VIERNES 12 DE MAYO DE 2000

* Aducen violación a la libertad de expresión


PRI y PAN defienden a Téllez

Gabriela Romero Sánchez y Raúl Llanos Samaniego * Las fracciones de PAN y PRI en la Asamblea Legislativa salieron ayer en defensa de la reportera de Televisión Azteca, Lilly Téllez, y escudándose en una supuesta violación a la libertad de expresión exigieron al procurador capitalino, Samuel del Villar, se dedique a aplicar la ley sin transgredir los derechos de los ciudadanos.

En el marco de la sesión ordinaria de la Diputación Permanente, que apenas duró 30 minutos, el panista Pablo Jaime Jiménez Barranco expresó: "Esta agresión de parte del procurador capitalino es algo inconcebible, que no debe permitirse en esta ciudad", y dijo que su partido hace un llamado a la jefa de Gobierno, Rosario Robles, para que se sensibilice y remueva de su cargo a Del Villar.

No obstante, aclaró que el presidente Ernesto Zedillo tendría también esa facultad, pues se lo otorga el Estatuto de Gobierno del DF, entonces el panista advirtió que de no tomar esa decisión, Rosario Robles se convierte en cómplice, ya que eso quiere decir que avala la actitud de Samuel del Villar, que atenta contra las libertades de los ciudadanos.

Por su parte, el diputado priísta Luis Miguel Ortiz Haro calificó como ilegal el asunto del conductor de televisión Azteca, Francisco Stanley, ya que la administración perredista ha puesto mucho más que la razón y la investigación jurídica. "Es algo que ellos se han planteado como un asunto de honor por aquellas muy desafortunadas declaraciones de Cuauhtémoc Cárdenas el día del asesinato", acotó.

Afirmó que se corre el riesgo de que acosen, detengan o citen a cualquier ciudadano, reportero o gente de los medios por el solo hecho de hacer una nota "que no les guste" a las autoridades. Sin embargo, recalcó que el mayor riesgo lo están corriendo la Procuraduría y el gobierno local, porque la ciudadanía les va a cobrar la factura el 2 de julio.

Frente a ese pronunciamiento vertido en el pleno de la Diputación Permanente, los diputados del Partido de la Revolución Democrática prefirieron ignorar, pasando al siguiente punto del orden del día y no objetar ni cuestionar la postura de la oposición.