JUEVES 11 DE MAYO DE 2000

* Cardoso recibió a una comisión; los sin tierras, fuera de la movilización


Protesta pacífica de unos 10 mil agricultores en Brasilia

Afp, Dpa y Reuters, Brasilia, 10 de mayo * Más de 10 mil agricultores de diversos estados de Brasil, indios y diputados de oposición se manifestaron hoy pacíficamente en esta capital, en la primera jornada del llamado Grito de la Tierra 2000, que deberá culminar este jueves.

Tras la movilización, convocada por la Confederación Nacional de Trabajadores de Agricultura (Contag), su líder, Manoel José dos Santos; el ministro de Desarrollo Agrario, Raúl Jugman, y el líder de la Central Unica de Trabajadores, Vicente de Paulo, fueron recibidos por el presidente Fernando Henrique Cardoso, en un gesto que no contó con la presencia de representantes del Movimiento de los Trabajadores sin Tierras, apartados en esta ocasión de las manifestaciones por la Contag.

En todo caso, Jugman anunció una serie de medidas destinadas a ampliar y facilitar el acceso de los pequeños productores rurales al crédito agrícola. La más importante de ellas, dispone un aumento de 23 por ciento en el monto para financiar la producción agrícola en el periodo 2000/2001, que fue fijado en 4 mil 240 millones de reales (unos 2 mil 340 millones de dólares).

Por su lado, los indios también volvieron a la capital para protestar en el Congreso contra las modificaciones introducidas en el estatuto del indio y proponer a su dirigente Megaron Chucarramae Caiapó, para presidir la Fundación Nacional del Indio, acéfala desde a dimisión de Carlos Federico Marés, en protesta por la represión policial en las celebraciones del V centenario del descubrimiento de Brasil.

En tanto, la Comisión del Medio Ambiente del Congreso aprobó un polémico nuevo código forestal que, a juicio de organizaciones ambientalistas, representa un grave revés para la preservación de la Amazonia.

Y mientras los maestros convocaron a una huelga en demanda de un aumento salarial, se esperaba que a última hora de este miércoles el Congreso aprobara un incremento en el salario mínimo a 151 reales (84 reales), aunque el derechista Partido del Frente Liberal, que en los últimos meses se ha erigido en adalid de los pobres, reclamó que la cifra sea equivalente a unos 100 dólares mensuales, posición en la que fue apoyado por el opositor Partido de los Trabajadores.