SABADO 13 DE MAYO DE 2000
* La Asamblea rinde homenaje a la defensora de los derechos humanos
Castigo a represores, pide Rosario Ibarra
* Luis Javier Garrido señala la responsabilidad criminal de Echeverría Alvarez y López Portillo
Gabriela Romero Sánchez * "Más tarde que temprano hemos de ver castigados a Luis Echeverría, a José López Portillo, a Miguel de la Madrid, a Ernesto Zedillo y a todos los cómplices de la práctica de la detención, de la desaparición", auguró Rosario Ibarra de Piedra en el marco del homenaje que la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, en coordinación con organizaciones de derechos humanos. le rindió ayer.
Empero, aclaró que en ella no impera un afán de venganza, porque si desaparecieran a un hijo de Echeverría, "nosotros lo buscaríamos, porque nosotros cruzamos esa frontera del amor egoísta, no queremos que desaparezcan a nadie no en este país, ni en América Latina ni en el mundo".
Luego de oír las palabras de afecto, de reconocimiento a su labor de casi tres décadas, de sentir el cariño de Ofelia Medina, de la cineasta chilena Carmen Castillo, de Luis Javier Garrido, de Lorena Clouthier, de Concepción Calvillo de Nava, del director para Latinoamérica de Reforma Penal Internacional, Morris Tidbal, y del secretario técnico de la Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos, Michael Chamberlin, Ibarra de Piedra ofreció disculpas a los presentes por derramar algunas lágrimas.
"Nunca he derramado una lágrima frente al enemigo. Jamás me vieron llorar Echeverría, Ojeda Paullada, Moya Palencia, Gutiérrez Barrios ni ninguno de esos sátrapas", aclaró.
Al hacer uso de la palabra, Martí Batres Guadarrama, presidente de la Comisión de Gobierno de la Asamblea Legislativa, puntualizó que rendir un homenaje a Ibarra de Piedra es reconocer a muchos otros y reivindicar una larga lucha que ha dado sus frutos. "Hablar de Rosario es hablar de las doñas, amas de casa a las que el autoritarismo, la ilegalidad y la injusticia las obligaron a salir a las calles, aquellas que convirtieron el dolor y la rabia en amor y generosidad", equiparó.
La escritora y periodista Carmen Castillo remarcó que si en Chile no hubiera habido madres de los desaparecidos tampoco hubiera habido un juicio a Augusto Pinochet, por lo que manifestó que Ibarra de Piedra y las madres de los desaparecidos han enseñado que hay en la derrota y en el discurso de los vencidos una belleza. "Que no podemos claudicar y que más allá del dolor, del desgarro, de las ausencias, vale la pena lo que hemos hecho y lo que seguiremos haciendo, porque somos simplemente mujeres libres. Eso creo que es lo que Rosario me enseña permanentemente", acotó.
Luis Javier Garrido, por su lado, apuntó que la movilización de este grupo de mujeres planteó en términos muy claros la responsabilidad criminal de los ex presidentes Luis Echeverría, José López Portillo y Miguel la Madrid en la planeación y ejecución en serie de uno de los crímenes de Estado más deleznables que caracterizaron a los regímenes latinoamericanos de los 70 y los 80: la desaparición de los opositores políticos y la necesidad de que la sociedad civil pusiese un freno a lo que se convirtió en uno de los mayores abusos de poder del régimen.
Recordó que en los actos de terrorismo de Estado acontecidos en el sexenio de Echeverría tuvo una importante participación, entre otros, el capitán Luis de la Barreda, "experto en torturas y desapariciones, y padre de Luis de la Barreda, presidente de la Comisión de Derechos Humanos del DF, quien ha sido cómplice de la rectoría de la UNAM en la violación de las garantías fundamentales de los estudiantes universitarios, presos políticos en el Reclusorio Norte".
En tanto, Lorena Clouthier remarcó que mujeres como Ibarra de Piedra son ejemplo de que una causa justa, con esfuerzo y tenacidad, pero sobre todo con el corazón, deja huella en la historia de México. Ofelia Medina, por su parte, dijo que ahora, más que nunca, se necesita de este tipo de mujeres. "Ahora que nos quieren partir la matria, síguenos dando el ejemplo. Estamos con ustedes, no están solas", expresó.
El secretario técnico de la Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos Todos los Derechos para Todos, Michel Chamberlin, señaló que las madres de los desaparecidos "se han convertido en una denuncia viviente, en un grito imposible de callar, en una esperanza terca de la que han nacido muchos testarudamente tercos, irremediablemente soñadores de un México mejor, de un México que, fundado en su memoria, sea un Estado profundamente amoroso de todos sus hijos".
Como colofón se permitió que Martha Contreras, a nombre de los estudiantes presos, hiciera uso de la palabra para solicitar el apoyo de Ibarra de Piedra para que se denuncien todas las injusticias que han sufrido sus hijos y que la UNAM no se privatice.