MARTES 16 DE MAYO DE 2000
Ť Los filmes exhibidos en Cannes se cotizan más
El cine de arte es poco comercial en Latinoamérica
Ť Adquirimos cintas desde el guión o en preproducción: Han
Ť Las de terror y de acción, exitosas entre el público mexicano
Mónica Mateos, enviada, Cannes, 15 de mayo Ť La mayoría de los filmes que se exhiben en el Festival Internacional de Cine de Cannes en general no interesan a las grandes distribuidoras latinoamericanas pues, aseguran, el ''cine de arte" es poco comercial en países como México y Argentina.
Además, una película que es seleccionada para proyectarse en alguna sección del festival se cotiza más alto, ''no es un buen negocio", comentó Christian Bibes, film dealer de la empresa argentina Telexcel, que distribuye en Sudamérica largometrajes para canales de televisión. Las cintas por elegir deben ser ''entretenidas, sin grandes pretensiones. Por ejemplo, las de Peter Greenaway son muy raras, no a cualquiera le gustan".
Por México seleccionan las películas
que se lanzarán en grande el próximo año, entre otros, los directivos de Studio Mexico Films, que pertenece a CIE, propiedad de Alejandro Soberón y Carlos Slim.
Richard Han, además de promotor de las cintas mexicanas que produce Altavista Films, ve películas o cortos en el Marché du Cinéma de Cannes para decidir cuáles gustarán al público de México.
''Tenemos por costumbre no comprar películas hechas porque son más caras, las adquirimos cuando aún son guiones o están en preproducción. Muchas veces compramos paquetes a las productoras. Por ejemplo, de Icon Entertainment (IE) International adquirimos What women want, comedia romántica donde actúa Mel Gibson, que estrenaremos en México en diciembre y tenemos que escoger dos de sus próximas cuatro películas; entonces vemos qué tienen para ver qué nos llevamos", explicó Han.
Entre lo que IE ofrece está The
million dollar hotel, de Wim Wenders; La leyenda de Bagger Vance, con Robert Redford; una comedia negra con Christopher Lloyd, Zish you were dead; la nueva cinta de John Mackenzie, When the sky falls; y The magic pudding, con dibujos animados.
Todo el paquete, si se quiere la bonita
''Aquí no es como ir a un supermercado y escoger sólo dos jitomates; nos tenemos que llevar el paquete, si queremos la bonita. Son otras cinco, que no siempre son malas", detalló Han y explicó que Studio Mexico Films (SMF) se surte de películas extranjeras no sólo en Cannes, también en Milán y en el American Film Market de Estados Unidos. Anualmente SMF adquiere de 20 a 22 películas para México.
''Cannes es un festival y creo que a los organizadores no les gusta mucho que haya un mercado aquí, sobre todo ahora que hay más personas que en versiones anteriores y más compradores que público, porque la industria fílmica europea ha crecido."
-ƑQué criterios utilizas para elegir las películas que veremos en México?
-Es difícil responder, porque no creo que haya un sólo tipo de público mexicano. Por ejemplo, en México funcionan muy bien las cintas de terror y de acción.
Nunca he comprado de estas últimas, pero sabemos que las de Jean-Claude van Dame y Sylvester Stallone gustan mucho.
''El público mexicano evoluciona y acepta nuevas propuestas; la prueba es que Ave María -de estreno reciente- va muy bien.
''Lo último que considero para
seleccionar una película es si me gusta. Por ejemplo, no me agradan las de terror, nunca vi El proyecto de la bruja Blair y sin embargo la compré; hice la campaña de publicidad y al público le encantó."
-ƑQué películas has comprado en Cannes para que se vean en México, en el 2001?
-Las cuatro grandes. Una con Richard Gere y Winona Ryder; es como Historia de amor, muy romántica; la que te platiqué de Gibson; otra con Kevin Costner acerca de lo acontecido en la Bahía de Cochinos, Cuba; y otra que apenas vi ayer, con Nicolas Cage, que parece ser muy buena; es acerca de un tipo que se despierta un día y tiene una vida diferente, y recuerda su pasado. Otra interesante que tenemos es la inglesa Honest, de Dave Stwart, ex integrante de Eurythmics.
-ƑNo te llevas ninguna del festival?
-Son más caras y a nuestras propuestas económicas responden que les falta un cero a la derecha. Si quiero películas artísticas y creativas las compro en América Latina o en México, donde hay jóvenes directores que necesitan apoyo. Prefiero arriesgarme a producir una película mexicana que comprar una cinta de arte italiana.