DOMINGO 14 DE MAYO DE 2000
* Comenzó la tercera etapa de la serie televisiva México Siglo XX
Educar y entretener, el fin de Krauze
Juan José Olivares * La tercera etapa de la serie televisiva dedicada a la historia contemporánea de nuestro país ų"un poco ausente y desterrada de la Televisión"ų llamada México Siglo XX, que se inició este martes por la noche y que este día repite su emisión, probará que la descripción documental no pretende ser un bastión, sino una responsabilidad de informar-entretener al público, además que "sí tiene un nicho y atractivo real para el televidente. Se trata sólo de servir a la musa de la historia, que en una mano tiene el tiempo y en la otra, la balanza de la justicia".
En entrevista, el escritor e historiador Enrique Krauze, quien dirige estas emisiones, dijo a La Jornada que la serie vuelve a un contexto más general de los hechos debido a que "la historia es mucha más que la biografía de los personajes ilustres y de los no tanto", por eso, hay muchos temas que se tratarán en estas nuevas 52 emisiones como: el cine nacional, la historia de la televisión, los deportes y entretenimientos sobresalientes de los últimos años.
Pero lo más importante es que "esta serie se va a ampliar (hay contratos para muchos años más). Tenemos pensados realizar documentales sobre el campo, la mujer, la educación, la banca, las fronteras, los chicanos, indigenismo, la iglesia, el ejercito, la pobreza, los derechos humanos, la vejez, los muralistas, las generaciones litararias, el petroleo, entre otros. Nuestro país es rico y variado y cada pequeño mosaico, es historiable".
Comentó cómo sus porgramas dan a luz: "Para cada episodio tenemos un consultor, un especialista, un investigador de los temas, a quien acercamos al proyecto. Hay un grupo de ayudantes que recaban datos, guionistas que van armando la escaleta, investigadores iconográficos que reúnen imágenes foto y cinematográficas. En Clío contamos con un banco importante, además del invaluable archivo de Televisa. Es una labor de equipo.
--ƑEsta serie es un parteaguas para la transformación de la visión de la historia en México?
--Mi intensión no es ser parte de esta historia; yo sólo trabajo en lo que me gusta. Estamos tratando de abrir las cosas. Todo es terreno fértil.
--El manejo de la historia en la televisión es delicada, entonces, Ƒquién da el último criterio de lo que se proyectará?
--La cuestión aquí es bastante democrática. Lo que pretendemos es dar una imagen emocionada, pero desapasionada, objetiva y clara de la historia. Te diré que en el caso de la emisión del martes, dedicada al PRD, recibí llamadas de gente que simpatiza y que no, con este partido, sin embargo, lo encontraron objetivo, ágil y tratado con parcialidad y con la simpatía que se merece un partido que ha tranformado a la izquierda, de una vocación revolucionaria en una vocación democrática. Con el del PAN, tuvimos un tratamiento similar, con sus luces y sombras. Inclusive con el PRI, que cuenta con un historial democrático bastante pobre para ser incluso piadosos con ellos, aunque tuvimos que reconocer su hegemonía.
--ƑHa tenido diferencias con la televisora?
--Me da gusto repetir que nunca ha habido una llamada de parte de Emilio Azcárraga en el sentido de modificar nada: ni una palabra o imagen del contenido, lo cual prueba que Televisa se está abriendo y que vivimos en un México distinto.
Pero, no niega que aún le faltan cosas por concretar: "Espero que los programas no queden en un recuerdo efímero, por eso sueño con tener verdaderamente una videoteca de México y presentarla a precios adecuados y en canales adecuados, porque quizá la distribución hasta ahora no ha sido la más idonea, quizá porque eso sea una parte empresarial. Yo sólo sigo mi vocación por la historia de México, que realmente amo".
"En Europa y En Estados Unidos no sólo existe un profusión de estos programas, sino canales dedicados a la historia. Entonces, no había ninguna razón para que en México --país con una historia quizá más profunda que la de esos países-- no intentáramos una aventura de este tipo", concretó.