JUEVES 18 DE MAYO DE 2000

* Padrino de honor de la Semana de la Crítica en el festival de Cannes


El cine es como un ser que nace y debe aprender a hablar: Bertolucci

* Noveles realizadores anhelan el más mínimo gesto de agrado del director italiano

* Una pequeña dosis de democracia demanda exhibir cintas en versión original y dobladas, dice

Mónica Mateos, enviada, Cannes, 17 de mayo * Bernardo Bertolucci es el padrino de la Semana de la Crítica, sección que exhibe siete películas de nuevos directores, entre ellas Amores perros del mexicano Alejandro González Iñárritu.

Si bien su opinión no decidirá quién será el ganador de la Cámara de Oro a la mejor opera prima presentada en el Festival Internacional de Cine Cannes 2000, la presencia del realizador italiano es recibida con nerviosismo por los noveles cineastas que anhelan el más mínimo gesto de agrado del creador de Refugio para el amor.

Entrevistado por la prensa esta tarde al término de la exhibición de la cinta estadunidense Good Housekeeping, de Frank Novak, Bertolucci expresó su satisfacción por esa idea de los organizadores de la Semana de la Crítica (periodistas de diferentes países) de invitarlo como padrino de honor.

''La idea me pareció excelente y me sedujo de inmediato porque las reglas para participar en esta sección son estrictas: sólo se presentan primeras o segundas películas de nuevos directores, lo cual me permite dialogar y confrontar mi trabajo con personas que debutan en este oficio.

''En 1964 presenté aquí mi segunda producción, Prima della revoluzione. Era la primera vez que salía de mi país para participar en un festival internacional; aquí conocí a muchos realizadores extranjeros, así que fue una experiencia inolvidable.''

 

La importancia de la calle

 

ųEn algunas de sus películas refleja gran nostalgia por los años sesenta. En futuras producciones, Ƒcontinuará esa línea temática o cesó de soñar con aquellos tiempos?

ųNi lo uno ni lo otro. Soy un optimista, Ƒcómo olvidar los años sesenta si fue el tiempo de mi juventud? Ese periodo nadie lo olvida. Era un debutante en esta profesión. Por eso considero al cine como una persona que nace, no sabe hablar y tiene que aprender a usar las palabras. Del negro y el blanco el cine pasó al color en los años sesenta y comenzó a reflejar la colectividad. Entonces la gran pregunta era: Ƒqué es el cine? Todos teníamos el mismo entusiasmo y la misma curiosidad acerca de la naturaleza del cine. A la mitad de los realizadores que trabajamos durante esos años nos unió otra cosa: un sentimiento político. Pensamos que el cine era un muy buen instrumento para expresar ideologías. Era la época en la que la prioridad era más política que artística.

ųUsted sostuvo que la calle era la mejor escenografía para una película. ƑSu cine fue militante o un espejo de la realidad?

ųMás que un cine ''real'' hicimos películas ''en directo'', es decir, captamos los momentos de grandes cambios que vivíamos. Tengo la sensación que eso se repite ahora, pues ocurren cosas importantes en la calle.

ųEn 1985 usted se autoexilió de su país. ƑQué sucedió?

ųEl problema no fue con el cine. No me sentía bien en Italia, porque se convirtió en un país cínico y corrupto. Entonces decidí buscar nuevos horizontes.

ųFue una ausencia de diez años.

ųSí. Me fui a China, al Sahara, a la India, Nepal y conocí el budismo. Me encontré con otras culturas, con otras razas de las que me enamoré. De esa experiencia surgió El último emperador.

ųEn 1995 volvió a Italia.

ųLas cosas cambiaron mucho ahí.

ųƑSe reconcilió con su patria?

ųNunca hubo ruptura. Como mencioné antes, simplemente no me sentía bien con las personas que gobernaban en Italia.

 

La de Hollywood, Ƒocupación militar?

 

ųƑQué piensa acerca del cine italiano?

ųEl cine debería ser en cualquier parte del mundo la más sensible expresión de la realidad. Creo que en Italia sigue esa búsqueda de la realidad que no han sabido hallar. Hay una pérdida de identidad muy fuerte, crisis, confusión. Los cineastas italianos sufren de un provincianismo sofocante, nunca llegan a soñar ni a hacer soñar al espectador. Son como huérfanos que no se permiten la posibilidad de brindar grandes utopías. No aterrizan, no concretan nada.

ųƑPiensa todavía en que la creación de una major europea sería una buena alternativa contra el cine estadunidense?

ųEsa es una idea que no se me quita de la cabeza y voy a impulsarla en Bruselas, en un encuentro que tendré con la Comisión de Cultura de la Comunidad Europea. El razonamiento es simple: aquí hay majors de Hollywood, pero también mucho cine europeo que por desgracia no cuenta con una buena distribuidora.

ųSabemos que sus películas favoritas son las de Jean Renoir, claro, además del cine asiático, iraní, africano e hindú. ƑQué opina de la cinematografía estadunidense?

ųTiene colmadas las salas de cine del mundo como si fuera una ocupación militar. Claro que últimamente Hollywood ha mostrado apertura ante el cine independiente, al darle importancia a cintas como Magnolia y American beauty, y eso es importante señalarlo, pero no tan fácil ceden terreno.

ųItalia es uno de los pocos países europeos en el que todos los filmes extranjeros se exhiben doblados y en México se lucha porque eso no suceda, Ƒqué opina al respecto?

ųLa más mínima dosis de democracia debería permitir que, como en Francia, se exhibieran las dos versiones, una doblada y la original con subtítulos, para que el público elija. Es una cuestión de educación, la cual está absolutamente ausente entre el público italiano.

ųƑCuál será su siguiente película?

ųPreparo una cinta acerca del músico napolitano Gesualdo de Venosa, un madrigalista del siglo XVI, autor de música sacra. El se anticipó a su tiempo y su obra es considerada precursora de la música moderna de Stravinski. Voy a contar la historia de un hombre enamorado de la música y de su esposa, la mujer más bella de Nápoles. Es decir, de alguien enamorado de la idea del amor.