones religiosas invadieran ese espacio extraño a su naturaleza, se tornarían, paradójicamente, en laicas, aceptando reglas o un destino de ese mismo tipo, o plantearían la confusión de mezclar lo público con las creencias, las cuales corresponden a lo privado, al ámbito de la conciencia.

La declaración, dividida en diez puntos, se hace exactamente después de una semana en que la Iglesia católica tuvo su 69 asamblea plenaria del Episcopado Mexicano y su segundo Congreso Eucarístico Nacional, realizados casi de manera paralela; este último concluyó el domingo pasado.

Ambos actos sirvieron de contexto para que la jerarquía eclesiástica emitiera una carta pastoral con motivo de las elecciones del próximo 2 de julio y realizara una magna concentración en el Zócalo capitalino, además de variadas declaraciones de sus obispos.

Estas últimas fueron desde la exigencia de que se imparta educación religiosa en las escuelas públicas hasta la necesidad de "evangelizar" las fuerzas armadas mediante una pastoral castrense.

En una convocatoria inesperada, la Unidad de Comunicación Social de Gobernación citó ayer mismo a una conferencia de prensa que sería ofrecida por el encargado directo de Asuntos Religiosos del gobierno federal.

Desde el principio del acto se declaró que, "por la naturaleza" del tema, no se aceptarían preguntas, por lo que sólo se leería la declaración respectiva:

"En el mundo de lo político la ética laica, no es, por definición, religiosa, tampoco se remite a la espiritualidad, sino a las ideologías; se propone temas terrenales, programas concretos, responsabilidades asentadas en la ley, en compromisos políticos y sociales entre ciudadanos y gobiernos.

"La consolidación de la democracia en el país da oportunidad a que todos los actores de la vida social tengan su propia voz y la expresen, porque todas las voces tienen algo que decir; pero la lucha política funciona con reglas democráticas, ajenas a la vocación o interpretación religiosa. Lo sagrado no tiene cabida aquí, donde el acontecer se evalúa desde la óptica de la crítica, de la racionalidad, de lo laico en su más amplio sentido social.

Garantía para las libertades de conciencia, de creencias y de culto

"El Estado laico es garantía para las libertades de conciencia, de creencias y de culto, así como para el desarrollo pleno de las formas legales de expresión religiosa, individuales o colectivas; el Estado laico garantiza justamente la libertad de conciencia, y su ejercicio, por eso es una condición inexcusable en lo político y en otros espacios decisivos de la vida social como en la educación pública.

"En este sentido, lo laico es un valor fundamental de la democracia, que se identifica con la tolerancia que caracteriza a las sociedades modernas; el laicismo es así también un signo de identidad del moderno Estado mexicano.

"Nuestra nación es plural en términos políticos, étnicos, sociales, culturales y religiosos; esta última pluralidad, la religiosa, sólo la puede garantizar un Estado laico que es también por definición un Estado que cultiva la tolerancia, es decir, asegura el respeto y la convivencia entre quienes tienen creencias diferentes.

"El gobierno federal a través de la Secretaría de Gobernación, se mantiene atento a que así siga siendo."