DOMINGO 14 DE MAYO DE 2000

* Exhorto a la obediencia


Los sacerdotes están llenos de flaquezas y debilidades: Rivera

Angeles Cruz * El cardenal Norberto Rivera Carrera admitió ayer que los sacerdotes "están llenos de flaquezas y fragilidades", no obstante lo cual, el pueblo ha seguido creyendo en la fuerza de Cristo a través de su ministerio. Además, sin el sacerdocio la humanidad volvería a la barbarie y las civilizaciones desaparecerían, dijo.

El prelado encabezó ayer la ceremonia eucarística de ordenación de 15 sacerdotes en la Basílica de Guadalupe, a quienes les pidió además del voto de castidad y pobreza, el de la obediencia, porque "no son funcionarios. Son elegidos para hacer presente a Cristo durante toda la vida".

Durante su homilía, ante unas ocho mil personas, Rivera recordó que la semana pasada ocurrieron "dos grandes momentos providenciales que han transfigurado a nuestra Iglesia". El primero, la recuperación de la antigua Basílica "como recinto de adoración eucarístico, oración y reconciliación"; y el segundo, "la magna procesión" por varias calles de la ciudad de México.

Al referirse a los diáconos, el arzobispo primado de México recordó la Carta a los hebreos, en la cual se menciona que el sacerdote es tomado de entre los hombres para ofrecer oblaciones por los pecados.

El sacerdote "sabe ser comprensivo con los ignorantes y los extraviados, ya que él mismo también está lleno de flaquezas". Previamente señaló que la fuerza sacramental es de Dios "y no de nosotros. Por eso, a pesar de todas las fragilidades de sus sacerdotes, el pueblo de Dios ha seguido creyendo en la fuerza de Cristo que actúa a través de su ministerio".

Apuntó que el carácter sacramental que los distingue (a los prelados) hace que su presencia y ministerio sean necesarios e insustituibles. "Sin el sacerdocio de Jesucristo la humanidad volvería a la barbarie y las civilizaciones desaparecerían". No sólo eso, Rivera Carrera dijo que "el hombre perdería el camino al cielo y frustraría su salvación".