DOMINGO 14 DE MAYO DE 2000
* Sólo son rumores, dice el director del Registro Latinoamericano de Trasplantes
Sin confirmarse, casos de tráfico de órganos en AL
Angeles Cruz * Desde la década de los 80 ha habido "rumores" sobre el tráfico de órganos en varios países de América Latina. Hasta ahora ni un solo caso ha sido confirmado y de ello han dejado constancia prestigiadas organizaciones internacionales. En cambio, se ha causado un grave daño a los enfermos que están en espera de un órgano, afirmó Eduardo Santiago-Delpín, director del Registro Latinoamericano de Trasplantes.
El especialista destacó que los países de la región han mantenido una posición uniforme de repudio al comercio de órganos. De hecho, explicó, si en realidad existiera este delito implicaría una conspiración entre instituciones, gobiernos e incluso la industria farmacéutica. La mayor parte de los países cuenta con registros de pacientes con enfermedad terminal de un órgano y listas de espera para trasplantes.
Si un paciente en lista de espera desaparece súbitamente sería porque se murió o se trasplantó. Su desaparición sin explicación "levantaría inmediatamente preocupaciones y generaría investigaciones oficiales". A la inversa, la salida de un paciente de una atención médica intensiva o de un régimen de diálisis por el restablecimiento de su salud, originaría también preocupaciones sobre el origen de ese órgano.
Además, abundó Santiago-Delpín, una cirugía de trasplante no puede realizarse en una clínica clandestina, en un apartamento ni en una habitación de hotel.
Aun cuando organismos como la Administración de Drogas y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés), la Red Nacional de Distribución de Organos de Estados Unidos, la Misión de la Comunidad Europea, Defensa Internacional de Niños y la Federación Internacional de Derechos Humanos han concluido que no existe el tráfico de órganos, los rumores persisten, apuntó el galeno. De hecho, se originaron en Honduras en 1987, cuando se publicó un artículo sobre la venta de órganos extraídos a bebés.
Detalló que la utilización de órganos pediátricos es muy limitada por razones de disparidad fisiológica entre donador y receptor. Además, la industria farmacéutica lleva un control de los medicamentos inmunosupresores que evitan el rechazo del organismo del órgano trasplantado.
En ese registro también entran las soluciones para la preservación de órganos. "Cualquier aumento en la demanda de estos productos provocaría sospechas e investigaciones inmediatas".
El experto dijo que "estos rumores surgen de organizaciones internacionales de importancia y por medios noticiosos mundiales, pero han sido investigados, clarificados, refutados y desacreditados".