DOMINGO 14 DE MAYO DE 2000
* Ofrecen 3 millones de votos mediante programa especial en tres ciudades
Pide Labastida apoyo de funcionarios públicos
* Se les autoriza a "difundir la obra de los gobiernos priístas" como base del proselitismo
Enrique Méndez * El candidato presidencial del PRI, Francisco Labastida Ochoa, pidió ayer a los secretarios de Estado y funcionarios públicos priístas de primer nivel "su trabajo político activo" y el "ejercicio de su liderazgo moral" para obtener votos el 2 de julio, y aceptó que si bien sigue en el primer lugar de las preferencias, sólo tiene "un margen de seis puntos" respecto de Vicente Fox Quesada.
El compromiso de los funcionarios con Labastida, ayer, fue contribuir con 3 millones de votos, mediante la aplicación de un programa especial en las zonas metropolitanas del Distrito Federal, Guadalajara y Monterrey, así como en los estados gobernados por otro partido, y se les autorizó a "difundir la obra de los gobiernos priístas" como base para la promoción del sufragio.
Para ello ųsegún un manual y el denominado Programa de los 60 días, diseñados especialmente para esta elecciónų se identificarán "obras públicas federales que por su impacto social deban ser consideradas", como entrega de desayunos escolares; construcción de escuelas, centros de salud, clínicas, hospitales y caminos; entrega de viviendas, y asignación de becas.
"Vamos ganando, (pero) tenemos que abrir esa diferencia y abrir esa diferencia implica un trabajo sólido, consistente, de todos ustedes, unidos a otros sectores del partido", resaltó Labastida en un encuentro con funcionarios federales.
Ante unos 500 funcionarios priístas congregados en un salón del World Trade Center, el candidato priísta consideró "indispensable" que sean ellos quienes defiendan el proyecto de nación en el cual creen los militantes del PRI.
"Abierta simpatía" para Labastida
El subsecretario del Trabajo y coordinador del Programa Nacional de Servidores Públicos Priístas, Carlos Armando Biebrich Torres, esbozó las responsabilidades que los funcionarios tendrán con la campaña priísta: "Abiertamente, no sólo expresamos nuestra simpatía por los candidatos del PRI, sino que trabajaremos para promover y participar con nuestra familia, vecinos, compañeros de trabajo, en encuentros, conferencias, reuniones y actos de campaña".
El funcionario federal refirió que en la estrategia que él encabeza resaltan dos programas fundamentales: difusión de las tesis de campaña y otro, especial para la Zona Metropolitana del Valle de México, de capacitación de promotores del voto, con el cual se pretende alcanzar 1.5 millones de sufragios en esa área, en la que radica la mayor parte de los servidores públicos del gobierno federal.
Acotó que los funcionarios no deben usar, "en modo alguno", recursos públicos ni "utilizar autoridad o posición administrativa para presionar o condicionar las obras y servicios a favor de la comunidad a cambio de que voten" por el tricolor.
Afirmó que los priístas no pueden, no deben, ni quieren, "ni falta que hace", condicionar un servicio, utilizar recursos públicos y hacer proselitismo en las oficinas públicas en apoyo del PRI o Labastida.
La estrategia
Para definir paso a paso la tarea prevista se diseñaron dos documentos: el Programa Nacional de Servidores Públicos y el Manual Operativo para Coordinadores Estatales, de los cuales se tiene copia. En ambos se define el papel de los priístas que trabajan en el gobierno federal y la forma como podrán contribuir para ampliar el margen de votación a favor de Labastida.
Se precisa que en cada oficina de gobierno se realizarán dos listas: una con los nombres, adscripción, domicilio y clave de elector de todos los "empleados de confianza", y otra con los de mandos medios y superiores. A más tardar, el 17 de este mes la coordinación nacional del programa deberá contar con ambas, de las que se separará a los funcionarios "que reúnan el perfil para la defensa del voto (abogados)" y la capacitación de los representantes en las casillas, de quienes "pueden participar en la difusión y el debate de las tesis" labastidistas.
Se señala que "todo servidor público priísta podrá apoyar" a Labastida, y hacerlo en uno o más de cuatro programas básicos: promoción del voto, difusión y debate sobre las tesis del candidato, participación en los programas operativos del PRI y apoyo para evaluar cada semana los programas de la campaña y de ese partido.
Se especifica que los funcionarios deben convencer a sus familiares de sufragar por el PRI, ya que "el voto de la familia priísta se ha diversificado, a diferencia del de las familias panistas, que se ha mantenido en un solo sentido". Cuando ya se haya hecho ese proselitismo, los funcionarios anotarán en un documento los nombres y domicilios completos, la clave de la credencial para votar y "cruzarán la columna correspondiente a la letra F (familiar)", que permita determinar el grupo de posibles electores.
La promoción del voto con amigos es considerada "igualmente eficaz y útil para el candidato", y al igual que en el rubro anterior, deberán anotar todos los datos y poner una equis en la columna señalada con la letra A (amistad).
La campaña con los vecinos también es vista como "una valiosa aportación, pues frecuentemente el servidor público reside en zonas donde el PRI cuenta con escasos simpatizantes... y pueden ser definitivos para hacer ganar" a Labastida.
El manual recomienda que cada funcionario que se sume al programa debe dedicar "tiempo y esfuerzo diariamente y fuera de las horas de oficina a la promoción del voto con sus vecinos a favor de Labastida". Cada vecino promovido también deberá ser inscrito en la misma relación.
Asimismo, se afirma que la promoción entre compañeros de oficina "es muy importante para conseguir el triunfo electoral", y con el fin de validar esa acción se argumenta que "los servidores públicos de las entidades federativas gobernadas por el PRD participan muy activamente en la promoción del voto de sus candidatos".
Empero, se advierte que el activismo en oficinas no debe involucrar el uso de instalaciones, equipo o materiales. Biebrich explicó que se realizarán reuniones de 50 personas, preferentemente en las casas de los funcionarios.
Se resalta que la difusión de la obra priísta se realizará en dos etapas: la primera, del 16 de mayo al primero de junio, y la segunda antes de las elecciones. Los documentos advierten que si, como en 1997, la oposición solicita que se suspenda la difusión y la publicidad de obras públicas un mes antes de los comicios, sólo se aplicaría la primera fase.